Juan 19:30 Cuando Jesús hubo tomado el vinagre, dijo: Consumado es. Y habiendo inclinado la cabeza, entregó el espíritu.
La palabra consumando es “termine la obra” “cumplí la misión por la cual vine al mundo”.
La vida de Jesús tuvo un propósito redimir la humanidad, el tuvo que pasar por varios obstáculos, se enfrento a la tentación como humano, no como Dios, conoció la escasez, se enfrentó a la enfermedad, y él quiere que tu también tengas un propósito.
¿tu sabes cual es el propósito de tu vida? Lo sabrás cuando entiendas que Jesús ya hizo todo el trabajo por ti en la cruz.
¿Quieres ser próspero? Jesús se llevo la maldición de la ruina, el triunfo sobre la pobreza.
¿Quieres ser sano? En la cruz del calvario se llevo toda enfermedad, el triunfo sobre la enfermedad.
Todas las maldiciones que podrían haber estado contra tu vida son rotas.
Porque en la cruz, Jesús no perdió, Él triunfo.
Con Cristo somos mas que vencedores, mas que ganadores.
Jesús en la Cruz bendijo tu futuro.
El triunfo comienza en Jesús, cuando tu sabes que Él está de tu lado y que tiene un buen plan para ti.
Antes de que alguien haya podido maldecirte, Dios te bendijo, y la bendición siempre supera la maldición.
Todas las cosas buenas que Dios ha puesto en ti se llevarán a cabo. Cumplirás con el destino que Dios ha dispuesto y te convertirás en el ser para lo que fuiste creado.
2 Corintios 2:14 NTV “Así que, ¡gracias a Dios!, quien nos ha hecho sus cautivos y siempre nos lleva en triunfo en el desfile victorioso de Cristo. Ahora nos usa para difundir el conocimiento de Cristo por todas partes como un fragante perfume”
No hay nada que huela más rico que la victoria, pero quizá ¿estás actualmente batallando con dificultades? Bueno, si es así… Déjame decirte que no hay victoria sin batalla, así como no podemos bajar de peso comiendo solo chocolates y helados.
Hay circunstancias en nuestras vidas que nos empujan a hacer algo, a tomar medidas. Lo que quiero decir es que Dios ya tiene una plan para tu futuro, cada vez que camines con Él encontrarás victoria porque aún la noche más oscura tiene un gran amanecer, por más frío que sientas en la cárcel donde te encuentras o cautivo en tus pensamientos de “no voy a poder”, “qué va a ser de mí”, “han pasado tantos años y nada” o “he probado otros caminos y no hay solución”… Con todo ello, hay victoria. Cada vez que nos encontramos en un laberinto sin salida, recuerda Dios tiene un desfile victorioso para ti.
¡Vamos! no te sientes en el banquillo de perdedores, ni te quites los guantes para entrar en el club de los fracasados. ¡No te resignes! Puede que sea un golpe tras otro el que has recibido y que aún no estés del todo repuesto porque te dieron allí donde más te duele… pero puedes levantarte porque la fortaleza de un victorioso no está en cuántas veces se ha caído sino en cuántas se ha levantado.
Isaías 40:29-31 NVI “Él (Dios) fortalece al cansado y acrecienta las fuerzas del débil. Aun los jóvenes se cansan, se fatigan, y los muchachos tropiezan y caen pero los que confían en el Señor renovarán sus fuerzas; volarán como las águilas, correrán y no se fatigarán, caminarán y no se cansarán”
Esta semana pudiste haberla empezado con puertas cerradas, las cosas no resultaron como esperabas pero tengo un mensaje dinamita para tu enemigo, un sobre de Ántrax bajo el brazo… Es la última carta que te vas a jugar “…Díganle que no cante victoria antes de tiempo” (1 Reyes 20:11 NVI), sigue peleando con pasión, sigue esforzándote con propósito y supera los obstáculos que se te enfrentan con valentía.
Es cierto, quizá no eres Margaret Tacher (la mujer de hierro), ni Iron Man (el hombre de acero) pero Dios te ha prometido victoria. Así que, enfócate en ella y camina confiado, siente el olor de tu victoria en camino. ¡Tú fuiste creado para ser un victorioso y no un fracasado!
Deuteronomio 31:6 NTV “¡Así que sé fuerte y valiente! No tengas miedo ni sientas pánico frente a ellos, porque el SEÑOR tu Dios, Él mismo irá delante de ti. No te fallará ni te abandonará”
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