Mi primera experiencia con un grupo pequeño fue a los 15 años, yo vivía a una hora de camino de donde era mi célula pero me gustaba mucho atravesar Lima porque me sentía bienvenida, tenia amigos y el ambiente era singular; fue hasta que mi primer líder Eduardo me dio la oportunidad de pedir las ofrendas que descubrí que podía servirle a Dios con mis talentos. Así inicie en una aventura llamada liderazgo, con mucho temor, con impedimentos y excusas como las de Moisés
Excusa 1: ¿Quién soy yo? ¡No soy nadie! ¡No tengo nada que enseñar!
Excusa 2: ¿Quien eres tu? ¿Quién digo que me envió?
Excusa 3: ¿Y si no me escuchan? “No soy tanto, entre tantos”
Excusa 4: Nunca he sido buen orador
Excusa 5: Señor, Sé que puedes hallar a alguien más.
Isaías 42:6 NTV “«Yo, el Señor, te he llamado para manifestar mi justicia. Te tomaré de la mano y te protegeré, y te daré a mi pueblo, los israelitas, como símbolo de mi pacto con ellos. Y serás una luz para guiar a las naciones.”
El liderazgo se manifiesta primero dentro de ti y después en los demás.
Tu tienes una misión que nadie más puede cumplir tan bien como tú.
De millones de candidatos eres el que tiene las calificaciones exactas, la medida de fe necesaria para hacer lo que Dios te ha llamado a ser.
1 – Cree en tus jóvenes como Jesús creyó en ti.
Marcos 10:21 “Jesús mirándole, le amó”
Aquello en lo que crees es la fuerza que determina lo que logras o no en la vida.
El primer límite con el que te topas en la vida, eres tú mismo.
¿Cómo llegamos a una célula? Como una pequeña y diminuta semilla pero esa semilla encierra un gran potencial. ¿Tu no sabes hasta donde podrás llegar? Tienes que desarrollarte, creer en ti, en los dones que Dios ha puesto en tu vida y no renunciarle a Dios por nada.
La iglesia no solo existe para reunir seguidores, sino para transformarlos. Tu decides si sellas la vida de tus jóvenes o la marcas para siempre. Lo que debemos dejar como líder en nuestros discípulos son huellas y nos cicatrices.
Los líderes no debemos desechar a nadie porque no se comporta correctamente.
Los adolescentes siempre buscan llamar la atención y a veces lo van a querer hacer haciendo cosas malas. Tienes que creer en ellos, cuando nadie cree en ellos. Esa es una manera efectiva que va de ayudar a tus jóvenes a crecer en su fe.
Tu como líder tienes que creer en ti mismo cuando nadie lo hace.
Nunca te ganarás el derecho a liderar por completo a aquellos a quienes no ames.
2 – Sírvelos y no te sirvas de ellos
(Colosenses 2:6-7 NBD) “Ahora bien, de la misma manera que recibieron a Cristo Jesús como Señor, deben comportarse como le agrada a él; es decir, enraizados en él y que sea él quien les haga crecer. Manténganse convencidos de la verdad que les enseñaron y llenos de acción de gracias al Señor”
Averigua cual es el lenguaje de amor que tu grupo necesita. (Palabras de afirmación, toque apropiado, regalos, actos de servicio, pasar tiempo juntos)
La idea de tener un grupo pequeño es que esta estructura sirva a las personas. ¿la estructura sirve a las personas o las personas a la estructura?
Las personas no son un recurso, un número ni una meta.
No se trata de formar a la gente a tu manera, para que se parezca a ti, sino para que se parezcan más a Jesús.
¿Qué es un discípulo? Un discípulo es un aprendiz de Jesús.
Las personas no deben ser manipuladas, ni condenadas, no existen para servir a las necesidades de la organización.
Tienes que buscar que la gente de tu grupo se realice que logre sus metas personales, sentimentales, como líderes no debemos ser castradores de sueños sino impulsores de ellos.
El crecimiento ministerial es espiritual no matemático.
Nunca sacrifiques ni tu vida ni tu familia en el altar del ministerio. (Prioridades, un margen de tu vida, planifica en tu calendario un lugar para descanso, diversión.) Y eso enséñales a tus jóvenes.
La verdadera autoridad de un líder no se ejerce mediante el poder, sino mediante el amor y el servicio.
Demanda de otros lo que tu mismo haces.
Nunca uses a las personas para engrandecerte a ti mismo; en cambio engrandezcan el reino de Dios juntos.
Dios nos hizo para amar a las personas y usar las cosas. ¿Por qué entonces amamos las cosas y usamos a las personas?
Las personas son más importantes que las estrategias, que las estructuras y que la institución.
3 – Crea un ambiente de confianza y tolerancia
Efesios 4:16 NTV “Él hace que todo el cuerpo encaje perfectamente. Y cada parte, al cumplir con su función específica, ayuda a que las demás se desarrollen, y entonces todo el cuerpo crece y está sano y lleno de amor”
Los grupos pequeños hacen que una iglesia sea más personal. 1-10 proporción de tu equipo.
Enséñales a orar como Jesús lo hizo con sus discípulos.
Los grupos pequeños deberían ser un lugar donde los adolescentes puedan ser honestos acerca de lo que están pensando o sintiendo… sin que importe lo que haya en sus mentes.
Nuestra tarea es crear un lugar seguro para que los chicos digan cualquier cosa que quieran y sean apreciados por ello. Mas importante que predicarles muchas veces será escucharlos.
El liderazgo es imposible sin confianza.
Pablo le dijo a Timoteo (1 Timoteo 4:12) “que los creyentes vean en ti un ejemplo a seguir en la manera de hablar, en la conducta, y en amor, fe y pureza”
Cada persona necesita un lugar para experimentar comunidad. Cuando logren algo felicítalos, eso crece su autoestima.
No podremos cambiar nuestra nación si primero no nos ayudamos a cambiar entre nosotros mismos.
4 – Trázate metas con tu equipo y celebra sus logros
Hechos 2:42-47 TLA “Y cada día los apóstoles compartían con ellos las enseñanzas acerca de Dios y de Jesús, y también celebraban la Cena del Señor y oraban juntos. Al ver los milagros y las maravillas que hacían los apóstoles, la gente se quedaba asombrada. Los seguidores de Jesús compartían unos con otros lo que tenían. Vendían sus propiedades y repartían el dinero entre todos. A cada uno le daban según lo que necesitaba. Además, todos los días iban al templo y celebraban la Cena del Señor, y compartían la comida con cariño y alegría. Juntos alababan a Dios, y todos en la ciudad los querían. Cada día el Señor hacía que muchos creyeran en él y se salvaran. De ese modo, el grupo de sus seguidores se iba haciendo cada vez más grande”
Tenemos el modelo de Jesús porque la idea de Los pequeños grupos es de la Biblia y decidieron vivir como una gran familia.
Los discípulos de Jesús no hubieran causado tal impacto si solo predicaban y no vivían.
Sus palabras fueron respaldadas por sus hechos.
Uso silla vacía. ¡el que da el crecimiento es Dios!
¿Cuáles son las metas que tienes para tu grupo? Porqué un grupo pequeño: porque te ayuda a construir relaciones significativas y más estrechas con los demás.
Cuando lideras te involucras más íntimamente y eso influencia a tu grupo. Tienes que poner metas porque así estarán enfocados a alcanzar algo. La gente necesita trazarte objetivos sino divaga y no alcanza nada.
Todos podemos dar fruto y demostrar que somos discípulos de Jesús. Juan 15:8 “Mi Padre es glorificado cuando ustedes dan mucho fruto y muestran así que son mis discípulos”
Que no te encandilen los números; la historia demuestra que la influencia de una minoría casi siempre es más poderosa que la de la mayoría.
La mejor influencia que puedes desarrollar es la amistad con tus discípulos.
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