Nosotros creemos que somos compasivos, pero cuando nos comparamos con Jesús podemos ver que la compasión es mucho más que apenarse o afligirse por la condición de tu prójimo.
“Cuando Jesús desembarcó y vio tanta gente, tuvo compasión de ellos, porque eran como ovejas sin pastor. Así que comenzó a enseñarles muchas cosas” Marcos 6:34
La compasión que sintió Jesús comenzó desde el momento en el que los vio, sus entrañas fueron conmovidas porque no vio lo externo, los miró con el corazón.
Ser compasivo es mucho más que sentir pena por el caído, por el desvalido, es hacer algo por ellos. Jesús comenzó a enseñarles “muchas cosas” ¿Qué puedes enseñar tu el día de hoy?…yo creo que tu testimonio puede inspirar a muchos a volver al camino, puedes compartir sobre el libro que te cambió la vida, “La Biblia”
Así como Dios nos rescató quiere rescatar a muchos que hoy por hoy se ahogan en un mar de problemas. ¿Cuál es el ese salvavidas? “Envió su palabra para sanarlos, y así los rescató del sepulcro” Salmo 107:20
¿Cuántos hoy en día necesitan ser rescatados de los placeres de un mundo que nos muestra que es mejor estar sin Dios que con El? Algunos muy visibles: alcoholismo, drogas, homosexualidad, prostitución, juego; otros un poco más sofisticados: amor desmedido al trabajo, al automóvil, la casa, el consumismo, y actualmente, ¡el internet!
La compasión de Dios es infinita, grande, constante, eterna, manifiesta, incomprensible para nuestro conocimiento, pero sensible para nuestro espíritu.
¿Qué hace Dios cada día por nosotros? “Lo atraje con cuerdas de ternura, lo atraje con lazos de amor. Le quité de la cerviz el yugo, y con ternura me acerqué para alimentarlo” Oseas 11:4
Las cuerdas de amor somos tu y yo, el alimento es la palabra de Dios y él mismo está buscándonos por todos los lugares donde hemos decidido escondernos. El evangelio mis queridos amigos no es la historia de una generación buscando a Dios. Es la historia de amor de Dios buscando a una generación.
“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él creé, no se pierda, más tenga vida eterna” Juan 3:16
Dios, el ser más grande nos amó con el sentimiento más grande que el mundo soportar, nadie tiene mayor amor que esté, el poner la vida por un amigo.
Somos eternamente amados y no porque lo merezcamos sino porque a Él le place “Con amor eterno te he amado; por tanto te he prolongado mi misericordia” Jeremías 31:3
La compasión no puede quedarse en un mero reflejo de tristeza, debe ser movida por una causa y eso generar en nosotros un efecto.
Alcanza sus almas + Inspira sus vidas + Regala la Biblia.
Jesús dijo: “Y éste es mi mandamiento: que se amen los unos a los otros, como yo los he amado” Juan 15:12
Tu compasión se tiene que convertir en amor a tu prójimo más próximo.
Tu eres la extensión del amor de Dios, qué mejor regalo que la salvación ¡Comparte las buenas nuevas!
La tristeza no va acompañada de acción. La compasión es un sentimiento profundo que te lleva a hacer algo por los demás.
No te avergüences de tu historia porque en las manos de Dios es un milagro de vida.
“Para esto fueron llamados, porque Cristo sufrió por ustedes, dándoles ejemplo para que sigan sus pasos” 1 Pedro 2:21
Dios nos ha llamado a expresar nuestra fe, a dar testimonio de Su gran amor, sé que podemos hacer algo más de lo que hasta ahora hemos hecho para que otros le conozcan, y tengan la oportunidad de ser rescatados también.
Sigue los pasos de Jesús, invierte en la salvación de tus seres queridos y de tus amigos seria hermoso verlos a todos lo que quieres en el cielo.
Tu fe tiene que ser pública y evidenciada con obras, Jesús murió en público por ti, para que no vivas una vida privada. Seamos LUZ en todo lugar.
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