Salmos 27: 13-14 NBV“Yo sé que veré tu bondad, mientras esté aquí en la tierra de los vivientes. Espera al Señor; él acudirá. Sé valiente, resuelto y animoso. Sí; espera, y él te ayudará”.
Otras versiones de la Biblia dicen “… hubiera yo desmayado si no creyese que vería la bondad de Dios”.
¿Qué nos mantiene sin desmayar? La bondad de Dios. El salmista tenía una convicción en su vida, él decía: “… una cosa sé, veré la bondad de Dios”.Esa misma convicción debemos tener tú y yo en nuestro día a día. Vamos a ver la bondad de Dios en todos nuestros asuntos… Sólo ¡No desistas antes de tiempo! ESPERA UN POCO MÁS.
Algunos somos impacientes y queremos darle una ayudita a Dios, como Sara que le dijo a su esposo Abraham: “Como Dios no cumple su promesa de darnos un hijo, lo tendrás con mi esclava” y le consiguió a Agar, de allí fruto de la impaciencia de Sara nace Ismael, siendo Isaac el hijo de la promesa. Sólo por no esperar un poco más en el cumplimiento de las promesas de Dios, podemos fallar. Esperar en Dios no es lo más fácil, pero sí es lo más seguro.
Lamentaciones 3:25 NBV “El Señor es maravillosamente bueno con aquellos quienes en él confían, con aquellos que buscan seguir sus instrucciones”.
Uno de los motivos principales para esperar en Dios, uno de los más profundos secretos de su bendición, es la convicción firme y confiada de que no es en vano. El valor de creer que Dios nos oirá y nos ayudará. Esperemos en Dios, Él nunca nos decepciona.
Esperaremos con la más confiada expectativa. Cuando esperamos demostramos nuestra dependencia de Dios y eso elimina nuestra autosuficiencia. Debemos estar convencidos de que nada hay tan seguro como el esperar en Dios pues nos traerá bendición incontable e inesperada.
El esperar en Dios es lo que nos da la garantía de que podemos esperar grandes cosas. No esperes en ti, espera en Dios. Los #365conDios
Proverbios 3:5NBV “Confía en el Señor con todo tu corazón, y no confíes en tu propia inteligencia”.
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