Dios es un Dios de propósitos. No hay nada en este universo que esté de más pues aun las cucarachas tienen un propósito. Por decir algo, la luna… sin ella sería imposible vivir en este planeta. Ella limpia los océanos y las costas de todos los continentes. Sin las mareas que crea la luna, todas nuestras playas y nuestros puertos serían un pozo hediondo de basura y sería imposible vivir cerca de ellos. A causa de las mareas que la luna controla, continuas olas rompen en las costas con lo que se airean los océanos del planeta y proveen así oxígeno para el plancton, que es el fundamento mismo de la cadena alimenticia de nuestro mundo. Sin el plancton no habría oxígeno y el hombre no podría vivir en la tierra.
¿Verdad que la luna, deshabitada y todo, tiene propósito? Pero, ¿sabes? aun el polvo realiza una increíble función. A pesar de que a diario tenemos que echarlo fuera de nuestras casas. Si no fuera por el polvo, nunca veríamos el cielo azul. A 27 kilómetros por encima de este planeta, no hay polvo de la tierra y el cielo, a partir de allí, es siempre negro. Es más, si no fuera por el polvo, nunca llovería. Una gota de lluvia se compone de ocho minúsculas gotitas de agua y cada una de esas gotitas envuelve una ínfima partícula de polvo. Sin estas, el mundo se resecaría y la vida dejaría de existir. Como ves, hasta el polvo tiene su razón de ser. ¿No la tendrás, acaso tú? Hoy Dios quiere que sepas que no estás de sobra en esta tierra, que tienes que descubrir el propósito que Él tiene para tu vida.
Cada vez que Dios manifestó su presencia a alguien, fue para decirle el propósito que tenía para su vida.
LA PRESENCIA Y EL PROPÓSITO DE DIOS VAN JUNTOS
Cuando Dios crea a Adán y Eva, ¿qué les dice? Génesis 1:28 NBV Les revela su propósito: “Luego Dios los bendijo y les dijo: Tengan muchos hijos, para que llenen toda la tierra, y la administren. Ustedes- dominarán a los peces del mar, a las aves del cielo, y a todos los animales que hay en la tierra”.
Cuando Dios se le aparece a Noé igualmente le da un propósito. Lo manda a construir un arca y le dice que con su familia repoblaría la tierra. Cuando Dios se le aparece a Abraham le muestra su propósito en Génesis 12:2-3 NBV “Te voy a convertir en una nación muy grande; te voy a bendecir, y te haré un hombre muy famoso. ¡Serás de bendición para muchas personas! 3A los que te bendigan, yo los bendeciré; pero a quienes te maldigan, yo los maldeciré. ¡Por medio de ti, yo bendeciré a todos los pueblos del mundo!”.
Con Moisés ocurrió igual. Apenas conoció a Dios, supo que libraría a su pueblo de Egipto. Al principio, trató de hacerlo en su tiempo y en sus fuerzas y mató a un egipcio, por lo que tuvo que huir al desierto. Pero de allí, Dios lo sacó para que esta vez, ambos llevaran a cabo la tarea juntos. Y así, Moisés pudo cumplir su propósito y librar a Israel de la esclavitud de Egipto y llevar al pueblo hasta la Tierra Prometida.
Josué1:6 NBV “Esfuérzate y sé valiente, porque tú dirigirás a este pueblo con éxito y conquistarán toda la tierra que prometí a sus antepasados”.
Dios tiene tantos propósitos para nosotros como personas hay en la tierra. No digas: “Ah, pero eso era para Abraham, eso era para David. Yo no soy ninguno de ellos.”¿Sabes que nuestro Dios no hace acepción de personas? Él tiene un propósito para todo ser humano y yo creo que no debemos compararnos con los demás ni pensar que un propósito es más grande que otro. Lo único grande es que lo cumplamos fielmente.
Además, Dios no nos quiere a todos sirviendo dentro de la iglesia a tiempo completo. Dios no quiere que todos seamos maestros, ni que todos seamos pastores o profetas o apóstoles, etc. Hay maravillosos propósitos en lo que llamamos el trabajo secular. Puede que el propósito de Dios para tu vida sea el que seas mamá. Es realmente un honor que se nos confíe el cuidar y formar a la última generación. El papel de la mamá de Moisés fue decisivo en la historia de Israel. Ella pudo haber dejado que mataran a su hijo. Ella pudo abandonarlo en el río y haberle perdido el rastro. Sin embargo, a pesar de haberlo entregado a la hija del Faraón, se ingenió para ser su nodriza y así le enseñó sobre el Dios de Israel. Si Dios te ha llamado a ser mamá, especialízate y sé la mejor mamá del mundo.
Ester también es un ejemplo de alguien que desde el mundo secular cumplió el propósito de Dios para su vida. La reina Vasti se había rebelado y su esposo el rey Asuero la desechó e hizo concurso de belleza para escoger una nueva reina. Mardoqueo, el tutor y tío de Ester, guiado por Dios, la presentó al concurso y Ester ganó. Lo malo es que una vez dentro de la fastuosidad de la corte, Ester perdió de vista su propósito y cuando el tío le pide que interceda por su pueblo que va a ser destruido, ella se acobarda. Es allí que Mardoqueo, de manera magistral, le recuerda quién era y para qué estaba allí.
Ester 4:13-14 NBV “Entonces Mardoqueo le mandó a decir: ¿Piensas que porque estás en el palacio escaparás cuando los otros judíos sean muertos? Si callas en un tiempo como éste, Dios salvará a los judíos de alguna otra manera, pero tú y tu familia morirán. ¿Y quién sabe si no es para ayudar a tu pueblo en un momento como éste que has llegado a ser reina?”.
Ester obedece e intercede y salva así a todo el pueblo de Dios. No era pastora, no era maestra, no era profeta. Era la persona precisa en el momento preciso, en el lugar preciso. Dios puede usarte también para bendecir a tu nación con algún cargo político.
En el llamado Dios está señalando el propósito. Adán tuvo llamado, Noé tuvo llamado, Abraham tuvo llamado, Nehemías tuvo llamado, Esdras, José, Jeremías, Isaías, Ezequiel, Timoteo, Pablo, etc. ¡Todos tuvieron un llamado! El llamado es muy necesario para cumplir el propósito de Dios, pues es lo que nos sostiene cuando vienen las pruebas.
El problema es que cuando no sabemos el propósito de Dios para nuestra vida, solemos inventarnos uno nosotros mismos. Descubre tu propósito a través de los dones que Dios te ha dado.
Romanos 12:6-8 NBV “A cada persona, Dios le ha concedido, en su bondad, el don de realizar cierta tarea. Así que si Dios te ha dado el don de profetizar, ejercítalo de acuerdo con la proporción de la fe que posees. Si tienes el don de servir a los demás, sirve bien; si eres maestro, sé un buen maestro; si tienes el don de animar a otros, anímalos; si Dios te ha puesto para ayudar a los necesitados, hazlo generosamente; si Dios te ha concedido ser líder, dirige con mucha dedicación; y si tienes el don de mostrar compasión, hazlo con alegría”.
Efesios 4:11-13 NBV “Y a algunos les dio el don de ser apóstoles; a otros, el don de ser profetas; a otros, el de anunciar las buenas nuevas; y a otros, el don de pastorear y educar al pueblo de Dios. Su propósito es que su pueblo esté perfectamente capacitado para servir a los demás, y para ayudar al cuerpo de Cristo a crecer. De esta manera, todos llegaremos a estar unidos en la fe y en el conocimiento del Hijo de Dios, hasta que lleguemos a ser una humanidad en plena madurez, tal como es Cristo”. Esos son los cinco dones ministeriales y cada uno también opera con determinados dones del Espíritu Santo.
En 1 Corintios12:1-11 se nos dice cuales son: Palabra de Sabiduría, Palabra de Ciencia, Fe, Dones de Sanidades, el Hacer Milagros, Profecía y Discernimiento de Espíritus, diversos Géneros de Lenguas, Interpretación de Lenguas. Esos dones también tienen que ver con nuestro llamado. Los profetas por ejemplo, fluyen en Palabra de Conocimiento, en Palabra de Sabiduría. Los pastores y maestros tienen el don de Enseñanza y de Exhortación. Los evangelistas fluyen en los Dones de Poder como la Fe, el Hacer Milagros, Sanidades.La persona que descubre su propósito y lo cumple, trae gloria a Dios.
AVERIGUA TU PROPÓSITO, DESCUBRE TU TALENTO Y DESARRÓLLALO AL MÁXIMO PARA GLORIA DE DIOS
A todos, Dios nos ha dado un propósito. Es cuestión de orar, buscar a Dios y estar atento a lo que nos muestre. Puede que lo haga a través de nuestros pastores o líderes. Todos somos buenos para algo. Lo que debemos hacer es no mirar el ministerio de otro como si fuera tierra más deseable. No debemos codiciar ni lo material, ni lo espiritual. Dios es quien nos ha repartido en el cuerpo (iglesia) como Él ha querido. Además, no hay propósitos más espirituales que otros. Uno puede predicar en la carne y otro en cambio barrer en el espíritu. El propósito más bello e importante es el que nos ha tocado a cada uno y por Él y no por otro, Dios nos va a demandar.
Dorcas descubrió su propósito. Ella era una dadora alegre y tenía el talento de coser y hacía túnicas a los siervos de Dios. No predicaba en las plazas, no enseñaba en las aulas, pero sus obras hablaron una vez muerta y no solo alcanzó la gracia de Dios y fue resucitada sino que sin hablar, tan solo con el testimonio de su vida, muchos creyeron en el Señor (Hechos 9:36-42).
Salmos 33:11 NBV“… pero los planes de él permanecen para siempre. Sus intenciones son inamovibles”.
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