Salmo 25: 1-5 NBV“1A ti, Señor, elevo mi alma. 2En ti confío, mi Dios. No permitas que me humillen. No dejes a mis enemigos que se alegren en mi derrota.3Nadie que tenga fe en ti, Dios mío, se avergonzará de haber puesto su confianza en ti. Pero los que engañan a otros serán avergonzados. 4Enséñame la senda que debo seguir, Señor. Indícame el camino por donde debo andar. 5¡Guíame por medio de tu verdad, enséñame! Porque tú eres el Dios que me da salvación; en nadie sino en ti tengo esperanza todo el día”.
72 Salmos, es decir, casi la mitad de todo el libro se mencionan a los enemigos. Nuestros enemigos son aquellos que se oponen a nosotros y a la manera de vivir que Dios ordena.
Estamos cerca de su corazón cuando confiamos en Dios con todo lo que somos. Por tanto, Él no permitirá que seamos avergonzados, Él nos cuida, nos resguarda.
David en este salmo en vez de exigirle respuestas a Dios le pide dirección. Primero es Dios, nuestra honra y amistad deben siempre estar con Él.
Salmos 25:14 NBV “Ser amigo tuyo, oh Dios, es privilegio de quienes te honran. Sólo con ellos compartes los secretos de tu pacto”.
¿Qué es el Temor de Dios?
Proverbios 8:13 NBV“El que teme al Señor aborrece el mal; yo aborrezco el orgullo y la arrogancia, la mala conducta y el hablar perverso”.
Es amar lo que Él ama y aborrecer lo que Él aborrece. Es tener la misma actitud de Dios hacia el pecado. Temer a Dios es reconocer sus atributos: Él es santo, Todopoderoso, recto, puro, omnisciente, omnipotente e infinitamente sabio. Cuando tenemos la perspectiva correcta de Dios, adquirimos la perspectiva correcta de nosotros mismos: pecadores, débiles, frágiles y dependientes. Cuando reconocemos quién es Dios y quiénes somos nosotros, nos postraremos ante Él en humildad y respeto. Entonces Dios nos mostrará cómo elegir Su camino.
Tú y yo con nuestro libre albedrío podemos escoger qué hacer y qué no hacer. El pecado siempre estará a nuestra disposición pero lo que no nos puede fallar es el Temor de Dios. Recuerda, el Señor es amigo de los que le temen.
Proverbios 1:7 NBV“Lo primero que hay que hacer para empezar a ser sabios, es honrar al Señor. Sólo los necios desprecian la sabiduría y la disciplina”.
Bendiciones cuando temes a Dios
Salmos 25:14
- Podemos tener una relación íntima con Dios. Cuando le tememos, estamos más cerca de Su corazón.
Salmo 34:7
- Él se convierte en tu protector. Dios sale como defensor de aquellos que le temen. Él te defiende… Es nuestra ayuda y nuestro escudo.
Salmo 34:9
- Suple nuestras necesidades. Nada nos falta, si tememos al Señor. Dios se encarga de suplir todas nuestras necesidades.
Oración:Me rindo Dios. Yo no puedo vivir sin tu temor. Reconozco que sin ti no puedo vivir, quiero respetar tu santidad y no ofenderte con mi estilo de vida. Someto mi corazón y mi carácter delante de ti. Doblo mis rodillas en tu presencia, quiero descansar en ti. Mi mayor necesidad eres tú, quiero estar cerca de tu corazón.
Leave A Reply