Salmo 45:1 NBV “Mi corazón rebosa de hermosos pensamientos! Recitaré un bello poema para el rey, pues mi lengua es como la pluma de un hábil escritor”.
Este salmo es considerado un salmo mesiánico porque describe en cierta forma la relación de Cristo con la iglesia, su novia. Cada vez que nos encontramos con Dios a diario es el momento perfecto para expresarle nuestro amor. No tenemos que esperar una canción retiro, debemos poder expresar a Dios nuestro amor con naturalidad. Es decir, que cada oración sea un poema para nuestro Dios, para así entablar una amistad íntima con Dios.
Todos nosotros desde el momento que nacimos y fuimos creciendo, fuimos conociendo personas con las cuales muchas veces logramos entablar amistad porque teníamos afinidades o intereses en común. Cuando éramos niños, ¿recuerdas quiénes eran tus amigos, tus amigas, tus vecinitos, tus primitos, tus compañeritos de colegio? Muchas veces, ellos se nos acercaban a nosotros. Ellos o ellas nos escogían, no nosotros a ellos. La ocasión, la oportunidad nos hizo “amigos”. En muchos casos, cuando la oportunidad se perdió, ya no nos vimos más. ¿Verdad? La familia de la vecinita se mudó y se acabó la amistad. Acabamos el curso de inglés y nuestra amiga en el salón se fue y hasta el día de hoy no sabemos qué fue de su vida. En clase nos reíamos de todo, éramos íntimas o al menos eso parecía. Ni qué decir de nuestras amigas de la adolescencia. Simplemente compartimos un trecho del camino juntas, aun cuando lo hicimos con mucha intensidad. En la adolescencia, nuestros amigos eran todo para nosotros, ¿verdad?
Pero amistad es cuando tú escoges a una persona porque tiene algo especial y único para ti… y te propones estrechar vínculos con ella, sirviéndola y siembras en ella y tiendes puentes y te comprometes con ella en las buenas y en las malas.
La amistad está estrechamente ligada al servicio. Por ejemplo, uno conoce a una persona y me interesa iniciar una amistad con ella porque es una persona valiosa para uno. Yo tengo que cultivar esa relación. Sembrar en ella. Llevar quizá a la persona en mi carro, invitarla a almorzar, hacerle favores, hacerle compañía cuando lo necesite, etc. Si te pones a pensar, verás que siempre es así. ¿De quién te haces amiga en un trabajo? De la persona que te enseña, de la que te acompaña a tomar el bus y te dice cómo llegar a tu casa de regreso, de la que te hace un favor o te presta algo. El servicio es la llave de la amistad. Por eso, si queremos tener amigos… debemos ser serviciales en todo momento.
Proverbios 18:24 NBV “Hay amigos que nos llevan a la ruina, pero hay amigos más fieles que un hermano”.
Amiga es aquella persona con quien podemos pensar en voz alta porque no nos juzga y nos acepta como somos. Aun cuando es lo suficientemente sincera para decirnos las cosas de frente, precisamente porque nos ama.
¿En qué debemos de fijarnos para entablar una amistad?
- Fíjate si la persona ama a Dios. Si ama a Dios, nos podrá amar a nosotros.
- Observa sus principios y valores. Eso viene desde la cuna.
- Evalúa si puedes confiar en ella, si es sincera.
- No te fijes en cómo la persona es contigo, sino en cómo es con todos. A veces decimos: Ella es una excelente amiga mía. Es muy discreta, nunca dirá algún secreto. Pero si cuenta los secretos de otros, también hará lo mismo con los nuestros. Si habla mal de otras personas que la consideran su amiga, hablará de nosotros a nuestras espaldas. Si es chismosa y nos trae chismes siempre, tarde o temprano llevará a otros chismes nuestros. No pensemos que con los demás es así pero con nosotros, no. Eso no existe.
- A un amigo o amiga se le conoce en los tiempos difíciles. Si te juzga, critica o te dice: “Cuando se te pasen los problemas, me llamas” o lo demuestra con su actitud, no es tu amiga. Es más, no sabe ser amiga. Porque la Biblia dice en Proverbios 17:17 NBVque un amigo lo es en TODO tiempo. Nos ama cuando tenemos la razón y cuando no la tenemos, nos ama cuando tenemos éxito y cuando fracasamos, nos ama en salud y en enfermedad, nos ama cuando estamos arriba y cuando estamos abajo. Y también dice que un amigo es como un hermano en tiempos de angustia y necesidad.Amigo es el que se queda cuando todos los demás se van.
- Observa si es agradecida. Hay gente que cree que todo se lo merece. Tiene una mala actitud y si es tu amiga, por más que le des de tu amor, de tu tiempo, de tu dinero… nunca se saciará pues no sabe ser agradecida.
- Observa cómo se relaciona con el dar y con el dinero. Uno conoce a una persona por la manera que maneja el dinero. Hay personas que son convenidas y están con uno por interés, para ver qué sacan.
Ahora, ¿te imaginas forjar una amistad con Jesús? Él es el mejor amigo que alguien pueda tener.
1) En primer lugar, Él es el amor. Yo sé que Jesús está conmigo en los momentos difíciles, que es cuando se prueba el amor. Cuando Jesús contó la parábola del Buen Samaritano, podemos identificar que Él es ese buen samaritano… que nos encuentra en las encrucijadas de la vida, cuando estamos más golpeados, abandonados por todos, juzgados por muchos y amorosamente nos recoge y se hace cargo de nosotros. El amor de Jesús es sacrificial (Juan 15:13).
Por eso, yo siempre le digo a Jesús: “Preséntame a tus amigos. Yo me equivoco al escoger mis amistades pero tú no”. Yo ahora solo quiero tener como amigos a personas que sean amigas de mi amigo Jesús. A veces, paramos de arriba a bajo con personas a las cuales nunca escogimos y de inercia, como ellas nos buscan, las consideramos nuestras amigas y le abrimos nuestro corazón. Pero yo te aconsejo que mejor ores y le preguntes a Jesús si esa amistad vale la pena y si Él la aprueba. Yo he aprendido que Jesús es el único que sabe lo que hay en el corazón del hombre. Nosotros nos equivocamos.
2) Jesús como amigo es fiel. Aun cuando nosotros no seamos fieles con Él, Él permanece fiel. No nos dejará ni nos desamparará. Amigo es el que se queda cuando todos se van. Me gusta como Jesús habló algo fuerte que nadie entendió en Juan 6:54. Muchos se escandalizaron y volvieron atrás. Pero los amigos de Jesús, sus doce discípulos se quedaron. Jesús estaba cerniendo a sus seguidores. Separaba el trigo de la cizaña. Él estaba hablando de la Santa Cena. A través de ella, recibimos vida eterna y como dice Juan 17:3la vida eterna es que te conozcan a ti, el único y verdadero Dios.
3) Cuando uno tiene un amigo, le abre confiadamente su corazón.Delante de un amigo podemos pensar en voz alta. Cuando Jesús es nuestro amigo, la comunicación con Él es fácil. Fluye de manera natural. Nosotros le abrimos nuestro corazón pero Él también nos abre el suyo. Si tú tienes a Jesús como amigo, conoces sus prioridades, haces tuyas sus cargas, sus sueños. Nadie puede decir que es amigo de Jesús y no predicar el evangelio. Y es que ese es el anhelo en el corazón de nuestro amigo. ¿Quieres saber si tú eres amigo de Jesús? Lee Juan 15:14y sabrás lo que Él espera y anhela de ti.
4) Cuando Jesús es tu amigo, le consultas las cosas.Sabes que siempre te dará un buen consejo. Que todo te lo dice por tu bien y si te corrige es porque te ama.
5) Si tienes de amigo a Jesús te gustará pasar tiempo con Él.Esa persona que cuando viene a verte ya se quiere ir o que siempre está apurada, acuérdate de mí… no es tu amiga. Está a tu lado por algún interés o por cumplir. Los amigos en cambio disfrutan pasando tiempo juntos porque tienen mucho en común. Igualmente si eres amigo de Jesús, disfrutarás tu tiempo devocional y no será una carga para ti. ¡Estás con tu mejor amigo y puedes pasar horas charlando con Él! Jesús al buscar discípulos, buscó amigos.
Cuando Él escogió a sus discípulos el primer requisito fue que pasaran tiempo con Él. Marcos 3:14. Primero era pasar tiempo con Él, luego como consecuencia… ir a predicar.
6) Jesús como amigo es leal y nos va a defender. No permitirá que nadie hable mal de nosotros y siempre pensará lo mejor de nosotros. La realidad es que ni tú ni yo somos amigos perfectos, ninguno de nosotros podemos llenar la medida como amigos.
Pero existe alguien que aunque tú no le has ofrecido nunca tu amistad, te la ha dado sin pedir nada a cambio. Él te conoce aunque quizá tú no le conoces, Él conoce cada detalle de tu vida, está a tu lado y nunca te ha fallado aunque no le has prestado atención como Él se lo merece. Ese amigo se llama Jesús.
Él ha estado contigo en los momentos más difíciles… cuando llorabas, Él lloraba a tu lado. Porque a pesar de que te merecías el sufrimiento, Él no te quería ver sufrir. Él ha permanecido a tu lado siempre a pesar de que tú no has creído en Él. Aunque te has reído de sus palabras, Él quiere darte su amistad incondicional, Él se quitó sus ropas de rey y se hizo hombre para venir a morir por ti, para que tuvieras vida eterna. Porque Él quiere tener una amistad íntima contigo pero tus faltas, nuestras faltas, nos separan de Él. Si quieres aceptar su amistad, tienes que empezar arrepintiéndote de tus pecados y pidiéndole perdón por todas las veces que le fallaste, pecando e incluso, sabiendo muchas veces que lo que hacías estaba mal, Jesús te ofrece su amistad, ¿la aceptas?
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