¡Qué importante es decirle a Dios que lo amamos y poder decírselo a diario! El escritor del Salmo 84 anhelaba encontrarse con Dios más que cualquier cosa en su agenda. No hay nada más que toque el corazón de nuestro Dios que sus hijos que demostrándole amor y demostrándole que Él es nuestra prioridad.
Salmo 84:1-2 NBV “1¡Cuán hermoso es el lugar donde tú habitas, oh Señor Todopoderoso! 2Casi me desmayo pues mi deseo más intenso es entrar en los atrios del Señor; con todo mi ser, alma y cuerpo, alabaré alegremente al Dios viviente”.
El salmista no iba a la presencia de Dios por obligación o por costumbre ni siquiera por necesidad sino porque amaba la presencia de Su Dios. Tu familia va a cambiar, tus finanzas… Todo va a cambiar cuando busques la presencia de Dios como primer recurso, como único refugio, cuando te enamores tanto de Dios que no lo busques por obligación o por costumbre, sino porque lo amas y estás enamorado de Él.
Salmo 84:10 NBV “Un sólo día en tu templo es mejor que mil en cualquier otro sitio. Preferiría ser portero del templo de mi Dios que vivir una vida cómoda en palacios de maldad”.
Para el salmista no había cosa más importante, no había algo más hermoso, no había nada más especial que la presencia de Dios. Una vida fuera de la presencia de Dios no tiene sentido y cada día en Su presencia es algo especial y único.
La presencia de Dios hay que buscarla, el salmista determinó buscar la presencia de Dios todos los días de su vida. La Biblia dice que Dios se deja hallar por aquellos que le buscan y Jesús mismo dijo: “Buscad y hallaréis, tocad y se os abrirá “. No podemos pretender tener Su presencia y cautivar Su corazón si no la buscamos con todo lo que somos, si nuestro amor por Él no es sincero y desinteresado.
Salmo 26: 8 NBV “Señor, amo tu santuario en donde mora tu gloria”.
Hay muchos que dicen que aman a Dios pero no oran, no lo buscan. Si tú amas a Dios, ama también pasar tiempo con Él e invierte en tu relación porque es ahí donde te encuentras con Él, donde lo puedes alabar y adorar, donde puedes rendir tu corazón y Él te puede abrazar, restaurar y levantar.
Los salmos nos muestran que David amaba profundamente la presencia de Dios y era allí donde encontraba algo más. David tuvo muchos enemigos durante toda su vida y muchos de estos fueron más grandes y poderosos que él pero encontró en la presencia de Dios la protección para su vida.
Salmo 27: 1-3 NBV“1El Señor es mi luz y mi salvación; ¿a quién temeré? El SEÑOR me protege del peligro, ¿quién podrá amedrentarme? 2Cuando los malvados se lancen a destruirme, tropezarán y caerán. 3Sí, aunque un poderoso ejército marche contra mí, mi corazón no abrigará temor. Aunque ellos me ataquen, confío en Dios”.
Fue tal la protección de Dios, que hizo que este hombre nunca conoció la derrota en su vida. No importaba el tamaño de sus enemigos pues siempre obtenía la victoria. No importa el tamaño de tu enemigo o de tu problema, no importa si un ejército se levanta contra ti, Dios lo aplastará porque Su presencia está contigo.
La presencia de Dios se convirtió en el refugio de David en los momentos de adversidad, de soledad y angustia.
Salmo 31: 20 NBV “Oculta a tus amados en el refugio de tu presencia, a salvo bajo tu mano, a salvo de las lenguas acusadoras”.
Cuando estás enamorado de Dios, sientes Su protección en todo momento. Sé que hay muchos que no pueden dormir por las deudas, la enfermedad, los problemas, pero los enamorados de Su presencia encontramos PAZ porque Dios es quien paga nuestras deudas, quien sana nuestras enfermedades y soluciona nuestros problemas.
Salmo 3: 4-7 NBV “4Clamé al Señor a voz en cuello, y él me respondió desde su monte santo. 5Luego me acosté y dormí en paz, y desperté a salvo, porque el Señor velaba por mí. 6Y ahora, aunque diez mil adversarios me tengan cercado, no tengo miedo. 7¡Levántate, oh Señor! ¡Sálvame, Dios mío! ¡Rómpele la quijada a mi enemigo! ¡Rómpele los dientes a los malvados!”.
David clamó a Dios y luego se fue a dormir tranquilo porque sabía que su vida estaba en manos de Su Señor. Cuando uno sale de la presencia de Dios, sale con esa paz y aunque hay circunstancias difíciles podemos dormir tranquilos, seguros que Dios tiene todo bajo control. No hay mejor lugar que la presencia de Dios.
Lo mejor de nuestro día empieza en la presencia de Dios.
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