Cada uno de nosotros mantiene un dialogo interno, una conversación con nosotros mismo a lo largo del día. De hecho, hablamos más cada uno consigo mismo que con cualquier otra persona. La pregunta es ¿Qué te dices? ¿En qué meditas? ¿Son tus pensamientos positivos? ¿Tus pensamientos te afirman? O andas por allí pensando cosas negativas. Ese tipo de conversación negativa contigo mismo impide que puedas llegar más alto. Tenemos que aprender a reprogramar nuestra mente para no parecer un disco rayado, para poder descansar. ¡No escuches las voces que quieren hundirte!
Lee este Salmos 4 :1-8 “Tú, Dios mío, eres mi defensor; ¡respóndeme cuando te llame! Siempre que tengo problemas, me ayudas a salir de ellos; ¡compadécete de mí, y escucha mi oración!
2 Ustedes los que se creen importantes, ¿me van a seguir insultando, y jugando con mi honor? ¿Van a seguir con sus mentiras y engaños?
3 Sépanlo de una vez: Dios me muestra su amor porque le soy fiel; ¡por eso me escucha cuando lo llamo!
Dios es tu defensor, quien te responde, Él que te saca de los problemas.
v.4 ¡Cuidado, no pequen más! Cuando llegue
la noche y se acuesten a dormir, pónganse a pensar en todo lo que han hecho.
v.5 Ofrézcanle a Dios lo que él les ha pedido, y pongan
su confianza en él.
v.6 ¡Hazte presente, Dios mío, y muéstranos tu bondad, pues no faltan los que dicen que tú no eres bondadoso!
Así como el sol irradia calor, Dios irradia bondad. No es lo que Él hace, es quién es Él. La misma naturaleza de Dios es buena. Demasiadas veces, Dios está trabajando en nuestra vida, mostrándonos favor, protegiéndonos, enviandonos salud, pero no reconocemos su bondad. No des las cosas por sentadas. Todas las cosas buenas que nos pasan, el trabajo que tenemos, la familia es porque Dios es bondadoso con nosotros.
Te aliento a hacer tres cosas:
- Espera la bondad de Dios todos los días. Despiértate con esperanza.
- Reconoce la bondad de Dios. No son coincidencias, sino Diosidencias, no existen los golpes de suerte, existe la bendición de Dios contigo.
- Siempre agradécele a Dios por su bondad. Vive con una actitud de gratitud. Comienza cada día tu diario de bendiciones.
v.7 Hay muchos que son felices comiendo y bebiendo de más, pero yo soy muy feliz porque mi alegría viene de ti.
Cuando te sientas tentado a desanimarte, repasa todas las cosas por las que le das gracias a Dios. No permitas que nada ni nadie opaque tu alegría. Recuerda quien es el dador de la alegría… es Dios.
Muchas personas hoy están buscando paz interior verdadera. Buscasn a través de las relaciones, de las adicciones, el dinero, los aparatos electrónicos e incluso la religión para tratar de encontrar algo que llene el vacío interior. Pero la verdadera paz no se encuentra en nada que este mundo pueda ofrecer; solamen se encuentra a tráves de una relación personal con Jesús.
v.8 Cuando me acuesto, me duermo enseguida, porque sólo tú, mi
Dios, me das tranquilidad.”
Después de una larga noche, evaluamos los eventos del día, pueden haber problemas sin resolver, puede ser dificil deshacerse de pensamientos negativos que amenazan con robarte el sueño, pero quedarte despierto y preocuparte no cambiará ni mejorará la situación en lo más mínimo. Este es un buen momento para compartir tus preocupaciones con Dios y pedir su ayuda. La ansiedad podemos echarla sobre Dios, entregarle nuestros pensamientos y confiar en que Él nos dará la solución.
Después acuéstate y duerme en paz.
Leave A Reply