v.6 -8 “Me acuesto y me acuerdo de ti; durante toda la noche estás en mi pensamiento. ¡Tú eres quién me ayuda! ¡Soy feliz bajo tu protección! ¡A ti me entrego por completo, porque tu gran poder es mi apoyo!”
En esa situación desearíamos refugio, un lugar seguro, que tenga todo lo que necesitamos. Pero David se encuentra en un ambiente opuesto: el desierto seco y árido.
La gran ansiedad de David le roba el sueño y llena su mente de pensamientos angustiantes. De madrugada David está despierto (v. 1). Toda la noche está acostado, pero no está durmiendo en paz ni está viviendo confiado (Sal. 4:8).
¿Qué sucede? ¿Cambia su situación? ¿Sale del desierto y llega a su palacio?
No, la situación de David no cambia. Lo que cambia es su enfoque. En vez de enfocarse en sus circunstancias angustiantes, David se enfoca en su Dios. Busca a Dios con anhelo intenso.
El Salmo 63 nos enseña cómo tratar con nuestra desesperación. La clave no es cambiar nuestra situación sino cambiar nuestro enfoque.
“No vivas dentro de tus recursos” actuemos con osadía, creamos con intensidad. Tu enfoque determinará tu resultado. Haz GRANDES PLANES.
Melvin Evans dijo: “Los hombres que construyen el futuro son los que saben que las cosas más grandes todavía no han sucedido, y que ellos mismos las van a hacer suceder. Sus mentes están iluminadas por el brillante sol de la esperanza. Nunca se detienen para dudar. No tienen tiempo para eso”.
Mi Psa. Mirta Hornung siempre dice que sí perseguimos dos conejos, ambos se nos escaparán. Debemos enfocarnos en uno solo y hacerlo bien.
Formúlate la siguiente pregunta ¿A qué estoy apuntando en esta nueva realidad? Lo cierto es que hay demasiadas personas yendo a muchas direcciones pero no llegan a ningún lado. No podemos darnos el lujo de malgastar el tiempo. Pablo decía. “una cosa hago… prosigo a la meta” Filipenses 3:13.
En lo que pongas tu corazón determinará la forma en que vivirás tu vida.
Enfócate en Dios, y ten el suficiente enfoque para decir “NO” a muchas buenas ideas, pero que te sacan de tu propósito en esta vida. Clic para tuitearUna de las razones por las que muchas personas no disfrutan de la vida, se pierden algunas de las bendiciones que Dios quiere darles, o se sienten mal consigo mismas es que no terminan lo que comienzan. Eso es por falta de enfoque. Nunca llegan a experimentar la alegría de una meta lograda o de un deseo cumplido porque no prosiguen a pesar de los desafíos que surgen.
Entonces, cuando surge algo que parece difícil, que nos desafía o que nos da más de lo que queremos afrontar, sacamos una excusa, como:
- Esto es demasiado
- No tengo suficiente tiempo
- No había planeado eso hoy
- No puede ver cómo eso funcionará
- No tengo ganas de hacerlo
- Tengo demasiados problemas personales y están pasando demasiadas cosas en mi vida ahora
- No sé cómo hacer eso
- Nunca he hecho eso
- No tengo a nadie que me ayude
- Me muero de miedo
¡Te animo hoy a deshacerte de tu bolsa de excusas! Todas esta que detallé más arriba las usé yo. CAMBIA tus pensamientos, eso cambiará tu vida.
Deja de mirar todas tus debilidades porque la fortaleza de Dios se perfecciona en nuestra debilidad. Tú no necesitas capacidad, necesitas disponibilidad y una actitud enfocada que diga “puedo hacerlo” con Dios Clic para tuitear Cuento con la ayuda de Dios, Él y yo somos mayoría, nunca he quedado avergonzada.
Leave A Reply