3 Julio – Dios de los ejércitos

Salmos 69:6 NBV“No sean avergonzados por causa mía los que en ti confían, oh Señor Jehová de los ejércitos; No sean confundidos por mí los que te buscan, oh Dios de Israel”

Llegó el fin de nuestra vergüenza, el fin de nuestra aflicción, comienza un tiempo nuevo para los que confiamos en Dios.

Qué emocionante es saber que los hijos del Dios de los ejércitos, no será para nosotros un impedimento. Si es necesario, el sol y la luna se detendrán hasta que ganemos la batalla.

Dios dice que nunca estamos solos en la batalla, Él está con nosotros.

Dios tiene una fuerza de combate poderosa.

Isaías 1:24 NBV“Por tanto, así dice el Señor, el Señor Todopoderoso, el Poderoso de Israel, dice: ¡Derramaré mi ira sobre ustedes, enemigos tuyos!”.

 Josué 1:5 NBV“Nadie podrá hacerte frente mientras vivas, porque yo estaré contigo como estuve con Moisés; no te abandonaré, ni dejaré de ayudarte”.

A Dios no se le escapa nada, tú eres intocable porque el escudo de Dios está a tu favor. El Señor de los ejércitos nunca duerme, Él está velando nuestros sueños. Quizá me dirás: “Es que tú no sabes por lo que estoy pasando. No tengo trabajo, las deudas me aplastan, estoy desesperado, me siento morir cada vez que algo me sale mal”.

Déjame leerte la Biblia: “Estamos acosados por problemas, pero no estamos vencidos. Enfrentamos grandes dificultades, pero no nos desesperamos. Nos persiguen, pero Dios no nos abandona- nunca. Nos derriban, pero no nos pueden destruir. Por dondequiera que vamos, este cuerpo nuestro se enfrenta a la muerte al igual que Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nosotros. A diario corremos peligro de muerte por servir a Jesús, para que también en nosotros se vea la vida que Jesús da. En conclusión: La muerte actúa en nosotros y en ustedes se hace presente la vida” (2 Corintios 4:8-12 NBV)

La naturaleza humana siempre busca protección. Es decir, necesitamos sentirnos protegidos. El enemigo aprovecha esa situación y nos hace pensar que Dios ya se adormeció para nosotros, que nos ha olvidado, que no nos protege ni nos cuida. Pero déjame decirte que Dios mismo te cuida en este momento, Él es tu sombra protectora. Si no me crees, lee el siguiente pasaje bíblico:

Isaías 27:3 NBV“Israel es mi viña y yo, el Señor, cuidaré las viñas fructíferas. Cada día las regaré y las vigilaré día y noche para mantener alejados a todos los enemigos”.

Quizá no te has dado cuenta porque estás más enfocado en el ruido de tus circunstancias. Es necesario que apacigües tu corazón y escuches lo que el Señor tiene para ti. Guarda silencio y deja que Dios pelee por ti.

Salmos 46:10 NBV“¡Silencio! ¡Sepan que yo soy Dios!”.

El Señor de los ejércitos quiere ser el Dios que libre tus batallas. No te desanimes en el camino porque el enemigo tratará de hacerte perder el poder para conquistar.

Pero recuerda que tú y yo somos parte del ejército de Dios… No el sindicato de Dios para andar protestando, sino que tenemos que obedecer todo lo que Él nos dice y si vas a temer algo, que sea a Dios. Él te escucha, así que convierte cada una de tus preocupaciones en oraciones.

Santiago 5:4 NBV “Ustedes no pagaron el salario a los obreros que les trabajaron sus campos, y ese hecho grita contra ustedes. El grito de protesta de esos trabajadores lo ha escuchado el Señor Todopoderoso”.