Lo que Jesús le dijo al ciego nos lo repite a nosotros. ¿Qué quieres que haga por ti? Lucas 18:41 NBV. Uno pensaría que la respuesta es obvia. Cuando un hombre ciego pide ayuda a Jesús, ¿No es obvio lo que necesita? Sin embargo, Jesús quería escuchar que el hombre expresara sus peticiones de forma específica. Y hoy Dios quiere lo mismo de nosotros. Presenta tus peticiones a Dios de manera específica.
Por ejemplo: Cuando se estaba acabando el vino en la boda, a María no le bastó decir: “Ayúdanos, Jesús”. Ella fue específica: “Ya no tienen vino” (Juan 2:3).
El amigo necesitado en la parábola de Jesús pidió: “Amigo, préstame tres panes” (Lucas 11:5) No dijo “dame algo de comer” o ¿puedes ayudarme? Él hizo una petición específica.
Jesús en el huerto de Getsemaní, oró específicamente “Pasa de mí esta copa” (Lucas 22.42)
3 motivos por los que debemos hacer oraciones específicas:
Una oración específica es una oración importante: si te digo; en algún momento pasaré por tu casa, nadie me tomaría muy en serio. Pero supón que te digo: ¿puedo pasar por tu casa este sábado a las 8pm? Tengo un problema en el trabajo y necesito tu consejo. Puedo llegar 8 en punto y me voy 8:30pm no te quitaré mucho tiempo. Entonces entiendes que es algo sincero y necesario. Cuando le presentamos a Dios nuestras oraciones específicas, Dios entiende lo mismo.
Una oración específica es una oportunidad para ver a Dios en acción: Cuando Dios responde a esa oración específica, nuestra fe crece. En Génesis 24:12-14 el siervo de Abraham fue enviado a encontrarle una esposa al hijo de su amo y oró así. “Luego comenzó a orar: «Señor, Dios de mi amo Abraham, sé misericordioso con mi amo y ayúdame para cumplir el propósito de mi viaje. 13 Mira, aquí estoy junto al pozo de agua, a la hora en que las muchachas del pueblo vienen a sacar agua. 14 Permíteme saber cuál es la joven que tú has escogido para que sea la esposa de tu siervo Isaac. Te suplico que esa joven sea a quien yo le diga: “Por favor, baje su cántaro para que yo pueda tomar un poco de agua”, y que me conteste: “Tome usted, y también le voy a dar de beber a los camellos”. De esta manera podré estar bien seguro de que en verdad amas a mi amo Abraham».
¿Díganme si este hombre no fue específico? Y Dios le respondió instantáneamente. V.15 “Todavía estaba orando, cuando vio que se acercaba una muchacha con su cántaro al hombro. Era Rebeca, la hija de Betuel. Este Betuel era el hijo de Milca y de Najor, el hermano de Abraham.”
Una oración específica crea una carga más ligera: la ambigüedad y el que muchas de nuestras ansiedades no estén bien definidas hacen que parezcan amenazantes.
Una cosa es orar así: Dios, te pido que bendigas la reunión que tengo mañana. A otra manera muy distinta es orar así: Dios, mañana tengo una conferencia con mi cliente a las 2pm. Esta persona me intimida ¿podrás ayudarme, por favor dame serenidad, que tu paz me ayude a dormir bien esta noche, que tu sabiduría esté sobre mi para hablarle con seguridad. Ablanda su corazón y dale un espíritu generoso. Ayúdame a tener una reunión amable en la que ambos nos beneficiemos y que tu estés en el asunto. Redujiste el problema a una dificultad del tamaño de una oración.
Yo no le estoy diciendo a Dios lo que tiene que hacer, ¡Dios me libre!, lo que hago es abrirle mi corazón, ser transparente, mostrarte tal y como soy contarle, lo que me gusta y lo que no me gusta. Sé que no podemos impresionar a Dios con nuestras palabras, pero nuestra petición sincera si conmueve su corazón.
1 Pedro 5:7 NBV “Dejen en las manos de Dios todas sus preocupaciones, porque él cuida de ustedes.”
Tan pronto sientas que la ansiedad crece en tu interior, ponla en las manos de Dios y hazlo de forma específica.
Encuentra una promesa que se ajuste a tu problema y desarrolla tu oración alrededor de ella. Clic para tuitear El camino de tu paz está pavimentado con oración. Clic para tuitearDios, tu dijiste que estarías conmigo cuando pase por aguas profundas. Isaías 43:2
Dios, tu dijiste que estarías a mi lado cuando ande en el valle de sombra y muerte. Salmos 23:4
Dios, tu dijiste que nunca me dejarías ni me abandonarías. Hebreos 13:5
Menos consternación, más oración.
Menos pensamientos ansiosos, más pensamientos saturados de oración.
Comment
Que poderoso mensaje, siempre lo he pensado, Dios nos habla a través de tantos medios y se que mi Dios cumplirá sus promesas, a pesar de muchas veces no ser tana mala hija de Dios, él será FIEL con todos nosotros.