Salmo 27 Dios mío, tú eres mi luz y mi salvación; ¿de quién voy a tener miedo? Tú eres quien protege mi vida; ¡nadie me infunde temor! 2 Cuando mis malvados enemigos me atacan y amenazan con destruirme,son ellos los que tropiezan, son ellos los que caen.3 Me puede atacar un ejército, pero yo no siento miedo; me pueden hacer la guerra, pero yo mantengo la calma. 4 Dios mío, sólo una cosa te pido, sólo una cosa deseo: déjame vivir en tu templo todos los días de mi vida, para contemplar tu hermosura y buscarte en oración. 5 Cuando vengan tiempos difíciles, tú me darás protección: me esconderás en tu templo, que es el lugar más seguro. 6 Tú me darás la victoria sobre mis enemigos; yo, por mi parte, cantaré himnos en tu honor, y ofreceré en tu templo sacrificios de gratitud. 7 Dios mío, te estoy llamando: ¡escúchame! Ten compasión de mí: ¡respóndeme! 8 Una voz interna me dice: «¡Busca a Dios!» Por eso te busco, Dios mío. 9 Yo estoy a tu servicio. No te escondas de mí. No me rechaces. ¡Tú eres mi ayuda! Dios mío, no me dejes solo; no me abandones; ¡tú eres mi salvador! 10 Mis padres podrán abandonarme, pero tú me adoptarás como hijo. 11 Dios mío, por causa de mis enemigos dime cómo quieres que viva y llévame por el buen camino. 12 No dejes que mis enemigos hagan conmigo lo que quieran. Falsos testigos se levantan, me acusan y me amenazan. 13 ¡Pero yo sé que viviré para disfrutar de tu bondad junto con todo tu pueblo! 14 Por eso me armo de valor, y me digo a mí mismo: «Pon tu confianza en Dios. ¡Sí, pon tu confianza en él!»
Cuando David escribió este Salmo 27, estaba atravesando un tiempo difícil. Las cosas no estaban yendo como quería. Pero él dijo en referencia a eso: “No estoy preocupado. No estoy molesto. Viviré para disfrutar de la bondad de Dios.
Esta situación en la que estoy puede ser difícil, pero no va a robar tus planes. Eso no va a hacer que renuncies a tus sueños. Estemos confiados en que veremos la bondad de Dios, el favor de Dios.
Así es como debe ser tu actitud hoy, porque en lo que te enfoques es lo que verás. No importa lo que diga el reporte del médico, no importa cómo se ven las finanzas ahora, no importa cuán mala parezca esa relación. ¡Confía que verás la bondad de Dios! ¿De qué vas a tener miedo? Si Dios es quien protege tu vida. Nada es demasiado difícil para Dios. Permite que su paz te instale en tu corazón.
Necesitamos tener esperanza que algo bueno nos va a pasar aquí en la tierra. Yo creo que Dios no nos ha puesto aquí solo para esperar hasta que lleguemos al cielo, Dios quiere que tengamos una vida abundante ahora. Él nos ha creado para un destino de bien para que seamos felices.
¿Cómo demostramos que tenemos confianza en Dios que veremos sus promesas cumplirse?
- Debemos ser valientes
El temor es una sombra negra que nos envuelve y que con el paso del tiempo nos aprisiona dentro de nosotros mismos. En algún momento de la vida, todos hemos sido prisioneros del temor. Hemos sido rechazados o mal entendidos. Le hemos temido a la inseguridad, a la enfermedad o a la muerte. Sin embargo, podemos vencer el temor si confiamos en Dios. Repite: ¡nadie me infunde temor!
No puedes aceptar el temor en tu vida. A veces, cuando no vemos que las cosas se solucionan, comenzamos a entrar en un estado de pavor, andamos angustiados, preocupados, etc. Hazte una pregunta, ¿cuándo te levantas en qué piensas primero, en lo que te falta o en lo que tienes?
Bishop Dale Bronner dijo “No dejes que lo que ves, te distraiga de lo que no ves”. Suelta tus miedos y sé valiente para empezar a salir adelante. La única forma de cambiar las cosas es empezar a hacer cosas nuevas y para eso, se necesita valentía.
Tu mañana está construido de las decisiones valientes que tomes Hoy.
Dios quiere empezar un nuevo tiempo en tu vida y que lo empieces con valentía.
- Debemos esforzarnos
Nosotros recurrimos a Dios con frecuencia cuando tenemos dificultades, pero David buscaba la dirección de Dios todos los días.
David necesitó cinco piedras para vencer a Goliat, Josué necesitó dar varias vueltas, tocar varias trompetas y personas que griten para que caiga Jericó, la mujer del flujo necesitó esforzarse en abrirse paso delante de la multitud. Todos ellos tuvieron que esforzarse en conseguir su milagro. ¿Tú necesitas un milagro? Esfuérzate, sigue peleando, sigue golpeando. ¡No te canses! ¡No te rindas! Una gota constante puede destruir la piedra más dura. Así que, disfruta lo que haces por el momento, pero esfuérzate porque ya llegará tu oportunidad de cambiar esa situación.
Dios te ha creado para que vivas una vida maravillosa. Así que, espera ver Su bondad en este tiempo con paciencia. David estaba pasando por una prueba, pero tenía la confianza que Dios lo ayudaría en esta vida. Esperar en Dios no es fácil, hay veces que parece que no responde a nuestras oraciones o que no comprende la urgencia de nuestra situación, pero recuerda que vale la pena esperar en Dios. Él utiliza los tiempos de espera para renovarnos e instruirnos, para fortalecer nuestro carácter. Así que, aprovecha los tiempos de espera porque Dios quiere enseñarte Su bondad.
Leave A Reply