Salmo 91:1-15 TLA Vivamos bajo el cuidado del Dios altísimo; pasemos la noche bajo la protección del Dios todopoderoso.
2 Él es nuestro refugio, el Dios que nos da fuerzas, ¡el Dios en quien confiamos!
3 Sólo él puede librarnos de los peligros
ocultos y de enfermedades mortales;
4 sólo bajo su protección podemos vivir tranquilos, pues
nunca deja de cuidarnos.
5 Ni de día ni de noche tendremos que preocuparnos de
estar en peligro de muerte.
6 Ni en las sombras de la noche, ni a plena luz del día,
nos caerá desgracia alguna.
7 Tal vez a nuestra izquierda veamos caer miles de
muertos; tal vez a nuestra derecha veamos caer diez mil más, pero a nosotros
nada nos pasará.
8 Con nuestros propios ojos veremos cómo los malvados
reciben su merecido.
9 El Dios altísimo es nuestro refugio y
protección.
10 Por eso ningún desastre vendrá sobre nuestros
hogares.
11 Dios mismo les dirá a sus ángeles que nos cuiden por
todas partes.
12 Los ángeles nos llevarán en brazos para que no
tropecemos con nada;
13 andaremos entre leones y serpientes, ¡y los
aplastaremos!
14 Dios dice: «Mi pueblo me ama y me
conoce; por eso yo lo pondré a salvo.
15 Cuando me llame, le responderé y estaré con él en su
angustia; lo libraré y lo llenaré de honores, le daré muchos años de vida, y lo
haré gozar de mi salvación».
Para nosotros como seres humanos sentirnos seguros y protegidos es crucial. Dios nos ofrece esa protección.
Dios es nuestro refugio cuando no tenemos dónde ir, es nuestra protección cuando nadie más nos protege. No hay mejor lugar para esconderse que en las alas de Dios, cuando no tenemos fuerzas, tan sólo hablar con Él y sentirnos revitalizados, mejor que cualquier energizante… Su fuerza nos ayuda a continuar.
Una de las funciones de los ángeles es cuidar a los hijos de Dios. Eso nos hace recordar que Dios nunca nos pierde de vista, siempre estamos protegidos, resguardados y cuidados por Él. Así que, no temas. No te sabotees a ti mismo, confía en Dios y en Sus promesas. El temor y la fe son opuestos. Temor es fe en lo que el diablo dice y la fe viene por el oir lo que Dios dice. Si uno entra en nuestra vida, el otro sale.
El sentimiento que prevalece en el mundo es el temor. La publicidad y el marketing lo usan tremendamente porque vende. El temor es la fe que algo malo nos va a pasar. El temor es la expectación del mal… Así que, cuando tememos, estamos siendo negativos. Temor es el apellido del diablo. Es una de las cosas más nocivas que hace que nuestra vida sea miserable. El temor produce angustia, ansiedad, opresión, insomnio, stress, locura, crisis nerviosas, histerismo, esclavitud, derrota. Existen enfermedades causadas por el temor (psicosomáticas). También, es una causa del suicidio (su temor al futuro es más fuerte que su amor por la vida). El temor trae muerte (uno puede asesinar por temor a ser descubierto), nos lleva a huir, a no poder ser la persona que Dios planeó que fuéramos. El temor suele ser el mayor impedimento espiritual para que la gente pueda rendirse completamente a Dios. 1 Juan 4:18 TLA “La persona que ama no tiene miedo. Donde hay amor no hay temor. Al contrario, el verdadero amor quita el miedo. Si alguien tiene miedo de que Dios lo castigue, es porque no ha aprendido a amar”. Por ejemplo: Si te tienen que hacer una endodoncia y le tienes temor al dentista, una semana antes de tu cita ya estás que no puedes pensar en otra cosa y cada vez que piensas, te aterras… sufres siete días, en lugar de un momento, una hora en todo caso.
Hay voces que nos dan temor y hacen que amplifiquemos el mal, el fracaso, la enfermedad, el peligro, la preocupación. Detrás de todo temor hay duda del cuidado de Dios y su amor por nosotros. Nosotros no estamos encargados de auto protegernos. El temor se saltea a Dios por completo. No lo toma en cuenta. Temor es fe en lo malo.
Todo puede caer, pero tú y yo debemos estar firmes en Dios. A veces, sentimos que un ciclón pasa por nuestras vidas, pero por más fuertes que estén los vientos, parémonos en la Palabra de Dios que permanece para siempre.
Hoy podemos estar viviendo una situación muy compleja y temer al futuro. ¿Qué pasará? Las bolas corren. Y qué decir de los temores propios de las mujeres… ¿Me casaré? ¿Le daré un padre a mi hija? ¿Conseguiré empleo? Otros tienen temor a envejecer, a que nos llegue la menopausia o temor a morir de tal o cual enfermedad, temor a la soledad, temor al rechazo y al fracaso.
La ansiedad y la preocupación son otros dos seudónimos del temor. Algunas personas son adictas a preocuparse y cuando parecen tener una tregua, entonces empiezan a preocuparse por otros, pero viven preocupadas.
Si siempre andas preocupado, no podrás vivir en la paz que Jesús ganó para ti en la cruz. Preocupación es tener la mente en algo que produce turbación, ansiedad, amedrentamiento, temor, pánico y desasosiego. Es atormentarse uno mismo con pensamientos perturbadores.
Mateo 6:25-34 TLA “No vivan pensando en qué van a comer, qué van a beber o qué ropa se van a poner. La vida no consiste solamente en comer, ni Dios creó el cuerpo sólo para que lo vistan.
26 »Miren los pajaritos que vuelan por el aire. Ellos no siembran ni cosechan, ni guardan semillas en graneros. Sin embargo, Dios, el Padre que está en el cielo, les da todo lo que necesitan. ¡Y ustedes son más importantes que ellos!
27 »¿Creen ustedes que por preocuparse vivirán un día más? 28 Aprendan de las flores que están en el campo. Ellas no trabajan para hacerse sus vestidos. 29 Sin embargo, les aseguro que ni el rey Salomón se vistió tan bien como ellas, aunque tuvo muchas riquezas.
30 »Si Dios hace tan hermosas a las flores, que viven tan poco tiempo, ¿acaso no hará más por ustedes? ¡Veo que todavía no han aprendido a confiar en Dios!
31 »Ya no se preocupen por lo que van a comer, o lo que van a beber, o por la ropa que se van a poner. 32 Sólo los que no conocen a Dios se preocupan por eso. Ustedes tienen como padre a Dios que está en el cielo, y él sabe lo que ustedes necesitan.
33 »Lo más importante es que reconozcan a Dios como único rey, y que hagan lo que él les pide. Dios les dará a su tiempo todo lo que necesiten. 34 Así que no se preocupen por lo que pasará mañana. Ya tendrán tiempo para eso. Recuerden que ya tenemos bastante con los problemas de cada día.”
Este pasaje nos muestra que las preocupaciones son inútiles. No resuelven nada. Dios nos dice que podemos nosotros estar seguros que Él nos está cuidando.
Tenemos el celular de Dios, nosotros lo llamamos y Él nos responde. En momentos de angustia, no busques otra solución pues las respuestas las tiene Dios.
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