Te ha pasado que tienes que operarte de algo y la noche anterior al procedimiento no puedes ni dormir de la preocupación, a mi me ha sucedido 2 veces. Una con la operación a mi ojo perezoso y otra cuando me sacaron la vesícula. Estas preocupaciones y temores son muy importantes y reales. La actitud de un paciente afecta su capacidad para relajarse y cooperar con durante la cirugía.
Cuando estamos enfermos, nos preocupamos por curarnos y no nos damos cuenta de que Dios ha creado nuestros cuerpos con un estimado de treintaisiete billones de células que están trabajando activamente para lograr la sanidad.
La preocupación es autodestructiva. Lo que temes del mañana todavía no ha llegado. ¿Conoces a alguien que ha estado paralizado por el miedo y el pensamiento negativo? ¿O que ha estado personalmente tan preocupado que no podía pensar con claridad, dormir en paz o actuar con prudencia? Mucha gente se preocupa por el futuro cuando debería estar preparándose para enfrentarlo. Este tipo de preocupación crónica es una enfermedad altamente auto infecciosa que puede infiltrarse hacia el interior de nuestro ser. Puede infectar nuestros pensamientos, actitudes y acciones. Puede destruirnos física y emocionalmente. Y lo peor de todo, puede destruirnos espiritualmente, porque la preocupación y el temor crónicos causan una división entre nosotros y nuestra confianza en Dios.
¿Alguna vez notaste que por muchas preocupaciones que tengamos, el pesimista, siempre tiene lugar para una más?
¿Qué nos receta nuestro médico de cabecera? Salmos 91:5 TLA “Ni de día ni de noche tendremos que preocuparnos de estar en peligro de muerte.” Clic para tuitearTodos los días debemos resistirnos a la tentación de preocuparnos y temer.
El tratamiento más efectivo para esta enfermedad destructiva es doble.
Debemos cultivar es agradecimiento mientras caminamos en el amor de Dios y descansamos en Él. Al confiar en Dios, aprendemos a vivir en su paz sin importar la situación que enfrentemos en la vida. Clic para tuitearDebemos cultivar es agradecimiento mientras caminamos en el amor de Dios y descansamos en Él. Al confiar en Dios, aprendemos a vivir en su paz sin importar la situación que enfrentemos en la vida.
Los pacientes agradecidos tienen las mismas preocupaciones y problemas que muchos de nosotros enfrentamos, pero eligen no preocuparse, no temer. En cambio, optan por ser agradecidos. Una actitud constante de agradecimiento los libera de las garras del miedo y llena sus mentes de la paz de Dios.
Podemos estar agradecidos por sus bendiciones y dejar que la gratitud llene nuestros corazones. Podemos estar llenos de paz sin que importen nuestras circunstancias. Cuando nos enfocamos en Él con corazones agradecidos, podemos ser fieles a Aquel que provee con fidelidad.
¿Estás abrumado por la preocupación? ¿Estás lleno de miedo? Cuando la preocupación te roba la paz, el ladrón está dentro de ti. Hay refugio en los brazos amorosos de Dios. Clic para tuitear Cuando busque conocer a Dios como un amigo, Él te enseñará cómo descansar en Él. Romperá los lazos de la preocupación. Desterrará al miedo. Obtendremos su paz real y duradera. Jamás aceptes el consejo del miedo. Siempre hay otro camino.
La Biblia nos dice repetidamente: «No temas» y «No tengas miedo».
En muchos de esos pasajes estas frases van seguidas por las palabras «yo estoy contigo» u otras similares. Debido a que Dios está con nosotros no tenemos que temer. Aprendamos a confiar plenamente en Dios con agradecimiento por su gracia. ¡Él destruirá el miedo y la preocupación! ¡Él nos dará paz ahora y siempre!
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Excelente, que Dios te bendiga siempre.