“Perdida ya toda esperanza, llamé a mi Dios, y él me respondió; ¡me liberó de la angustia! Dios está conmigo: no tengo miedo. Nadie puede hacerme daño, Dios está conmigo y me brinda su ayuda. ¡Estoy seguro de ver la derrota de los que me odian! Vale más confiar en Dios que confiar en gente importante.” Salmos 118:5-9 TLA
Me gustaría animarte a que leas este Salmo nuevamente en voz alta y lo interiorices.
Querido temor:
Solamente me refiero a ti como “querido” debido a nuestra relación íntima por tanto tiempo, y ciertamente no porque seas querido para mí de ninguna manera. De hecho, has sido una influencia atormentadora de principio a fin. Me has dicho mentiras y has evitado que haga las cosas que yo quería hacer y debería haber hecho. Sin duda eres un compañero miserable y desgraciado, uno con el que ya no estoy dispuesta a relacionarme. Te escribo esta carta para hacerte saber que desde este momento en adelante, ¡no temeré! Aunque puede que siente tu sombra, no me intimidaré ante tus demandas. Tengo un amigo y su nombre es Jesús, y Él ha prometido no dejarme ni abandonarme nunca, sino estar conmigo siempre. Él es ciertamente una mejor influencia para mi, y aunque te di cierto poder de tonta, la diferencia que hace para mi caminar con Jesús es inigualable. Cuanto más tiempo paso con Jesús, más valiente me vuelvo. Él me está enseñando un nuevo modo de vivir, que es emocionante y lleno de aventura; uno que carece de temor.
Quiero informarte también de que ya tengo tanta experiencia contigo y sé lo derrotista que es escucharte, ahora tengo la intención de decirles a todas las personas que pueda que eres un ladrón y un mentiroso. Conocer a Jesús me hizo libre. En caso de que decidas desperdiciar tu tiempo e intentar volver a visitarme incluso después de mi carta, te hago saber de antemano que serás recibido por mi FE en Dios y mi determinación a nunca más volver a pisar el palito. ¡No temeré!
Sincera y decididamente, __________________________________
Escribe tu nombre aquí (en tu mente)
Creo que necesitamos tomar una decisión, y esa decisión involucra no volver a temer. Repite ¡no temeré! Es necesario que establezcas en tu mente que ya cortaste al temor de raíz, que es un ex con el que nunca volverías a entablar una relación. ¡Se terminó!
Si te habías casado con el temor, ¡es momento del divorciarte! Es momento de cortar todos los vínculos y situarte en una posición donde seas libre para vivir la vida que deseas. El temor nos retiene, llevándonos marcha atrás, pero esa marcha ha sido eliminada de nuestras vidas.
¿sabías que la Biblia dice 365 veces “no temas”? una para cada día del año.
¿le dirás adiós al temor? HOY NO. ¡Hoy viviré por FE!
Leave A Reply