4 Junio – Derribados pero no destruidos

¿Qué haces cuando todo se sacude y parece derrumbarse?

2 Corintios 4:7-9 TLA “Cuando Dios nos dio la buena noticia, puso, por así decirlo, un tesoro en una frágil vasija de barro. Así, cuando anunciamos la buena noticia, la gente sabe que el poder de ese mensaje viene de Dios y no de nosotros, que somos tan frágiles como el barro. ⁸ Por eso, aunque pasamos por muchas dificultades, no nos desanimamos. Tenemos preocupaciones, pero no perdemos la calma. ⁹ La gente nos persigue, pero Dios no nos abandona. Nos hacen caer, pero no nos destruyen.”

En medio de las dificultades, hay una luz que brilla en nuestro corazón puesta por Dios para no desfallecer. Pueden presionarnos las dificultades, perseguirnos los problemas, derribarnos los golpes bajos pero todo eso que nos sucede es externo, dentro de nosotros hay una luz que no se apaga, una luz que nos enciende, una luz que nos recuerda a quién nos parecemos, a Dios; a Aquel que nunca ha sido derrotado.

Nahúm 1:7 TLA “Nuestro Dios es bondadoso y cuida de los que en él confían. En momentos de angustia, él nos brinda protección.”

Y si Dios está cerca, tú y yo tenemos la victoria asegurada. De lo que tienes que estar seguro es que Dios es bueno, te cuida, te protege. ¡No dudes!

La gente exitosa, casi siempre tiene más fracasos que los demás; ¡pero no renuncia! En nuestra hoja de vida, no está la opción de abandonar Clic para tuitear, así que cuando te den tanto y pienses que ya fue suficiente, y estés a punto de desistir, repítete a ti mismo ¡No les voy a dar el gusto de verme destruida! ¡No voy a abandonar! ¡No huiré! ¡Me levantaré!

Margaret Thatcher decía: “Tal vez tenga que pelear una batalla más de una vez para ganarla”

Así que sea éxito o fracaso lo que estás atravesando, el resultado de esto será ¡carácter!.  Así que nunca abandones la carrera, porque Dios nunca te abandona a ti. No es el final de algo, a menos que tú lo digas. Clic para tuitear

Richard Nixón decía: “Un hombre no está acabado cuando es derrotado, está acabado cuando abandona la lucha”

Escuchamos en el día a día: “todo va de mal en peor”, pero aún así seguimos adelante. Me he dado cuenta de que el secreto de mi supervivencia es la existencia de Dios.

La razón por la que seguimos de pie, después de ser prácticamente sepultados, es porque Dios puso dentro nuestro; todo lo que necesitamos para ser invencibles. Él mismo nunca ha sido derrotado, nunca renuncia, no se da por vencido y yo como fiel hija suya; tengo ese potencial por dentro.

Mi Dios es un luchador, vivió a propósito en esta tierra para mostrarnos que tu y yo tenemos un propósito por cumplir; una misión por realizar.

De lo que podemos estar seguros es que estamos en la palma de las Manos de Dios. Él dijo que si perseveras en fe, Él no solo te sacaría a flote, sino que te pondría en mejor lugar del que estabas antes.

Puede que te hayan derribado, pero no te quedes derribado, que eso no te destruya. Declara: una montaña puede haberse interpuesto en mi camino, pero Dios me ayudará a hacer un túnel. Un camino se me puede haber cerrado, pero Dios me dará alas para volar a cumplir Sus sueños.

Así que cuando nuestro mundo se viene abajo, es momento para mantenernos firmes en Dios.

He decidido que cada vez que caiga, recogeré algo bueno del piso para volver a levantarme. A veces se gana, a veces se pierde, pero siempre se aprende.

Derribado, pero no destruido.

Presionado, pero no aplastado.

Perplejo, pero no desesperado.

Casi muerto, pero nunca abandonado por Dios, puedo confiarle a Él todas mis batallas.

Ora conmigo: Dios mío ayúdame a volver a levantarme, dame las fuerzas que necesito para no permanecer derribada. Que la luz interior que pusiste en mi corazón brille con más fuerza cuando me siento apagada. Gracias porque nunca nos abandonas.