Hay momentos donde no puedo más de la angustia en pensar que mis seres queridos podrían ya no estar conmigo, o que alguien a quien amo contraiga el virus, es allí en esos momentos que decido conectarme con Dios y liberarme de todo lo que me oprime.
“Lleno de angustia llamé a mi Dios, y él me escuchó desde su templo; ¡mi oración llegó hasta sus oídos! 2 Samuel 22:7 TLA Clic para tuitearLo mejor que podemos hacer cuando estamos angustiados es recurrir a Dios, abrazarnos de su gracia y llamarlo. ¡Dios mío, ayúdame!
Todos tenemos preocupaciones y problemas, pero tú, ¡créele a Dios! A pesar de las situaciones que se derrumban a tu alrededor o aunque veas una bendición o una respuesta muy lejana… ¡No te angusties, tu confía! Clic para tuitear Siempre tendremos situaciones que se nos irán de las manos y de las cuales no podremos hacer nada al respecto. Es por ello por lo que debemos aprender a vivir el día a día. Dejarnos envolver por el amor de Dios. Clic para tuitearPon en las manos de Dios tus problemas y descansa en Él, confía… pues si Dios tiene el control, en cualquier momento cambiará el canal, esto solo es un capítulo, una mala temporada, pero no toda la historia de tu vida. Clic para tuitear Ya las cosas marcharán mejor de lo que imaginas.
Salmos 68:19 TLA “ ¡Bendito seas siempre, nuestro Dios! Tú, Dios y salvador nuestro, nos ayudas en nuestros problemas.”
Otra versión de la Biblia dice que Dios nos carga mientras estamos preocupados. Esto me recuerda las veces que hemos caminado con Dios y le hemos contado nuestros problemas, preocupaciones o luchas, pero cuando hemos volteado a verlo ya no lo veíamos en la escena ni lo sentimos tan cerca porque solo vemos dos huellas y hemos pensado: “¿Dios me abandonó? ¿Será que se cansó de mí?”. Pero es allí donde hemos sentido una voz interna que nos dice: “Esas dos huellas son las mías porque cuando tú ya no puedes más, cuando estás tan cargado y afligido… Yo te cargo como un Padre que carga a su hijo cuando se cansa”.
A veces cuando de niña me sentía desprotegida la voz de mi papá, o un abrazo de mamá me hacía volver a mi norte, tranquilizarme. En tu angustia, deja que sea Dios quien te abrace.
Hoy estoy segura de que no estarías tan preocupado si supieras que Él te está cargando y que la solución que Dios tiene es la que necesitas. Clic para tuitearPara el día de mañana, Dios nos regala un nuevo amanecer porque sabe que estaremos puestos en pie, fortalecidos sabiendo que Él está con nosotros.
Salmos 9:9-10 TLA “Tú, Dios mío, proteges a los que son maltratados y los libras de la angustia. Los que te conocen confían en ti, pues nunca los abandonas cuando te buscan.”
JAMÁS seremos abandonados cuando lo busquemos. Así que, recuerda siempre que Dios quiere darte paz en medio de la preocupación. Ven a Jesús, Él no vino por los sanos sino por los enfermos. Ve hacia tu Padre Dios, así como estás en este momento: cansado, afligido o lleno de preocupaciones porque Él te abrazará, te guiará…
Tu píldora contra el estrés será: Cada mañana le entregaré a mí Dios las cargas y preocupaciones. Iré por la vida abrazada de Él, con la seguridad de que Él jamás me abandonará. Clic para tuitear
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