Imagina un banco que todos los días por la mañana te acredita 86,400 dólares pero el depósito no se transfiere al día siguiente, al final del día se te termina ese dinero y lo que no te gastaste durante el día se perdió. ¿Cuántos gastaríamos todo el dinero o por lo menos lo transferiríamos a otra cuenta? Ese banco existe es el BANCO DEL TIEMPO.
Cada mañana Dios nos deposita 86,400 segundos para gastarlos como nosotros queramos. En esta cuenta no hay protección de ningún tipo y en cualquier momento se puede cerrar la cuenta sin previo aviso y si fallas la perdida es tuya… Esta cuenta o la usas o la pierdes.
Filipenses 3:13-14 TLA “Hermanos, yo sé muy bien que todavía no he alcanzado la meta; pero he decidido no fijarme en lo que ya he recorrido, sino que ahora me concentro en lo que me falta por recorrer. Así que sigo adelante, hacia la meta, para llevarme el premio que Dios nos llama a recibir por medio de Jesucristo”
Cuando Pablo dijo: “Sigo adelante hacia la meta”. Quiso decir “… pongo todas mis energías en una sola cosa”. Para él, el pasado era irrelevante… El futuro era lo principal en su vida.
Pablo decía me concentro y es que en enfoque cambia todo.
Concentra tu atención en algo, y luego aplica tu fuerza e impulso para lograrlo. Clic para tuitearMantén la mirada en algo y ve tras ello. No permitas que tu mirada se desvíe hacia la derecha o a la izquierda, hacia arriba o hacia abajo. Y no mires atrás.
Hoy es fácil encontrar que estamos muy apurados, yendo hacia todas partes, corriendo por todo.
Hoy tengo una buena noticia para ti… tú estás más cerca de tus bendiciones hoy, más cerca de tus milagros, pero no te quedes sentado ni callado sino tienes que tienes que concentrarte y correr hacia tu premio. La Biblia dice en DEUTERONOMIO que las bendiciones de Dios nos persiguen, pero tenemos que hacer nuestra parte y correr hacia ellas. Clic para tuitear
No abandones la carrera antes que ocurra un milagro.
1 Corintios 9:24 TLA “Ustedes saben que, en una carrera, no todos ganan el premio, sino uno solo. Pues nuestra vida como seguidores de Cristo es como una carrera, así que vivamos bien para llevarnos el premio.”
Procura correr tu propia carrera, no te preguntes ¿Por qué no corro tan rápido como el otro? ¿Por qué no tengo el carisma que tiene el otro? Cada uno tiene una misión específica.
Tú tienes tu propia carrera, es decir, no te compares con otros, puesto que cada uno tiene sus tiempos y sus objetivos. No permitas que los demás intenten que cumplas con sus expectativas. Tú tienes tu propia carrera. El éxito no tiene que ver con números o logros sino que es el estar viviendo en la voluntad de Dios y en su tiempo. ¡Sé fiel en lo poco porque Dios te va a dar mucho más! No te compares, enfócate en tus metas y sigue con el propósito que Dios ha dispuesto para ti.
Romanos 12:11 TLA “Trabajen con mucho ánimo, y no sean perezosos. Trabajen para Dios con mucho entusiasmo”
Los cementerios están llenos con epitafios que tácitamente dicen nacieron, vivieron y murieron y nunca supo para qué existió. Sería una lástima si vivimos y nuestra vida no valió la pena. ¿Por qué o a quién estás dando tu vida? Por tu trabajo, por tu familia, por tu novia(o), por tus estudios…
Sigue adelante, Dios es tu mejor motivador e incluso no ha acabado contigo. Sigue adelante, cuando tengas ganas de tirar la toalla, úsala para secarte el sudor y continuar. Sigue adelante, aunque nadie te lo agradezca, tu premio está en el cielo.
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