“Les doy la paz, mi propia paz, que no es como la paz que se desea en este mundo. No se preocupen ni tengan miedo por lo que pronto va a pasar” Juan 14:27 TLA
Jesús dijo que no deberíamos permitir que nuestros corazones se angustiaran ni se acobardaran. Observa que es una decisión que tenemos que tomar. Él no dijo: “Me aseguré de que tus circunstancias sean perfectas. De ese modo podrán ser felices”
Él dijo, en efecto: “Las cosas que les molestan en este momento no tienen por qué molestarles. Las personas que les ofenden, incluso si no cambian, no tienen por qué molestarles”. Si haces algunos ajustes y cambias tu enfoque de la vida, puedes ser feliz a pesar de esas circustancias.
Hoy te estoy pidiendo que dejes de permitir que personas negativas, desengaños e inconvenientes te roben tu alegría.
“Cualquier tonto inicia un pleito, pero quien lo evita merece aplausos.” Proverbios 20:3 TLA
Cuando permites que lo que alguien dice o hace te ofenda, estás permitiendo que esa persona te controle. Cuando dices: “me da cólera” “me enfurece”, lo que realmente estás haciendo es admitir que estás renunciando a tu poder. Las personas tienen derecho a decir lo que quieran, a hacer lo que quieran, mientras sea legal. Y tenemos derecho a no sentirnos ofendidos. Tenemos derecho a pasarlo por algo. Pero cuando nos ofendemos y nos enojamos, cambiamos. Si alguien entra en una habitación y nosotros nos ponemos tensos, se debe a que hemos dado demasiada importancia a lo que esa persona piensa de nosotros.
Yo decidí liberarme de esa presión. Lo que una persona diga de ti no define quién eres. Su opinión de ti no determina tu dignidad propia. Deja que eso te resbale comos si fuera agua sobre las plumas de un pato. Esa persona tiene todo el derecho a tener una opinión, y tú tienes todo el derecho a pasarla por alto. Elévate por encima de eso. No tienes por qué estar de acuerdo con esas personas. No tienes por qué ganarte su aprobación. Déjalo pasar, y sé quien Dios te ha creado.
No tienes que responder a cada crítica. No tienes que demostrarle nada a nadie. Tan solo permanece por encima y permite que Dios pelee tus batallas por ti.
Me encanta Jesús cuando envía a sus discípulos a ciertas casas, les dijo que hablasen paz sobre cada casa. Y dijo, en efecto: Si ellos no la reciben, entonces la paz que les ofrecen regresará a ustedes. Puedes ver Lucas 10:5-6
Eso me dice que si haces todo lo posible por estar en paz con la gente, incluso si ellos no aceptan tu paz, la buena noticia es que esa paz regresará a ti de todos modos. No solo disfrutarás de su paz, sino que también se te dará la parte de ellos.
Cuando haces lo correcto cuando sucede lo incorrecto, Dios lo ve y te recompensa. Tu trabajo es ser quien Dios te creó, vive en paz.
¿Qué tenemos que decirle a Dios? Dios, examina mi corazón, mi mente. Ayúdame a soltar las ofensas y abrazarme de la paz. Dame sabiduría para saber responder con amor y cuando refrenar mi lengua de manera que pueda honrarte en todo lo que hago.
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