Lucas 11:13 TLA “Si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, con mayor razón Dios, su Padre que está en el cielo, dará el Espíritu Santo a quienes se lo pidan.”
Los mejores regalos siempre los da Dios, pero solo lo reciben aquellos que lo piden. A mí me encanta recibir regalos cuando es cumplo años, el mejor regalo de Dios que he recibido es el Espíritu Santo. En el Antiguo Testamento estaba Dios Testamento Jesús y al irse dijo mi Padre nos enviará al consolador, que es el Espíritu Santo. ¡No estamos solos, el Espíritu Santo vive con nosotros! Pídele a Dios que el Espíritu Santo esté contigo siempre.
Mateo 7:7-8 TLA “Pidan a Dios, y él les dará. Hablen con Dios, y encontrarán lo que buscan. Llámenlo, y él los atenderá. Porque el que confía en Dios recibe lo que pide, encuentra lo que busca y, si llama, es atendido”
Dios nos dice más de una vez: “SIGUE, no te pares a mitad del camino… SIGUE pidiendo y recibirás…
SIGUE buscando y encontrarás… SIGUE llamando y se te abrirá”. No te aburras tan fácilmente de CREER.
Algunos piensan: “Dios sabe lo que necesito”. Es cierto, Él sabe lo que necesitas, pero quiere oírlo de tus labios, quiere oír que a pesar del tiempo aún continúas creyendo en Él que lo puede todo. A todo buen padre le gusta que sus hijos le pidan porque busca complacer sus deseos. A nuestro Padre Celestial, con mayor razón le gusta que le digamos los anhelos de nuestro corazón porque, aunque los sabe, el que se los digamos le demuestra que confiamos en Él.
Otros piensan que a Dios no hay que molestarlo con tonterías, la Biblia nos relata innumerables veces que los discípulos de Jesús le preguntaban cualquier cosa. Como, por ejemplo: ¿Dónde quieres ir a comer? en Mateo 26:17 TLA
Otros critican y dicen que a Dios no se le pide dinero ni que cancele sus deudas, pero no es lo que me muestra la Biblia en Mateo 17:24-27 TLA “Cuando Jesús y sus discípulos llegaron al pueblo de Cafarnaúm, los que cobraban el impuesto para el templo fueron a preguntarle a Pedro: ¿Paga tu maestro el impuesto para el templo? Pedro contestó: —Sí, lo paga. Cuando Pedro entró en la casa donde estaban todos, Jesús le habló primero y le dijo: —Dime, Pedro, ¿a quiénes cobran los reyes impuestos y contribuciones? ¿A los ciudadanos de su reino, o a los extranjeros? Pedro contestó: —A los extranjeros. Jesús dijo: —Entonces, los ciudadanos del reino no tienen que pagar impuestos. 27 Sin embargo, para que estos cobradores no se enojen, ve al mar y echa tu anzuelo. Ábrele la boca al primer pez que saques, y allí encontrarás una moneda. Toma ese dinero, y paga mi impuesto y el tuyo.”
No es malo pedirle a Dios, el pedirle a Dios es bíblico. Esto no es parte de la teología de la prosperidad. Jabes, un personaje de la biblia, le pidió a Dios en 1 Crónicas 4:10 TLA “Cuando Jabes nació, su madre le puso ese nombre porque le causó mucho dolor durante el nacimiento. En cierta ocasión, Jabes le rogó a Dios: «Bendíceme y dame un territorio muy grande; ayúdame y líbrame de todo mal y sufrimiento». Dios le concedió su petición, y Jabes llegó a ser más importante que sus hermanos.”
Jabes no trató de torcerle el brazo a Dios ni darle penita, aun cuando su nombre significaba “dolor”, simplemente PIDIÓ y Dios que es tan bueno le concedió lo que pidió. Cuando tú no le pides a Dios, no estás creyendo en Su bondad y una de sus más grandes características es que Su bondad es para siempre.
Jacob valientemente dijo: “… No te suelto si no me bendices“. Génesis 32:26 TLA
Él estaba soltero y sin compromiso a la vista. Imagino que en sus oraciones diarias estaría su matrimonio… Y le tocó trabajar catorce años para casarse… No pares de orar y de pedirle a Dios, insiste, Jacob luchó por sus sueños, quizá eso sea lo que falta: “Convertirme en un luchador”. No existe la conquista sin una lucha previa pues después de ella, todo para Jacob cambió: su nombre, su propósito, su estado civil, su futuro e inclusive se encontró cara a cara con Dios porque cuando tú pides algo a Dios, siempre supera tus expectativas pues te da más de lo que pides y tienes aun para regalar.
Génesis 33:11 TLA “Ten la bondad de aceptarme este regalo. Te lo traigo porque Dios me ha dado mucho, y tengo todo lo que necesito. Ante la insistencia de Jacob, Esaú lo aceptó.”
¡Qué lindo! Dios hoy nos promete hacer pasar Su bondad delante de nosotros y si esto es así, entonces porqué no pedirle. En otra versión de la Biblia dice: “haré pasar mi bien” que significa cosas buenas, propiedad, justicia, belleza y prosperidad.
Dios es tan abundante con Su bondad, que Su amor es un amor del bueno. Te sorprenderás si sigues pidiendo, si sigues creyendo, serás mucho más bendecido solo porque Él quiere las mejores bendiciones para ti que eres Su hijo.
El hijo pródigo muestra la actitud del hermano mayor, una actitud de reclamo al Padre cuando regresó su hermano menor, diciéndole que ni un cabrito le dio nunca para celebrar, pero el Padre le dijo: “Todo lo mío es tuyo solo debías pedirlo”. Ese es nuestro Padre Celestial, el Dueño de Todo, pero debemos pedirle y debemos hacerlo bien porque si pedimos mal, Él no nos dará nada.
Dios nos ama más de lo creemos y Él sabe el momento preciso, el cuándo y el cómo lo hará, pero también debe asegurarse de que tú y yo estemos preparados para recibirlo. Cuando más tiempo crees que Dios tarda es porque más grande será tu bendición. Así que, sigue pidiendo, sigue buscándolo y sigue llamando porque las puertas de los cielos se abrirán cuando se lo pidas.
Santiago 1:17 TLA “Todo lo que es bueno y perfecto es un regalo que desciende a nosotros de parte de Dios nuestro Padre, quien creó todas las luces de los cielos. Él nunca cambia ni varía como una sombra en movimiento”
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Muy bonito pasaje que nos invita a reflexionar que en tiempos de angustia, contamos con la presencia de Dios para fortalecernos.