La ansiedad en el Siglo XXI es conocida como stress. Dios no nos manda vivir en stress sino en paz. La paz no es externa, sino que está dentro del corazón y viene por confiar en Dios.
El mundo produce paz: Una puesta de sol puede producirnos paz, también lo puede hacer el regar las plantas, el jugar con una mascota, el echarnos en una hamaca, pero podemos estar lo más relajados del mundo y viene alguien y nos da una mala noticia y nos caemos de la hamaca, dejamos de regar las plantas, etc.
La paz que Dios nos da, en cambio permanece a pesar de las circunstancias y la gente dice: Cómo ella a pesar de todos los problemas que tiene puede reflejar paz, cómo ella a pesar de sus necesidades económicas no está renegando ni quejándose, cómo ella a pesar de sus dolores se da tiempo para preocuparse y atender los problemas de otros.
¿Qué dice la Biblia? “Bástele a cada día su propio afán” y si nos ponemos a mirar la mayor parte de nuestras preocupaciones no son acerca del hoy sino acerca del mañana. Y no tenemos potestad sobre el futuro ni sabemos siquiera lo que acontecerá. La Biblia dice “Por nada estemos afanosos, sino sean conocidas nuestras peticiones en toda oración y suplica en el espíritu”. Todos los días necesitamos pedirle paz a Dios. Cuando las preocupaciones legítimas de nuestra vida son manejadas erróneamente pueden llevarnos a tener preocupaciones dominantes que nos conduzcan al temor (Job 3:25). Para el que cree todo es posible. Si tú piensas: “No, yo no voy a poder…no podrás. No creo que este mes me alcance el dinero, no te alcanzará”. Tenemos poder en las palabras que decimos. Apenas nos despertamos le pedimos a Dios paz y decimos que como nuestros días serán nuestras fuerzas. Que Dios suplirá toda necesidad. Que ese problema no nos va a alterar los nervios porque nuestros nervios están en manos de Dios.
¿Cómo me captura la preocupación?
Cuando los escenarios que dibujo en mi mente sobre el futuro me ahogan y me hacen desconfiar de las promesas y del poder de Dios. Lucas 8:14 TLA “Las semillas que cayeron entre los espinos representan a los que oyen el mensaje, pero muy pronto el mensaje queda desplazado por las preocupaciones, las riquezas y los placeres de esta vida. Así que nunca crecen hasta la madurez.”
¿Qué daños me causa?
- Me ROBA concentración y me hace IMPRODUCTIVO. Cuando estamos estresados no podemos concentrarnos en una sola cosa, no avanzamos y por ende no producimos.
- Me ROBA el DESCANSO, tiempo que podríamos estar descansando, el stress es como un zancudo que viene a chuparnos la poca energía que tenemos, algo que no nos deja dormir.
- Me ROBA las promesas de Dios, podríamos estar confiando en Dios, pero el stress nos distrae de poner nuestra mirada en Dios, miramos el problema.
¿Cómo escapo de la preocupación? Recordando 4 cosas:
- Para Dios soy el ser más valioso de toda la creación
Algunas veces el enemigo nos dice: Fue tu cumpleaños y nadie se acordó de ti. Viniste de viaje y no tuviste ni a quién enseñarle tus fotos. Te enfermas y ni preguntaron por ti. Déjame decirte que todos somos cisternas rotas, pero podemos ir a la fuente que es Dios. Dios se interesa por ti y por mí. Antes que naciéramos Él planificó nuestra vida, nos dio propósito, envió a su Hijo previendo que necesitaríamos sanidad, prosperidad, bendiciones. Entonces si a Dios, la persona más importante del universo le intereso, soy especial para Él. Pero tienes que creerle.
Mateo 6:25-26 TLA “No vivan pensando en qué van a comer, qué van a beber o qué ropa se van a poner. La vida no consiste solamente en comer, ni Dios creó el cuerpo sólo para que lo vistan. Miren los pajaritos que vuelan por el aire. Ellos no siembran ni cosechan, ni guardan semillas en graneros. Sin embargo, Dios, el Padre que está en el cielo, les da todo lo que necesitan. ¡Y ustedes son más importantes que ellos!”
- La preocupación es inútil
El diablo te dice: ¿Y tu futuro? Ni tienes seguro médico, cómo será tu vejez.
Nuestra confianza no debe estar en nuestros parientes, amigos ni en las personas. Nuestra confianza no debe estar en nuestro sueldo, nuestra renta, sino debe estar en Dios. No es fácil despojarse de la preocupación. Hay que estar luchando. La preocupación nos deprime, nos pone de mal genio, nos agota, nos consume. Clic para tuitear Hay personas que dicen: Yo soy ansioso y nadie me cambia. Pero Dios nos dice: “Yo no quiero que estén ansiosos porque la preocupación no te la mando yo. Yo te quiero en victoria, en éxito” Salmo 55:23 TLA “Mi amigo, te aconsejo que pongas en manos de Dios todo lo que te preocupa; ¡él te dará su apoyo! ¡Dios nunca deja fracasar a los que lo obedecen! ¡Por eso siempre confío en él!”
Hay personas que dicen cómo tengo que hacer para que Dios se preocupe por mí. SU cuidado no está condicionado a tu fe sino a su Paternidad perfecta. Filipenses 4:6-7 TLA “ No se preocupen por nada. Más bien, oren y pídanle a Dios todo lo que necesiten, y sean agradecidos. Así Dios les dará su paz, esa paz que la gente de este mundo no alcanza a comprender, pero que protege el corazón y el entendimiento de los que ya son de Cristo.”
- Dios tiene una perspectiva eterna no temporal
- Dios es un PADRE que CONOCE mis necesidades
Jesús nuestro modelo nunca estuvo ansioso porque Él no estaba avocado al cumplimiento de sus ideas sino de la voluntad de Dios. Cuando las olas se levantaron, Jesús en la barca dormía como un bebé, cuando el resto estaba ansioso y preocupado. La preocupación viene cuando estamos llevando a cabo nuestros planes y no los de Dios.
Descansa en Él, sal de la celda de la preocupación y confía que Dios conoce tus necesidades. ¡Él tiene cuidado de ti! Clic para tuitear
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