Cuando una persona tiene una atención o un detalle con nosotros, lo primero que brota en un corazón sano es el agradecimiento. Uno quiere hacerle saber a esa persona que está feliz con lo que ha recibido de ella. Uno quiere expresarle la emoción que siente. Y es que a todos nos gusta que nos traten bien o nos hagan un favor. A todos nos gusta que nos regalen, que nos feliciten, que nos ayuden. Repito, si estamos sanos en el corazón. Eso nos hace sentirnos acompañados, no solos. Amados, no rechazados. Sin embargo, tenemos que aprender a expresar nuestro agradecimiento y ejercitarnos en ser agradecidos. El agradecimiento es la memoria del amor. Clic para tuitear
¿Quiénes no son agradecidos?
– Los orgullosos que creen que todo se lo merecen. Ejemplo: “No tengo nada que agradecerle a nadie, yo me hice solo. Yo me quemé las pestañas estudiando.”
– Los que tienen en su corazón amargura y queja. Son negativos y miran lo que les falta y no lo que tienen. Ejemplo: “No tengo nada que agradecer a nadie. Cuando he tenido problemas, nadie ha estado conmigo”. El pueblo de Israel cuando salió de Egipto demoró 40 años en llegar a la Tierra Prometida porque Dios le hizo dar vueltas en el desierto para que se muriera toda la generación mal agradecida.
– Los exigentes que nada les termina de gustar. Ejemplo: “El jean que me regaló no me gustó. Ha podido darme algo mejor con la plata que tiene”. Siempre están descontentos.
– Los duros e indiferentes que no se permiten expresar ninguna emoción porque tienen falta de perdón y eso los bloquea.
Si tú haces algo por alguien y esa persona queda muy agradecida y te lo manifiesta, ¿cómo te sientes? Feliz, satisfecho, deseoso de volverlo a hacer. Si en cambio haces mucho por alguien y nunca lo reconoce y no te lo agradece, ¿cómo te sientes? Decepcionada, frustrada, triste, ya no quieres volverlo a hacer. Y es que hay gente que te quita la voluntad.
¿Cuántas cosas has recibido de las personas y no has sido agradecido? De seguro muchas más de las que imaginas. Si las escribes en una lista, te sorprenderías. A veces pensamos que no tenemos que agradecerle a alguien porque le pagamos, pero eso no es así. Quizás haría su trabajo mucho mejor si además de pagarle, le agradeciéramos. Muchas veces la calidad de un ser humano se ve por su capacidad de agradecimiento.
Trabajo con personas que piensan que es mi obligación hacer cosas por ellos, en cambio hay otros que son extremadamente agradecidas. Y una trabaja con mayor gusto.
Uno quiere darles más a las personas agradecidas que a las ingratas. Igual sucede con Dios. Él siempre quiere darles más a los agradecidos.
¿Cómo sabe Dios si tienes? Porque agradeces. Lo que no agradeces ni valoras tarde o temprano, lo perderás. Cuando agradeces, atraes bendición y estás dando una muestra de saber amar. Recuerda, el agradecimiento es la memoria del amor.
Si a las personas tenemos mucho por agradecer, cuánto más a Dios porque al fin de cuentas es Él quien ha puesto a las personas en nuestro camino. Y es que, Dios usa a algunas personas para ser un canal de bendición para otros. Dios desea que le agradezcamos por todas las cosas, pues todo don viene de Él. Muchas veces las personas creemos que nos ocurren cosas buenas porque hemos tenido suerte, pero hasta la suerte viene de Dios. Tampoco nos ocurren cosas buenas por un horóscopo… Todo lo bueno nos ha venido de la mano de Dios.
Proverbios 16:33 TLA “El hombre propone, y Dios dispone”.
Santiago 1:17 TLA “Dios nunca cambia. Fue Dios quien creó todas las estrellas del cielo, y es quien nos da todo lo bueno y todo lo perfecto.
Si no te ejercitas en el agradecimiento serás una persona quejosa. Clic para tuitear1 Tesalonicenses 5:18 TLA “Den gracias a Dios en cualquier situación, porque esto es lo que Dios quiere de ustedes como creyentes en Cristo Jesús”.
En todo tiempo debemos agradecer a Dios por lo bueno y lo malo. ¿Por lo malo? Sí, porque al justo TODO ayuda a bien. No agradecemos a Dios por el dolor, pero sí porque nos librará de él y veremos su gloria y experimentaremos un milagro. Después de todo, Lázaro necesitó estar muerto para que Jesús lo resucite.
¿Has agradecido a Dios por tus piernas o por tu ropa, por tu esposo y tus hijos, por tu reloj, tu auto? Dar gracias a Dios en todo: Por lo bueno y por lo malo. Y es que si le agradecemos por lo malo de eso malo él sacará un buen fin. Romanos 8:28 NBV “Sabemos que Dios va preparando todo para el bien de los que lo aman, es decir, de los que él ha llamado de acuerdo con su plan”. Las dificultades y las aparentes derrotas momentáneas se convierten en victoria y en motivo de gloria cuando le damos gracias a Dios.
Salmo 34:1 TLA “¡Todo el tiempo te bendeciré!” Todo tiempo significa como en los votos matrimoniales… en salud y en enfermedad, cuando las cosas se dan como tu querías y cuando no se dan. Tu agradecimiento cambia tus circunstancias. Conmueve a Dios. Lo pone a obrar a tu favor.
Si recibimos un favor, la respuesta de una oración debemos compartir con otros nuestra bendición… Contarles porque nosotros vivimos para darle gloria a Dios.
En Lucas 17 cuentan la historia de los 10 leprosos es un clásico ejemplo de agradecimiento. Eran 10 enfermos, pero solo uno volvió a agradecer y alcanzó salvación. No podemos ser personas que nos acercamos interesadamente a Dios. No podemos utilizarlo y dejarlo.
Colosenses 3:15 TLA “Dejen que la paz de Cristo gobierne sus corazones, y sean agradecidos.”
Es tiempo de pedir perdón a Dios por haber sido ingratos, tanto nosotros como nuestras familias. Pongámonos a orar por los que en tu familia no han agradecido a Dios por todo. Hoy tú puedes revertir la situación agradeciéndole a Dios por todo.
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