Una vez fui a la función de un circo que, según todos mis amigos, era el mejor espectáculo del mundo. Me dijeron: “Te vas a sorprender, es espectacular”. Pagué mucho por la entrada, hice colas interminables, compré mi Pop Corn y al terminar la función me sentí estafada… Totalmente decepcionada porque acudí muy expectante y cuando estuve dentro pensé: “Tanto solo para esto”. Estaba experimentando una sensación como si hubiese tenido inflado un globo interno y de pronto se hizo plofff… ¡Qué decepción!
Esa situación me hizo recordar mucho el Proverbios 13:12 TLA que dice “ ¡Qué tristeza da que los deseos no se cumplan! ¡Y cómo nos llena de alegría ver cumplidos nuestros deseos!
La Biblia define la decepción como una “esperanza que se demora”. Es decir, una determinada esperanza que nunca se convierte en realidad o peor aún, que demora en materializarse.
La esperanza frustrada, entonces, es eso que llamamos decepción, desilusión o tristeza:
- Tenías esperanza que alguien cambie o reconozca su error, pero nunca lo hizo… Decepción total.
- Tenías toda la ilusión que al entrar al Gym, bajarías de peso o reducirías medidas, pero pasó todo lo contrario pues aumentaste masa muscular… Decepción total.
- He conocido a muchos amigos, pero a ninguno veo como “el indicado” o “la indicada” y el (la) que me agrada simplemente no me quiere. Decepción total.
- Durante años he estado orando por mi familia y no he visto la respuesta a mis oraciones… Decepción total.
- Me sucede a diario cuando las cosas no funcionan como espero, cuando tengo todo listo, pero el plan falla… el USB no funciona, la alarma nunca suena… Decepción total.
- Mi esposo me ha prometido mil veces que cambiará, pero nunca lo ha hecho… Decepción total.
- Dios me prometió que grandes cosas vendrían para mí y aún soy un simple empleado… Decepción total.
- Cuando compro un cupón de descuento pero no leí las “letras chiquitas” del contrato que decían “No apto para mi distrito” … Decepción total.
- Esperaba tener una grandiosa vida familiar y mi matrimonio terminó en divorcio… Decepción total.
Cuando experimentes una decepción no te detengas en esa página, sigue adelante. Cuando la decepción es muy profunda, las personas se sienten heridas. Tienen amargura y sus actitudes serán de gran desconfianza hacia Dios y hacia los demás. No existe una vacuna anti – decepción sino ya muchos se hubieran inyectado para no sufrir.
Hay un punto en el universo donde ya no existen más expectativas por la vida y los pensamientos de muerte comienzan a plagar el corazón. Algunas personas llegan a considerar el suicidio como una buena opción para poner punto final a su decepción, pero es el corazón el único órgano que aun destrozado continúa funcionando.
Esperabas que algo ocurriera, pero no ocurrió en el tiempo que esperabas, por lo que crees que nunca sucederá. Es así que, tu mente decide sobrellevar esta realidad, donde tienes dos opciones: “O reaccionas en una forma positiva viviendo cada día con expectativa o decides nunca esperar nada de nadie”. Entonces nunca te decepcionaras, sencillamente te rendirás y cuando una persona decide rendirse está a un paso de decepcionarse de sí mismo.
Las decepciones son parte de la vida, tanto como lo es comer o respirar. Todos nosotros, en algún momento, sufriremos decepciones… El asunto es cómo escogemos reaccionar ante ellas. ¿Te hundirás en la tristeza? No permitas que la decepción entre en tu vida porque te va a destruir.
Los seres humanos somos imperfectos: “Si me pellizcas, me duele”… Es decir, decepcionaremos a alguien en algún momento pues así como hay personas que nos han decepcionado, también es muy probable que nosotros hayamos decepcionado a algunos en este camino de la vida.
¡Todo puede suceder! ¡Todos estamos montados en el mismo bote! Sin embargo, se hace necesario procesar y desalojar la decepción, la promesa rota que ha enfermado nuestro corazón. Si atravesaste un divorcio, allí hay una promesa rota. Si te abandonaron y rechazaron, ¡avanza, perdona y olvida! Ya no cargues con ese muerto y si estás decepcionado de ti mismo, necesitas reconocerlo y perdonarte.
Thomas Alva Edison encontró la fórmula para la electricidad luego de probar 10,000 veces y fallar. Nunca se dio por vencido ni consideró esos 10,000 intentos como inútiles. Por el contrario, le parecieron “10,000 maneras de cómo no hacerlo”. Finalmente, debido a su perseverancia tenaz, triunfó y hoy en día ¡podemos disfrutar de la electricidad! Si no hubiese conservado una buena reacción ante el fracaso, no podrías usar la computadora o leer con luz en la noche, no existiría la tecnología de la cual tanto hablamos. ¡Imagínate todo lo que tu vida depende de la electricidad! De acuerdo con esto, quizá no vas a tener éxito inmediato pero ¡NUNCA permitas que una decepción te impida seguir avanzando! Sigue en la carrera de la vida, por más difícil que sea, Dios cumplirá lo que nos ha prometido. Más que poner tu confianza en las personas, confía plenamente en Dios, que es Aquel que nunca nos fallará.
Con cada nueva desilusión, Dios nos da una nueva oportunidad y por cada época de escasez, nos abre el camino a una época de abundancia. Por cada margarita que deshilachamos decepcionados, Dios tiene para nosotros un gran árbol de vida. Cada revés significa que está un paso más cerca de ver el cumplimento del sueño. Clic para tuitear
Pablo en 2 Timoteo 1:6 TLA dijo “…Por eso te recomiendo que no dejes de usar esa capacidad especial que Dios te dio cuando puse mis manos sobre tu cabeza”. Le estaba diciendo: “Timoteo, la vida se va volando. Ocúpate en seguir tu destino. No dejes que una decepción te convenza de abandonar o te quedes donde estás. Tienes que llegar a tus puertas cerradas para poder llegar a tus puertas abiertas. Quizá lo hayas intentado y hayas fallado mil veces, pero nunca se sabe… Clic para tuitear
No te quedes en esa página. Recuerda que todos los seres humanos somos falibles, el único infalible es Dios. Entrégale tus decepciones y Él te dará sus bendiciones.
Leave A Reply