Sir Jim Walker era un hombre muy adinerado y de mucha influencia, que vivía en una enorme mansión y tenía a su servicio un mayordomo bastante tosco en impertinente, al que insistía en dar trabajo a pesar de que, en ocasiones, lo sorprendía perdiendo el tiempo o haciendo sus labores de mal modo. Al preguntarle por qué lo mantenía a su lado y no lo despedía, siempre respondía: “Le estoy agradecido porque con él practico la paciencia. Y este valor me ha ayudado muchísimo en mi vida personal, familiar y en mis negocios”. Otro valioso ejemplo de paciencia que podemos imitar es el de Job, de quien nos habla la Biblia.
Job era un acaudalado empresario de la época y temeroso de Dios, sin embargo, la prueba lo visitó. En un día perdió todo, posesiones e hijos. Entonces, atravesó un proceso que requirió paciencia y fe. Sin embargo, nunca atribuyó despropósito a Dios. A pesar de que sus amigos y su esposa lo criticaban y retaban, él se mantuvo fiel y tuvo paciencia, porque confiaba en el Señor.
Job 1:21-22 TLA “«Nada he traído a este mundo, y nada me voy a llevar. ¡Bendigo a Dios cuando da! ¡Bendigo a Dios cuando quita!”
En medio de la dificultad es muy difícil mantener la calma y la fe, pero es necesario lograrlo para ser capaces de ver la luz al final del túnel. Pon tu mirada en el propósito de Dios para tu vida, ya que este es mucho más grande que el problema que enfrentas hoy en día.
Isaías 40:31 TLA “pero los que confían en Dios siempre tendrán nuevas fuerzas. Podrán volar como las águilas, podrán caminar sin cansarse y correr sin fatigarse»”
La paciencia da fortaleza, mientras que la impaciencia nos la quita. Quien espera en Dios siempre tendrá nuevas fuerzas. La fe y la paciencia mantuvieron firme a Job y te mantendrán firme a ti en cualquier situación. Tus fuerzas provienen de Dios, ten paciencia que todo llega a su tiempo. ¡Nuevas fuerzas vienen en camino!
Romanos 5:3-5 TLA “Pero también nos alegra tener que sufrir, porque sabemos que así aprenderemos a soportar el sufrimiento. Y si aprendemos a soportarlo, seremos aprobados por Dios. Y si él nos aprueba, podremos estar seguros de nuestra salvación. De eso estamos seguros: Dios cumplirá su promesa, porque él nos ha llenado el corazón con su amor, por medio del Espíritu Santo que nos ha dado.”
No te sorprendas cuando venga la prueba de la fe que produce paciencia porque dicha paciencia tiene algo que realizar, produce algo en nosotros. Por ello, la Biblia dice que dejemos que la paciencia termine su obra. Además, dice que todas las promesas de Dios se heredan con fe y con paciencia, es decir que no solo necesitamos fe, también necesitamos paciencia para ver la promesa cumplida en nuestra vida. Al final, Job pudo decir que experimentó el amor de Dios y que sus ojos lo vieron porque su paciencia produjo frutos de bendición sobre su vida.
¿En qué situaciones estás siendo impaciente? ¿Has tirado la toalla, desesperado y ansioso porque los resultados y las promesas no llegaban en el tiempo que pensabas? Haz el propósito de hacer lo correcto en el amor justo, actuando con paciencia y confianza en Dios.
Job 42:10 TLA “ Después de que Job oró por sus amigos, Dios hizo que Job volviera a prosperar, y le devolvió el doble de lo que antes tenía.”
En Dios nunca esperamos en vano, Él siempre recompensa y nos sorprende con lo mejor.
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