Si estas experimentando una enfermedad, es porque necesitas conocer a Dios como tu sanador. El mismo Jesús dijo que no había venido al mundo por los sanos sino por los enfermos.
Muchos de nosotros no valoramos nuestra salud cuando la tenemos, sino sólo hasta que la perdemos Clic para tuitear. La sensación de estar en emergencia, de mirar unas luces en el quirófano, no se las deseo a nadie, son momentos de tensión, momentos en los que pensamos ¿porqué a mí me tiene que pasar esto.?
Éxodo 15:25-26 TLA “Moisés le pidió ayuda a Dios. Entonces Dios le mostró un arbusto y le ordenó que lo arrojara al agua amarga. Moisés así lo hizo, y al instante el agua se puso dulce. En ese mismo lugar Dios puso a prueba a los israelitas y además les dio reglas de conducta.26 Les dijo: «Yo soy su Dios. Yo soy quien les da salud. Si ustedes prestan atención a mis consejos y obedecen estos mandamientos y estas leyes que hoy les doy, y hacen sólo lo bueno, no los castigaré como a los egipcios»”
De este versículo sacamos la siguiente verdad: Dios no envía la enfermedad. Él envía sanidad. Él dice: “Yo soy quien les da salud” Clic para tuitear
Salmos 103:3 TLA “ Mi Dios me perdonó todo el mal que he hecho; me devolvió la salud”
No hay enfermedad que Dios no pueda sanar. A ti te dijeron que para lo tuyo no había cura, que era un mal congénito, que ni tu dinero, ni una operación cambiarían el diagnóstico, pero Dios te dice: “Yo revierto el diagnóstico, tú estás sano”. Repite conmigo: “Yo estoy sano, Dios me devolvió la salud”
1 Pedro 2:24 TLA “Cristo hizo suyos nuestros pecados, y por eso murió en la cruz. Lo hizo para que nosotros dejemos por completo de hacer el mal, y vivamos haciendo el bien. Cristo fue herido para que ustedes fueran sanados.”
Dios se mostró a sí mismo como un sanador. Este es literalmente uno de los nombres compuestos que tiene Dios. Él es “Raphá” que significa “Dios tu Médico”, “El Dios que te sana”. Él por naturaleza es sanador. Su naturaleza nunca ha cambiado y nunca cambiará. Si Dios era un sanador en aquel tiempo, tiene que ser un Dios Sanador hoy. Si Él era un médico en aquel tiempo, es nuestro médico hoy también porque Él no cambia. Eso a mí me da esperanza para saber que Dios me sanará.
Eso me hace pensar en ¿Qué hacía Jesús cuando se encontraba enfermos? Sanó a todos.
Mateo 12:15 TLA “Jesús sanó a todos los que estaban enfermos”
La voluntad de Dios es tu sanidad.
3 Juan 1:2 TLA “…le pido a Dios que te encuentres muy bien, y también le pido que te vaya bien en todo lo que hagas, y que tengas buena salud.” Clic para tuitearCuando Dios te da una promesa es para creerla, no para guardarla.
Proverbios 4:21-22 TLA “Grábate bien mis enseñanzas, y no te apartes de ellas, pues son una fuente de vida para quienes las encuentran; son el remedio para una vida mejor” Clic para tuitearLa Biblia es tu medicina, es todo lo que necesitas. Puede que sea difícil el creer las promesas de Dios al principio porque las circunstancias físicas a lo mejor te estén gritando exactamente lo opuesto a lo que Dios dice. Así que, concéntrate en Dios, no en las evidencias de tus cinco sentidos sino en lo que dice la Biblia.
Job fue un hombre que a pesar de todo lo que le tocó vivir siempre recordó a Dios como su salvador, sanador y su todo. No importa cómo te sientas o cómo lo sientas a Él, la verdad es que Dios te ama y se preocupa por ti. Él tiene el control y te sanará.
Confía cuando no tengas ganas de nada, confía y en Sus promesas por encima de todo. Aférrate a algo que te dé la esperanza que necesitas para creer que estás sano. Clic para tuitearTe animo a leer el Salmos 103, Isaías 54, Salmos 91 y deja que Dios te enseñe que Él es El Sanador.
Permíteme orar por ti: Dios mío tú conoces a la persona que está leyendo esto y que necesita experimentar sanidad física o emocional, tú puedes ver cosas que yo no puedo ver. Opera un milagro en su vida, devuelve la salud, que se sienta restablecido por completo, que te reconozca a ti como su medicina, trae paz y confianza a cada persona en tus promesas. Te lo pido en el nombre de tu hijo Jesús, Amén.
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