Habacuc 3:16-18 TLA “Cuando escucho todo esto, me tiemblan los labios y todo el cuerpo; siento que mis huesos se desmoronan, y que el suelo se hunde bajo mis pies. Pero yo espero con paciencia el día en que castigarás a los que ahora nos atacan. 17 Aunque no den higos las higueras, ni den uvas las viñas ni aceitunas los olivos; aunque no haya en nuestros campos nada que cosechar; aunque no tengamos vacas ni ovejas, 18 siempre te alabaré con alegría porque tú eres mi salvador.”
Los tiempos que vivía Habacuc eran terribles. Una gran cantidad de personas iban a morir. Probablemente, gente que amaba, tal vez él mismo. No le gustaba nada de lo que estaba viviendo, y aún así decidió confiar en Dios, aunque no lo comprendía del todo.
Eso no es otra cosa que una fe sincera en Dios, que confía cuando aún no ve nada.
Recuerda lo que Dios ha hecho
Acepta lo que está haciendo.
Confía en lo que va a hacer.
La confianza es necesaria para salir del hoyo y usar nuestra crisis como un catalizador con el fin de alcanzar un nivel más elevado en nuestra relación con Dios. Habacuc nos enseña un asombroso ejemplo de lo que es una reacción saludable y equilibrada ante la que tuvo que ser posiblemente la peor de las noticias que recibió de parte de Dios. Incluso mientras reaccionaba, se dio cuenta de que podía decidir qué iba a creer. Tenía 2 opciones: confiar en sus emociones o podía confiar en que Dios, de alguna forma, sacara lo bueno de un escenario inconcebible.
Apenas podía mantenerse en pie después de escuchar la devastadora noticia, aún las cosas no marchaban en la dirección que él esperaba, aunque los tiempos difíciles se acababan de poner peores de lo que él habría podido predecir, CON TODO, DECIDIÓ ALEGRARSE en la BONDAD DE DIOS.
Hay momento en los que sientes una angustia muy fuerte, un familiar al que amaste murió, pero con todo eres capaz de decir “Dios es bueno, esperaré con paciencia, me alegraré en Él”
En esencia, decidió confiar en Dios más que en ninguna evidencia concreta, física y palpable que encontrara. ¿Qué dijo Habacuc? Aunque mi cuerpo se haya vuelto un despojo humano, y aunque fallen todos los recursos y no tenga dinero, me voy a alegrar en Dios y confiaré en Él ¿Es esto algo loco o qué es?
La mejor prueba de amor siempre será la confianza.
Aunque tu esposo se haya ido de la casa, y se olvidó de hasta que la muerte nos separe, con todo decido confiar en Dios y alegrarme en Él.
Aunque hayamos orado para que la salud de alguien mejore, y haya empeorado, con todo decido confiar en Dios y alegrarme en Él.
Aunque nuestra casa esté con problemas y no sepamos qué hacer, con todo decido confiar en Dios y alegrarme en Él.
Aunque nuestra economía se haya puesto difícil y no tengamos de dónde sostenernos, con todo decido confiar en Dios y alegrarme en Él.
Aunque no me guste, incluso aunque no lo comprenda, aunque yo sepa que él podría y debería ayudarme, pero no lo está haciendo, con todo decido confiar en Dios y alegrarme en Él.
La vitamina C de confiar en Dios la necesitamos para el crecimiento, nos ayuda a sanar heridas, vivir confiados en Dios nos ayudará en el día a día, no solo crecerás sino que te fortalecerás.
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