En tiempos difíciles, cuando la vida no hace sentido, cuando las oraciones no son contestadas, es cuando más debemos creer que lo que Dios puso en nuestro corazón sucederá.
En una ocasión, David se sintió abrumado por la vida. Estaba deprimido y desanimado y estaba atascado en un lugar tenebroso. Pero entonces se dio cuenta de que había permitido que sus circunstancias lo llevaran a elevar su ancla de esperanza. En efecto, dijo: “voy a tirar de nuevo mi ancla, voy a esperar en Dios”
¿Por qué voy a inquietarme? ¿Por qué me voy a angustiar? En Dios pondré mi esperanza y todavía lo alabaré. ¡Él es mi Salvador y mi Dios! Salmos 42:5 NVI
Quizá hoy tu no ves ninguna razón para tener esperanza, debemos tener esperanza como David, aprender a esperar en Dios lo mejor. Quizá las cosas no funcionen en la manera que tu esperas. Que eso no quite la alegría. No pongas tu esperanza en las personas; te van a decepcionar. No pongas tu esperanza en tu carrera; las cosas pueden cambiar de una día a otro. Si vas a tener esperanza que sea en Dios, allí nunca seremos defraudados.
“y volverán llenos de esperanza a esas ciudades que parecen fortalezas.
Si hasta ahora han sufrido, yo me comprometo en este día a hacerlos dos veces más felices.” Zacarias 9:12 TLA
Puede que tengas muchas cosas en contra tuyo, pero mantente creyendo que tu sueño aún puede realizarse. Esta enfermedad puede parecer como si fuera el final para ti. Tú puedes estar preocupado, pero sabes que estás en la mano de Dios. Tu esperanza no está en la vacuna, no está en el tratamiento, no está en los profesionales, aunque todas esas cosas son buenas y estamos agradecidos por ellas. Tu esperanza está en Dios Clic para tuitear.
Ten esperanza en Dios de imposibles. “Cuando Dios le prometió a Abraham que tendría muchísimos descendientes, esto parecía imposible. Sin embargo, por su esperanza y confianza en Dios, Abraham llegó a ser el antepasado de gente de muchos países que también confían en Dios.” Romanos 4:18 TLA
Cuando Dios le dio a Abraham una promesa de que él y su esposa, Sara, iban a tener su propio hijo”, ella tenía setenta y cinco años. Era imposible. Nunca había sucedido anteriormente. Abraham podría haber pensando: “Debo haber oído mal a Dios”. Quizá haya muchas razones por las que tu situación no resulta. Pero debes hacer lo mismo que hizo Abram, contra toda esperanza, esperó en fe. Sara tenía más de noventa años cuando dio a luz a un hijo. Hubo gran cantidad de veces en las que fueron tentados a pensar: nunca sucederá. Estamos demasiado viejos. Si hubieran creído esas mentiras, se habrían ido a la deriva en un mar de duda y nunca habrían visto cumplirse la promesa.
¿En qué estás creyendo hoy? ¿Qué estás esperando de Dios con tal esperanza que nada te mueve de tu posición? Tu y yo necesitamos tomar más vitamina E de Esperanza el mejor antioxidante para promesas que esperan por ser cumplidas.
Así que, como tenemos tal esperanza, actuamos con plena confianza. 2 Corintios 3:12 NVI
Solo porque la promesa no se haya cumplido, no significa que no vaya a suceder. No dejes que otras personas te convenzan de olvidar lo que Dios ha puesto en tu corazón. Dios no puso esperanza en ellos, la puso en ti. Por eso tu puedes tener fe cuando los demás creen que lo tu sueñas con imposibles.
Por último, quiero orar por ti Romanos 15:13 NTV “Le pido a Dios, fuente de esperanza, que los llene completamente de alegría y paz, porque confían en él. Entonces rebosarán de una esperanza segura mediante el poder del Espíritu Santo.”
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