En Mateo 5:5 TLA Jesús dijo “Dios bendice a los humildes, pues ellos recibirán la tierra prometida.”
Cuando oímos la palabra humilde, muchas veces pensamos en alguien que es débil, tímido y reservado; tan solo una persona temerosa. La imagen es que las personas humildes no pueden defenderse a sí mismas y todos les pasan por encima. Eso no es humildad en lo absoluto. Humildad no es debilidad, no es pobreza tampoco, es fuerza bajo control.
La humildad es uno de los caminos que te llevan a la sabiduría. El orgullo es lo opuesto a la humildad; la persona orgullosa solo habla de sí misma, solo se preocupa por la satisfacción de sus deseos, le exige al mundo que respete su propia realidad y sacada de contexto el horizonte que todos vemos.
Desde el orgullo es muy difícil generar nuevas propuestas, porque solo una mente dispuesta a recibir y un espíritu hinchado de instinto son capaces de alcanzar la grandeza. Solo los valientes son capaces de despojarse del orgullo, del odio, del rencor, del dolor, de los prejuicios; solo los humildes lo logran.
La humildad es como un semental salvaje que ha sido domado. El caballo sigue siendo fuerte, sigue siendo potente, y tiene la misma velocidad que tenía antes de ser domado. La única diferencia es que ahora esa fuerza está bajo control. Puedes acercarte al caballo, acariciarlo, conducirlo, y probablemente montarle y guiarle. Pero no te engañes. Él tiene el mismo poder, la misma tenacidad; tan solo ha aprendido a controlarlo.
Cuando eres una persona humilde, no vas ahí intentando enderezar a todo el mundo; no respondes a cada crítica. Puede que la gente hable de ti, pero tú no permites que eso te moleste.
Puede que tengas la capacidad de enderezar a tu crítico; puede que tengas ganas de transmitirle parte de lo que piensas. Puede que tus emociones te digan: Tienes que intervenir y darle lo que se merece. En cambio escucha lo que le dijo Pablo a 2da.Timoteo 4:5 en “Sé prudente en todas las circunstancias”, otra versión dice “mantén la calma en todo momento” en otras palabras, le estaba diciendo: “No renuncies a tu poder. Mantén tu fuerza bajo control”
Frank Tyger dijo: “Tráguese de vez en cuando su orgullo. No engorda” Clic para tuitearAunque la humildad no es algo tangible, la conocemos al verla y la sentimos al oírla.
La humildad desaparece tan pronto como nos creemos superiores o sentimos que nuestras necesidades son más grandes que las otras personas. Clic para tuitearTomemos este consejo de la Biblia Filipenses 2:3 “no hagan nada por orgullo o sólo por pelear. Al contrario, hagan todo con humildad, y vean a los demás como mejores a ustedes mismos.”
Mantén tu fuerza bajo control. No se trata de lo orgulloso que seas, de a cuántas personas puedas enderezar, ni de demostrar nada. Si discutes con un crítico o intentas demostrar algo, lo único que haces es descender hasta su nivel. No caigas en esa trampa. Tú eres un águila, y puedes elevarte por encima de eso.
“El orgullo acaba en fracaso; la honra comienza con la humildad.” Proverbios 18:12 TLA Clic para tuitear
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