“No tengan miedo de sus enemigos. Si ustedes se comportan con valentía, verán que ellos serán destruidos y ustedes serán salvados, porque Dios les dará el triunfo.” Filipenses 1:28 TLA
¿Nunca habías participado de un desfile de triunfo? ¿No eras tú de los que llevaba el premio a casa?
“Al probar Jesús el vinagre, dijo: —Todo está cumplido. Luego inclinó la cabeza y entregó el espíritu” Juan 19:30 NBV
La palabra “consumado” en este contexto significa “terminé la obra”, “cumplí la misión por la cual vine al mundo”. La vida de Jesús tuvo un propósito… redimir la humanidad. Él tuvo que pasar por varios obstáculos, se enfrentó a la tentación como humano y no como Dios, conoció la escasez, se enfrentó a la enfermedad y Él quiere que tú también tengas un propósito.
¿Sabes cuál es el propósito de tu vida? Lo sabrás cuando entiendas que Jesús ya hizo todo el trabajo por ti en la cruz. ¿Quieres ser próspero? Jesús se llevó la maldición de la ruina, el triunfo sobre la pobreza. ¿Quieres ser sano? En la Cruz del Calvario se llevó toda enfermedad, el triunfo sobre la enfermedad. Todas las maldiciones que podrían haber estado contra tu vida son rotas porque en la cruz, Jesús no perdió, Él triunfo.
¡Con Cristo somos más que vencedores, más que ganadores!
Jesús en la Cruz bendijo tu futuro. Así que, el triunfo comienza en Jesús cuando sabes que Él está de tu lado y que tiene un buen plan para ti. Clic para tuitear Antes de que alguien haya podido maldecirte, Dios te bendijo y la bendición siempre supera la maldición. Todas las cosas buenas que Dios ha puesto en ti, se llevarán a cabo. Cumplirás con el destino que Dios ha dispuesto y te convertirás en el ser para lo que fuiste creado.
2 Corintios 2:14 NBV “Pero, ¡gracias a Dios que siempre nos lleva en el desfile victorioso de Cristo! y dondequiera que vamos nos usa para hablar a otros y para esparcir el evangelio como perfume fragante”.
No hay nada que huela más rico que el triunfo, pero quizá estás actualmente batallando con dificultades. Bueno, si es así… Déjame decirte que no hay triunfos sin competencias, así como no podemos bajar de peso comiendo solo chocolates y helados. Lamentablemente ¡no se puede!
Hay circunstancias en nuestras vidas que nos empujan a hacer algo, a tomar medidas. Lo que quiero decir es que Dios ya tiene un plan para tu futuro. Cada vez que camines con Él, encontrarás triunfo porque aún la noche más oscura tiene un gran amanecer. Por más frío que sientas en donde te encuentras o cautivo en tus pensamientos de “no voy a poder”, “qué va a ser de mí”, “han pasado tantos años y nada” o “he probado otros caminos y no hay solución”… Con todo ello, hay triunfo. Cada vez que nos encontramos en un laberinto sin salida, recuerda que Dios tiene un desfile de triunfo para ti. Clic para tuitear
¡Vamos! No te sientes en el banquillo de perdedores ni te quites los guantes para entrar en el Club de los Fracasados. ¡No te resignes! Puede que sea un golpe tras otro el que has recibido y que aún no estés del todo repuesto porque te dieron allí donde más te duele, pero puedes levantarte porque la fortaleza de un triunfador no está en cuántas veces se ha caído sino en cuántas se ha levantado. Clic para tuitear
Tu día llegó, anda preparando tu mejor sonrisa y tu discurso para la entrada triunfal que te espera. Transforma tus fracasos del pasado en éxitos del presente, porque estás hecho con sangre 100% pura de un triunfador.
La Biblia dice en Proverbios 24:10 TLA “Quien se rinde ante un problema, no demuestra fuerza ni carácter”
Tienes que seguir levantándote y fortaleciéndote, no permitas que las palabras del fracasado te depriman o te quiten el ímpetu con el que venías… las cosas no resultaron como esperabas, pero tengo un mensaje dinamita para tu enemigo, un sobre con Ántrax bajo el brazo… Es la última carta que te vas a jugar. Tengo una frase para tu enemigo y es la siguiente: “…Díganle que no cante victoria antes de tiempo” 1 Reyes 20:11 NVI
Es cierto, quizá no eres Margaret Tacher (la mujer de hierro),} ni Iron Man (el hombre de acero) pero Dios te ha prometido triunfo. Así que, enfócate en Él y camina confiado, siente el olor de tu triunfo en camino. ¡Tú fuiste creado para ser un triunfador y no un fracasado!
Deuteronomio 31:6 NBV “Sé fuerte. Sé valiente. No temas delante de ellos porque el Señor tu Dios estará contigo, no te dejará ni te abandonará”.
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