¿Te ríes a menudo? ¿disfrutas del sol? ¿Silbas mientras caminas? ¿Qué pensamientos rondan por tu mente? ¿Acabará todo esto? ¿cerraré el contrato? ¿Qué tal si no lo logro? ¿Qué tal que me enferme? …
La ansiedad es una lluvia de meteoros llamados ¿Qué tal si? Nos creemos chicken little pensando que el mundo se está cayendo, y se cae sobre nosotros.
La ansiedad y el miedo son primos, pero no son idénticos. El miedo ve una amenaza. La ansiedad se la imagina. Clic para tuitearEl miedo grita ¡Vete!
La ansiedad cavila: ¿Qué tal si?
La palabra ansioso se define por sí misma. Es un híbrido entre ansia y so. Ansia sensación de angustia. So es el sonido cuando el corazón late aprisa y nos falta oxígeno. La ansiedad nos roba el aliento, nos roba el sueño, se agota nuestra energía, disminuye nuestro bienestar, pero Dios desde el principio anda soplando aliento de vida en nosotros.
Salmos 37:8 NTV “¡Deja el enojo! Aparta la ira, no envidies a otros; con ello sólo te perjudicas.”
La ansiedad causa daño a nuestro cuello y estómago nos hace sentir una carga pesada en la espalda. La ansiedad puede obligarnos a tener tics nerviosos, aumento de la presión arterial, dolor de cabeza, a no estar bien emocionalmente. Las consecuencias de la ansiedad están contempladas dentro de la mitad de las enfermedades de un libro de medicina .
“No se angustien por nada; más bien, oren; pídanle a Dios en toda ocasión y denle gracias.” Filipenses 4:6 NBV
Angústiate menos habría sido suficiente desafío, o angústiate los lunes que tienes mucho trabajo, pero aquí Pablo no nos da ningún margen. Dice no se angustien por nada. Nada, Cero, Nulo.
Aquí tenemos una gran diferencia: la presencia de la ansiedad es inevitable, pero la prisión de la ansiedad es opcional.
“¡Cuídense! No sea que por el vicio, las borracheras y todas las preocupaciones de esta vida, se les endurezca el corazón. Ese día puede llegar cuando ustedes menos lo esperen.” Lucas 21:34 NBV
¿Crees que la ansiedad ha insensibilizado tu corazón?: ¿ves problemas en cada promesa? ¿te describen las personas que mejor te conocen como negativo o crítico? ¿asumes que algo malo va a ocurrir? ¿hay muchos días en los que preferirías quedarte en la cama en vez de levantarte? ¿exageras lo negativo y desestimas lo positivo? Si contestaste, sí a la mayoría de estas preguntas.
Me gustaría que leas Filipenses 4:4-8 “Alégrense siempre en el Señor. Se lo repito: ¡Alégrense! 5 Que todos se den cuenta de que ustedes son amables. El Señor viene pronto. 6 No se angustien por nada; más bien, oren; pídanle a Dios en toda ocasión y denle gracias. 7 Y la paz de Dios, esa paz que nadie puede comprender, cuidará sus corazones y pensamientos en Cristo. 8 Por último, hermanos, piensen en todo lo que es verdadero, todo lo que es respetable, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es digno de admiración; piensen en todo lo que se reconoce como virtud o que merezca elogio.”
¿Cuál es la receta de Dios para ti? C.A.L.M.A
Celebra la bondad de Dios. (Alégrate siempre en Dios)
Acércate a Dios y pídele ayuda. (pídanle a Dios en toda ocasión y denle gracias.)
Lleva y deja tus preocupaciones ante Él. (y denle gracias.)
Medita en todo lo bueno. (piensen en todo lo que es verdadero, todo lo que es respetable, todo lo justo, todo lo puro)
Ama (Que todos se den cuenta de que ustedes son amables.)
Existe una paz de Dios que nadie puede entender, es una paz que sobrepasa todo entendimiento.
Con Dios como tu ayuda, dormirás mejor esta noche y sonreirás más mañana. Redefinirás tu manera de enfrentar tus temores, mirarás las noticias a través de los lentes de Dios. Pídele que sea tu psicoterapeuta de cabecera, nadie más calificado que Dios para proveerte del tratamiento que necesitas.
De algo estoy segura: la voluntad de Dios no es que vivas en ansiedad perpetua. No vivas cada día con miedo, inquieto. Él te creó para mucho más que una vida de angustia. Él tiene un capítulo nuevo para ti.
Dios mío, la ansiedad me tiene agotada, todas las tempestades que vivo hoy me han tomado por sorpresa, sé que tú eres el Príncipe de Paz, así que te ruego que me concedas un espíritu de calma, dame el valor para vivir con fe, menos preocupación, sé que no puedo controlar el mundo, pero te lo puedo confiar a ti y estar ansiosa por nada. Amén.
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