“El que es generoso, prospera; el que da a otros, a sí mismo se enriquece.” Proverbios 11:25 NBV
Teddy era un alumno de quinto grado que batallaba en el colegio. No participaba; era malhumorado y difícil de tratar. Su maestra, la Sra. Thompson, siempre decía que quería a todos los alumnos como pero más adelante admitió que al principio no se había interesado por Teddy. Ella no podía entender porque él estaba tan desmotivado y nada dispuesto a aprender.
En Navidad coma los alumnos le llevaron regalos a la Sra. Thompson para que ella los abriera delante de toda la clase punto la mayoría estaban envueltos en un bonito papel de regalo con brillantes lazos, pero el de Teddy estaba envuelto en un papel marrón procedente de la bolsa de una tienda. Cuando ella lo abrió, vio un brazalete muy sencillo al que le faltaban la mitad de las piedras que llevaba, además de un bote de perfume barato que estaba medio vacío.
Algunos de los alumnos se rieron del regalo de Teddy, Pero la Sra. Thompson los hizo callar y actuó como si le gustase, Poniéndose algo de perfume y también el brazalete en su muñeca. Entonces levantó la mano y dijo: “Oh, es muy bonito”.
Después de la clase coma Teddy se acercó a la maestra y le dijo con voz suave: “Sra. Thompson cómo ese brazalete se ve tan bonito en usted cómo se veía en mi madre. y con ese perfume usted huele como ella olía”.
Cuando te dice fue, la señora Thompson fue a los archivos para descubrir más cosas sobre su familia. Encontró los documentos cómo y leyó: “En primer grado; Teddy se muestra prometedor pero tiene una situación familiar muy mala. En el segundo grado: Teddy podría ir mejor pero su madre está muy enferma. Tercer grado: Teddy es un buen muchacho, pero distraído. Su madre murió este año. Cuarto grado: Teddy aprende con lentitud. El padre no muestra señal alguna de interés en él.”.
A la mañana siguiente cuando los alumnos acudieron a clase, tenían una nueva maestra. La Sra. Thompson se había convertido en una persona nueva. Ella intercambió sus ojos críticos por ojos de amor. Había llegado a entender por qué Teddy estaba tan distraído y desmotivado.
Ella convirtió al muchacho en su proyecto personas, mostrándole amor y aliento, siendo su tutora y su mentora. La compasión y aceptación de la Sra. Thompson cambió el curso de la vida de Teddy. Años después de que él pasase a la secundaria, la maestra recibió una carta de su ex alumno: Teddy.
Sra. Thompson, gracias por todo lo que usted hizo por mí en el colegio. Estoy a punto de graduarme de secundaria como el segundo en mi clase.
Cuatro años después, otra carta: “Sra. Thompson, gracias de nuevo por todo su apoyo hace años. Estoy a punto de graduarme de la universidad como el primero de mi clase”.
Después llegó una última carta. “Sra. Thompson, gracias. Ahora soy el Dr. Teddy. Acabo de graduarme de medicina. También estoy a punto de casarme, y quería saber si vendría usted a la boda. Me gustaría que usted se sentase donde mi madre habría estado si aún estuviera viva.”
Qué gran diferencia se marca en tu felicidad y en el gozo de otros cuando tomas tiempo para oír las historias de los demás. Es fácil ser crítico; es fácil descartar a las personas. Pero estoy convencida de que, al igual que la Sra. Thompson, si hace el esfuerzo para descubrir cuál es la situación, será mucho más fácil mostrar misericordia.
Asegúrate de ver a las personas con ojos de amor y no con ojos de juicio. No seas crítico, y no descartes a las personas, sino concédeles el beneficio de la duda. Ve la milla extra. Considera que podrían estar atravesando dificultades increíbles y están haciendo lo mejor que pueden. Sé una persona que ayuda a aligerar la carga. Un catalizador del cambio.
Lo único que algunos necesitan es una sola persona que dé un paso, o les tienda una mano. Tú puedes ser la Sra. Thompson en la vida de alguien. Tú puedes ser quien marque la diferencia. Toma interés en ese compañero de trabajo que está tan desalentado. Descubre qué sucede con ese familiar que ha perdido su pasión.
Mira con ojos de amor y no de juicio, vive para sanar y no para herir, levanta a los que están depre, una vida egoísta es una vida totalmente vacía, a veces debemos ser espátulas para nuestros amigos tristes. Cuando tú ayudas a… Clic para tuitearProverbios 11:17 “Tu bondad te recompensará, pero tu crueldad te destruirá”
La vida se parece mucho al tenis: Los que no sirven bien acaban perdiendo. Nos ganamos la vida con el dinero que hacemos; pero nuestra vida se hace con lo que damos.
Hoy busca a alguien para ser una bendición para él. Vive de forma generosa, es tan fácil alegrarle la vida a alguien, y ayudarle con algo que necesita.
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