En los momentos difíciles, es sumamente tentador ventilar nuestra frustración y contarle a la gente, lo malo que fue el informe del médico o la manera en que ciertas personas simplemente no nos trataron bien. Pero aprendamos a cuidar nuestras palabras.
“El que cuida sus palabras, cuida su vida; el que descuida sus palabras provoca su propia ruina” Proverbios 13:3 NBV
El hablar continuamente sobre el problema solo te producirá más desánimo, y dicho problema cobra más vida y lo está haciendo más grande. Voltea las cosas. No hables sobre el problema; habla acerca de tus promesas. Clic para tuitear
En vez de quejarte: “No obtuve el ascenso que me prometieron”, “Sé que cuando una puerta se cierra significa que Dios tiene algo mejor”. Si tu amigo te comenta: “Escuché que esas personas te hirieron”, siéntete libre para reír y explicar: “Sí, pero no me preocupa. Dios está peleando mis batallas. Él ha prometido darte alegría”.
“La esperanza frustrada trae angustia al corazón, pero el deseo cumplido es como un árbol de vida” Proverbios 13:12 NBV
Cuando no tienes esperanza, no eres positivo o no estás esperando la bondad de Dios, algo está mal en el interior. Todos pasamos por épocas en la vida en las que las cosas no son emocionantes. Es fácil ponerse melancólico y perder nuestro entusiasmo. Eso es parte de las corrientes normales de la vida. Nadie vive en la nube nueve con todo perfecto y emocionante todos los días. Parte de la buena batalla de la fe es mantenerse esperanzado en las temporadas secas. Cuando esté tomando mucho tiempo, mantén una sonrisa en tu rostro y a lo largo del día.
“Al pecador lo persiguen los problemas; pero al justo lo recompensan las bendiciones.” Proverbios 13:21 NBV
Por medio de Cristo Jesús, usted es uno de los justos. Ahora mismo, eres bendecido con el favor de Dios. El ascenso te está persiguiendo. La sanidad te está buscando. La victoria viene en camino. Las buenas ideas vendrán hacia ti y tocarán las vidas de las personas. No tienes que preocuparte acerca de cómo sucederá. Dios sabe cómo hacer que las bendiciones te encuentren, Él tiene tu dirección. Clic para tuitear Aquello que tenga su nombre escrito las propiedades, las buenas oportunidades, los negocios, el favor en el tiempo correcto se abrirá paso a sus manos.
“El hombre bueno deja herencia a sus nietos; las riquezas del pecador se quedan para los justos” Proverbios 13:22 NBV
No tenemos que buscar las bendiciones de Dios. Busquemos a Dios, y las bendiciones te buscarán a ti. Clic para tuitear Aquí es donde nos equivocamos. A menudo, pensamos: Tengo que obtener este ascenso. Tengo que conocer a esta persona. Tengo que avanzar más rápido en mi carrera. Y es verdad, tenemos que usar nuestros talentos, ser determinados y dar pasos de fe. Pero puede permanecer en paz. Puede vivir en reposo, sabiendo que porque estamos creyendo en Dios, la persona indicada y las oportunidades correctas te encontrarán.
Como eres una persona justa, hay algo que Dios ha preparado para ti. La buena noticia es que, en el momento oportuno, “en su debido tiempo” la bendición te va a encontrar. Continúa creyendo en Dios, y Él promete que alguno de estos días “en su debido tiempo” llegarán esas bendiciones.
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