“Al perezoso no le faltan excusas: «¡Hay un león allá afuera! —dice— ¡Me matarán en la calle si salgo!».” Proverbios 22:13 NBV
El que quiere hacer algo siempre encontrará el modo, los demás siempre dan excusas.
A los perezosos les encanta dar excusas, y es que a demasiadas personas les gusta abandonar muy rápido, más rápido de lo que comenzaron.
Casi todos podríamos aprender de nuestros errores si no nos ocupáramos tanto negándolos o auto justificándolos.
Las excusas son un terrible desperdicio de energía creativa, y sobre ellas no se puede construir nada. Clic para tuitearProverbios 14:23 NBV dice “El trabajo produce ganancia; pero el hablar mucho y no hacer nada, empobrece.”
Porqué nos cuesta tanto admitir que fue nuestra culpa, o que nos equivocamos. Si quieres progresar no des excusas.
John Mason dijo que cuando se trata de presentar excusas el mundo está lleno de grandes inventores. Algunos pasan la mitad de sus vidas diciendo qué es lo que van a hacer; la otra mitad la pasan explicando por qué no lo hicieron. La coartada revela lo que no hiciste, esperando que los demás piensen que no hiciste lo que sí has hecho.
Cuando nosotros damos excusas renunciamos a nuestro poder para cambiar o mejorar algo. Cuando te comprometes, no aceptas excusas. Clic para tuitear¿Quién dio la primera excusa en la Biblia? Adán, él dijo: “la mujer que me diste me hizo pecar, no fui yo. Fue te te”
La excusas es el cimiento del cual se construye una casa de fracasos. Clic para tuitear Una excusa es peor y más inquietante que una mentira, porque una excusa es una mentira con otros mentiras adheridas a ella. Se ha dicho que una excusa es una falsedad que quiere cubrir una mentira.
¿Te ha pasado que alguna vez te han agarrado en una mentira? A mí, sí. Quedé curada por la vergüenza. Y este sabio me dijo: el mundo está lleno de excusas, no recojas una más de ellas.
La mayor parte de los fracasos vienen de las personas que tienen el hábito de dar excusas. Es mejor no darlas, cuando eres bueno para dar excusas es difícil que se destaques en otra cosa.
Me miro en el espejo de Tony Meléndez él nació sin brazos. Cuando era niño, tenía el deseo de tocar la guitarra. Algo le decía: Debes cantar y escribir música. Pudo haber dicho: “Qué mala suerte. Me encantaría, pero no tengo brazos”. En cambio, su actitud fue: Puede que no tenga brazos, pero sí tengo pies. Puede que no tenga dedos de las manos, pero sí tengo dedos en los pies”. Tony aprendió a tocar la guitarra con sus pies. Sabe tocar mejor con sus pies que la mayoría de personas que pueden tocar con sus manos. Tony tuvo que ser lo bastante valiente para dice: voy a vivir una vida sin excusas. ¡Para Dios no hay desventajas!
Cuando Dios pone un sueño en tu corazón, Él pone una promesa en tu interior, Él deposita en ti todo lo que necesitas para lograr ese sueño.
Pídele a Dios que te ayude a vivir sin excusas.
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