“Cuando comas con un gobernante, fíjate bien en lo que tienes frente a ti. Si tienes mucha hambre, controla tu apetito. No codicies sus manjares, pues esa comida es un engaño. No te fatigues tratando de hacerte rico, sé inteligente y no te preocupes por eso. Porque las riquezas pueden desaparecer como si les salieran alas, se van volando como águilas. No te sientes a la mesa de un tacaño, ni codicies sus manjares, porque ellos son de los que siempre están pensando lo que les cuesta. «Come y bebe», te dicen, pero no lo dicen de corazón.” Proverbios 23:1-7 NBV
No codicies, la codicia es el afán desordenado de poseer y adquirir riquezas para atesorarlas. El dinero no es una garantía de felicidad, la ostentación puede ser engañosa, he conocido gente que se afana con un número bancario en sus ahorros, con acumular carros, casas, cosas, pero ni con todo eso llenan el vacío de su corazón.
Eclesiastés 5:11 NBV “ Cuanto más se tiene, más se gasta, hasta el límite de los ingresos. Entonces, ¿qué ventaja da la riqueza; como no sea verla escaparse por entre los dedos?”
No te fatigues tratando de hacerte rico. Hebreos 13:5 “No amen el dinero; estén contentos con lo que tienen, pues Dios ha dicho:«Nunca te fallaré. Jamás te abandonaré»”
Cada uno de nosotros debemos aprender a estar contentos y a disfrutar de la vida sin importar el lugar en el que estemos colocados en la escala social de nuestro país.
Hay que notar que he dicho «contentos» y no «conformes». Hay una importante diferencia entre la persona conformista (que puede llegar a tener tendencias de perezoso), y aquella que ha aprendido a ser feliz en el nivel social en el que se encuentre: gane 10 mil dólares por mes o 10 dólares por día. Uno debe tener un profundo compromiso de hacer las cosas con excelencia y de avanzar económicamente en la vida. Pero, al mismo tiempo, debe aprender a disfrutar con intensidad del lugar en el cual se encuentra económicamente el día de hoy.
Una buena cantidad de los problemas de deudas que vemos hoy en día tienen que ver con gente insatisfecha con el nivel de vida que le puede proveer sus ingresos. Esa gente, en algún momento, pega un «salto social» comprando una casa más grande de la que puede pagar, un auto más caro que el que debería tener o mudándose a un distrito más costoso del que le convendría vivir.
Ese «salto», con el tiempo, le trae serios problemas. Por un lado, porque sus recursos económicos no le alcanzan para pagar por el nuevo nivel social y, por el otro, no puede hacer un «mantenimiento preventivo», de sus finanzas, como, por ejemplo, ahorrar con regularidad.
Muchos creen que aunque el dinero no hace la felicidad por lo menos ayuda. ¿Qué dice la Biblia?
Eclesiastés 5:10 NBV “El que ama el dinero jamás se saciará. ¡Qué locura pensar que el dinero produce felicidad!”
Cuando encontré este pasaje en la Biblia todo cobró sentido. El que ama el dinero jamás se sacia, siempre querrá más y más.
La creencia de que los bienes materiales pueden satisfacer nuestras necesidades emocionales y espirituales como, por ejemplo, la necesidad de la alegría, del amor o de la paz. Esa es la base de lo que comúnmente llamamos el «materialismo».
El dinero puede comprar una casa, pero no puede construir un hogar; puede pagar por educación, pero no puede adquirir sabiduría; puede facilitar los medios para un transplante de corazón, pero no puede proveernos de amor.
No te preocupes, no seas gobernado por las preocupaciones de esta vida, porque Dios tiene cuidado de ti.
Mateo 13:22 NBV “Las semillas que cayeron entre los espinos representan a los que oyen la palabra de Dios, pero muy pronto el mensaje queda desplazado por las preocupaciones de esta vida y el atractivo de la riqueza, así que no se produce ningún fruto.”
La prosperidad integral, no depende exclusivamente de nuestra capacidad económica. Depende de la forma en la que elegimos vivir cada día y tiene más que ver con una actitud del corazón que con el estado de una cuenta bancaria. Clic para tuitearEclesiastés 5:12 NBV “ El que trabaja arduamente duerme tranquilo, coma poco o mucho; pero el rico padece de preocupaciones e insomnio”
Una importante idea para recordar, entonces, sería que la tarea más importante en la vida es, justamente, vivir. Donde «vivir» significa mucho más que meramente existir. Significa parar de correr detrás de las cosas materiales y superficiales y comenzar a perseguir las cosas más profundas de la vida.
Aprender a «vivir», significa descubrir la tarea para la cual hemos nacido, poner en práctica los talentos y dones que la vida nos ha dado, concentrarnos en las cosas trascendentes como: servir y enriquecer la vida de nuestra familia, amar, enseñar, desarrollar nuestra vida personal y profundizar nuestra vida espiritual.
Proponte el día de hoy darle una mirada honesta al lugar en el que te encuentras en la escala social de tu país. Pregúntate: ¿tengo paz en mi vida económica? Si no tienes paz en el contexto económico en el que te toca vivir, quizás es hora de tomar algunas decisiones importantes tanto financieras como personales y familiares. Ajusta tu nivel de vida y, en vez de correr detrás de metas económicas, decide ser feliz.
Tú eres el único que puede hacerlo. Yo no puedo cambiar tu actitud frente a la vida y el valor que le das a las cosas materiales. Lo tienes que hacer tú mismo…. y lo debes hacer hoy.
Comprométete a disfrutar de los ascensos en tu trabajo, darle la bienvenida a los incrementos de salario, pero a no perder el sueño por ellos. Decide ser feliz hoy mismo en el lugar, con los recursos y las relaciones que Dios te ha provisto. Clic para tuitear
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