Muchos de tus problemas, y los míos, son causados por nuestra falta de dominio propio. ¿Por qué no me puedo adelgazar? ¿Por qué pierdo los trabajos? ¿Por qué no puedo tener mi casa limpia? ¿Por qué no puedo lograr más? ¿Por qué no puedo quitarme este mal hábito de encima? ¿Por qué no me puedo deshacer de todas estas deudas?
No puedo hacer ninguna de estas cosas ¡PORQUE NO TENGO DOMINIO PROPIO! ¡Necesito templanza! ¡Necesito dominio propio!.
Mi problema más grande… ¡SOY YO!
A lo mejor, TÚ, como mucha gente de hoy, sientes que tu vida está fuera de control. ¡Y a lo mejor, lo está! Te sientes presionado por las circunstancias y las presiones de tu vida. Te sientes indefenso y vulnerable.
“Como ciudad con sus murallas destrozadas es el hombre que no se sabe dominar” Proverbios 25:28 NBV
DOMINIO PROPIO. Esta palabra, en griego, significa “fortaleza.”
El filósofo griego Epictetus tenía razón, cuando dijo, “Ningún hombre es verdaderamente libre hasta que no se domine a sí mismo.”
Recuerdo hace muchos años, cuando me paralizaba el miedo, me limitaba a mi misma en avanzar, en hacer aquello que sabía que debía hacer pero que postergaba por meses. Hasta que entendí no puedo vivir lo que me resta de vida dominada por el temor. No construyas obstáculos en tu imaginación.
No importa en qué lugar del mundo te encuentras, si aprendes a tener paciencia y a dominarte a ti mismo, habrás ganado una de las más importantes batallas. Clic para tuitearEste se refiere a un hombre o a una mujer que no puede controlar sus emociones, que carecen de autocontrol o dominio propio. El dominio propio es una de las virtudes de una persona con carácter. Quien domina su lengua domina su mundo. Proverbios 18:21.
Quien tiene dominio propio no se deja manipular por nadie ni se deja llevar por las sensaciones del momento. Muchos tomamos decisiones sin orar, somos llevados por nuestro temperamento, o por nuestro entusiasmo y luego nos arrepentimos por habernos dejado llevar.
Dios quiere que nuestro temperamento e impulsos estén controlados por el Espíritu Santo. El dominio propio es un fruto de esa comunión. No es vivir gobernados por impulsos y pasiones que se sueltan descontroladamente como un río fuera de cauce. Es poner bajo el control de Dios esas capacidades, sentimientos e iniciativas, para que fluyan sanamente.
¡Cuántos estallidos de ira y malos tratos salen en la familia! ¡Cuántos hijos heridos hay por padres descontrolados! ¡Cuántas esposas lastimadas por sus maridos y viceversa! Nos dejamos guiar por sus impulsos y pasiones. Las noticias de personas que perdieron el control son horribles, tenemos que cambiar lo que vemos.
Creo que todos sabemos en qué debemos ejercitar nuestro dominio propio. Jesús dijo no permitas que tu corazón se turbe, ni tenga miedo.También dijo “no se angustien, ni se acorbarden” en Juan 14:27. Entonces podemos escoger no angustiarnos. Cuando comiences a angustiarte, recuerda que sólo una cosa le pondrá fin. Tú tienes que detenerlo, debes ejercitar el dominio propio. Tienes que controlarte y decir: “No, no me voy a angustiar, no me voy a estresar”, hay personas que la angustia los consume, están sin apetito, a otros se les cae el pelo, a otros le salen herpes… ¡Tienes que calmarte!
2 Pedro 1:4-8 NBV “Dios nos ha dado preciosas y grandísimas promesas para que ustedes, luego de escapar de la corrupción de este mundo debido a los malos deseos, puedan ser partícipes de la naturaleza divina. Por eso, deben esforzarse para añadir a su fe una buena conducta; a la buena conducta, el entendimiento; al entendimiento, el dominio propio; al dominio propio, la paciencia; a la paciencia, la devoción a Dios; a la devoción a Dios, el afecto fraternal; y al afecto fraternal, el amor. Si ustedes tienen estas virtudes y las desarrollan, estas los ayudarán a crecer y conocer más a nuestro Señor Jesucristo, y los harán más fructíferos y útiles.”
Esforcémonos en añadirle dominio propio a nuestra vida. No vivas preso de nada. Entrégale a Dios el dominio de tu vida y pídele ayuda para tener dominio propio.
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