¿Les ha pasado que llega a ustedes un chisme? ¿Qué es lo primero que hacen? ¿lo pasan para corroborar? ¿queda ahí o le dan vueltas y vueltas? El mundo de hoy hace que todos queramos estar en redes sociales chismeando que hace el otro, programas de televisión se dedican al chisme. ¿Qué dice la Biblia?
“Sin leña se apaga el fuego, y sin chismes se acaba el pleito. Los chismes son como bocados sabrosos; llegan hasta lo más profundo del corazón.” Proverbios 26:20 y 22 NBV
Seamos honestos: sabemos lo que es el chisme. Se trata de una persona que difama, deshonra, o de alguna manera daña a otra persona.
Cada vez que alguien chismea se hiere al menos a tres personas: la que lo dijo, la que lo escucha, y la persona de la que se chismea. Clic para tuitear Agrégale a esto que los chismes generalmente no suceden una sola vez, sino que involucran en múltiples conversaciones.
El chisme muere cuando llega a oídos de una persona inteligente.
La Biblia reprende al chisme y a sus primos, la calumnia, las divisiones y el engañoso. En lugar de asesinar con nuestras palabras, debemos aprender a hablar vida. Clic para tuitearEclesiastés 3.7 NBV dice que hay «Tiempo de callar».
Proverbios 17.28: «Aun el necio, cuando calla, es contado por sabio; el que cierra sus labios es entendido».
¿Cuántas veces nos hemos lamentado por haber hablado lo que no debíamos? ¿Cuándo debemos callar?
Es necesario saber callar cuando uno no tiene nada bueno que decir. Hay personas que no pueden mantener la boca cerrada y de tanto abrirla terminan pecando. La crítica, el chisme, la murmuración, la queja son expresiones que abundan en aquel que no domina su lengua.
Es necesario también saber callar por amor. En ocasiones pensamos que debemos señalar constantemente a los otros sus errores o defectos. Como consecuencia, las personas resultan heridas y mortificadas. En cambio, el amor calla, sabe esperar, y comprender.
Para lograr una buena comunicación. Algunos no dialogan, simplemente hablan. No están dispuestos a callarse y oír con atención al otro. Quizás tu familia reclama de ti ese oído atento, que comprendas sus sentimientos, que simplemente calles y la escuches.
Por último, es necesario saber callar delante de Dios: Habacuc 2.20 “Pero el Señor está en su santo templo. Que toda la tierra guarde silencio delante de él” . Hay momentos para estar en silencio en la presencia de Dios y reconocer quién es Él para contemplarlo. Hay momentos para ahogar toda queja, silenciar las voces de nuestra mente y aceptar que Él es soberano y tiene el control de nuestra vida. Hay momentos para callar y dejar que Él tome la Palabra.
Aprende el valor de tu silencio. Es tiempo de callar. ¡No chismees!
Oremos: Dios ayúdame a que mis oídos están atentos a tu voz. Quiero aprender a callar, no participar de chismes, no difundirlos y saber mantener mi boca cerrada.
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