“El hombre que se niega a reconocer sus errores jamás podrá triunfar; pero si los confiesa y los corrige, tendrá una nueva oportunidad” Proverbios 28:13 NBV
¿Has fracasado alguna vez o has cometido errores? La Biblia está repleta de hombre y mujeres que tuvieron muchos momentos de fracaso. Al mismo tiempo, nos muestra un Dios de misericordia que es capaz de transformar nuestro fracaso en esperanza. Fracasar no es el final. Si puedes sacarle aprendizaje, el fracaso puede ser el prólogo a tu mejor historia. Clic para tuitear
Muchos llevan sobre sus espaldas el peso de su fracaso; los convierten en un monumento. No pueden perdonarse lo sucedido, ni buscan a Dios por una nueva oportunidad. Pero hoy quiero decirte, sin importar qué tan dura haya sido la caída, levantarse cuesta. Pero déjame decirte que ¡sí! ¡Hay vida después del fracaso!
El que hayamos fracasado es una prueba que no hemos sido derrotados. Clic para tuitear Los fracasos y los errores puedes ser el puente al éxito, no un abismo. Quién aprendió y es maduro es capaz de reconocer su falta y modificar su conducta.
La persona que nunca comete un error debe cansarse de no hacer nada.
“Los pasos de los buenos son guiados por el Señor. Él se deleita en cada paso que dan. Si se tropiezan, no caen, porque el Señor los sostiene con su mano” Salmos 37:23-24 NBV
Los errores son la oportunidad para comenzar de nuevo con más inteligencia. (Henry Ford)
El éxito consiste en levantarse una vez más de las que has caído. Así que levántate y sigue adelante. Clic para tuitearLa mejor manera de seguir después de una fracaso es aprender la lección y olvidar los detalles. No te tortures por lo que no ocurrió, por el tiempo que perdiste, aprende la lección, pasa la página.
¿Cuándo nos damos cuenta que aprendimos la lección? Cuando no repetimos los mismos errores. Son las circunstancias las que definen dónde nos vamos a quedar, si estacionados en los fracasos del ayer, o enfocados en el éxito de mañana.
Moisés, a pesar de su fracaso, fue recordado por Dios por su mansedumbre y obediencia.
David, a pesar de todo, recibió de Dios un reconocimiento único: “David tiene un corazón conforme al mío”
Levantarte del suelo requiere elección, determinación y fuerza. Cuando tu alrededor te diga que ya lo intentaste y no te salió bien, que ya perdiste tu oportunidad, que no hay esperanza, debes soltar el fracaso.
No luches contra él, ni trates de esconderlo. Simplemente continúa con convicción, porque el fracaso no te puede acompañar a donde tú quieres ir. No es una vergüenza fracasar, pero es una vergüenza nunca haber intentado.
El fracaso puede convertirse en un aliado si escuchas el aprendizaje que tiene escrito entre sus líneas.
Te invito a que no desaproveches la oportunidad de elegir levantarte; de comprometerte a ir por un futuro poderoso. Considera aquellas cosas en tu vida que deben ser demolidas, dejadas atrás, olvidadas completamente. Hoy puedes empezar de nuevo.
Recuerda que lo importante hoy no es terminar la carrera, sino dar el primer paso; avanzando poco a poco hasta lograrlo.
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