“Queridos hermanos, no se sorprendan del fuego de la prueba por el que están pasando, como si fuera algo extraño. Al contrario, alégrense de tener parte en los sufrimientos de Cristo, para que también se alegren muchísimo cuando se muestre la gloria de Cristo. Dichosos ustedes si los insultan por causa de Cristo, porque el glorioso Espíritu de Dios está siempre con ustedes”. 1 Pedro 4:12-14 NBV
Quizá hoy te sientas probado por fuego, pero se volverá motivó de alegría y de bendición para tu vida. Es en esos momentos donde la Biblia nos dice que el Espíritu Santo esta con nosotros. De las pruebas podemos salir aprobados de la mano del Espíritu Santo o desaprobados si nos desesperamos y vivimos de acuerdo con nuestra propia prudencia.
También vemos que hay quienes pasan las pruebas: Pablo, por ejemplo, pasó la prueba en: 1 Tesalonicenses 2:3-4 NBV “Cuando lo anunciamos, no fue por error ni teníamos malas intenciones ni queríamos engañar a nadie. Al contrario, hablamos porque Dios nos aprobó y confió en nosotros para anunciar el evangelio. Nosotros no tratamos de agradar a la gente sino a Dios, que es el que conoce nuestro corazón”. Si quieres salir aprobado de las pruebas busca agradar a Dios y no a la gente… Por más que a veces las pruebas puedan parecernos eternas son temporales, son como las estaciones, tienen un fin. Quizá la estación que vivimos no es la mejor pero estate tranquilo que pronto pasará.
“Esto es lo que a ustedes los llena de alegría, a pesar de tener que sufrir diversas pruebas por algún tiempo”. 1 Pedro 1:6 NBV
Es un poco de tiempo, soporta un día más en escasez que ya viene tu abundancia, sigue creyendo por tu restauración familiar porque es corto el tiempo. Espera en Dios porque sí tienes una promesa de Él, eso que te dijo ya está hecho. No tengas ansiedad en tu corazón porque Dios no miente.
“Pues nuestros pequeños y pasajeros sufrimientos producen una gloria eterna más grande y abundante. Por lo tanto, no nos importa lo que ahora se ve, sino que fijamos la mirada en lo que todavía no vemos. Porque lo que se ve es pasajero, mientras que lo que no se ve no cesará jamás.” 2 Corintios 4:17- 18 NBV
Si tardas en ser bendecido es porque tu peso de gloria será muy grande. Si aún no ves el arco iris sino sólo la tormenta, recuerda que no estás solo en el proceso. Dios siempre tiene el control y la salida para las pruebas. Él es nuestro más grande consuelo, debes saber que Dios no permitirá que las pruebas superen nuestras fuerzas.
“porque el Señor no la abandonará para siempre. Aunque el Señor la aflija, también le mostrará compasión, por la grandeza de su bondad.” Lamentaciones 3:31-32 NBV
La prueba acaba cuando la pasamos, cuando al fin somos aprobados, cuando aprendimos lo que tanto necesitábamos. Clic para tuitear Si salimos desaprobados, la prueba se volverá a presentar de tanto en tanto bajo diferentes circunstancias, hasta que al fin consigamos superarla.
Un caso que ilustra esto es cuando Dios manda sus plagas sobre Egipto. Una de las plagas era la de las ranas. Si es horrible tener diez ranas que hagan ruido y salten en una habitación, imaginemos estar rodeados por miles. Uno no puede ni sentarse, ni echarse a dormir y tiene que estar permanentemente espantándolas. Sin embargo, resulta curioso que cuando Moisés va donde el Faraón y le pregunta: “Dígnate indicarme cuándo debo orar por ti, por tus siervos y por tu pueblo, para que las ranas sean quitadas de ti y de tus casas, y que solamente queden en el río.” (Éxodo 8:9) El Faraón responda: “… Mañana. Y Moisés respondió: Se hará conforme a tu Palabra.” (Éxodo 8:10) Es inconcebible que le estén preguntando hasta cuando deba durar esa situación tan molesta y el Faraón diga eso. Cualquiera hubiera dicho: ¡Que acabe inmediatamente! ¿A qué esperar más? No tiene sentido. Sin embargo, el Faraón es quien finalmente determinó cuánto duraría su prueba.
Si quieres pasar las pruebas:
Fortalece tu relación con Dios
No te pelees con Dios porque estás pasando por pruebas, ya que justo eso es lo que quiere el diablo. Que te separes con amargura y queja del único que puede ayudarte.
“Señor, yo sé que tus juicios son justos, y que me disciplinaste porque lo necesitaba. Ahora, que tu gran amor me consuele, tal como lo prometiste a tu siervo.” Salmo 119:75-76 NBV
No dejemos mal a Dios culpándolo de probarnos injustamente con el solo afán de justificarnos. Más bien busquémosle más que nunca con oración, ayuno y lectura de su Palabra.
Aférrate con fe a sus promesas
Debemos estar convencidos que, si Dios ha permitido que seamos probados, a la larga esta dará fruto para nuestro bien.
“Mis pensamientos y conducta son radicalmente diferentes a los de ustedes. Porque, así como el cielo es más alto que la tierra, mi conducta y mis pensamientos son más elevados que los de ustedes.” Isaías 55:8-9 NBV
Pongamos con fe la vista en la meta, en pasar la prueba, en el fruto de nuestra aflicción. Job lo hizo y le fue bien.
“Pero él conoce cada detalle de lo que a mí me ocurre; y cuando me haya examinado, me declarará completamente inocente: tan puro como oro macizo. En los senderos de Dios me he mantenido, siguiendo tras sus pasos. No me he apartado. No he rechazado sus mandamientos, sino que en ellos me he deleitado más que en mi alimento de cada día.” Job 23:10-12 NBV
Es tiempo de aferrarnos a las promesas que nos ha dado y permanecer mirando lo invisible y creyendo en lo imposible.
Que tu vida adore a Dios
Las quejas son la música del infierno. Empecemos a adorar a Dios por lo que hará. No dejemos que las tribulaciones ocupen el lugar de Dios. Con la alabanza y adoración ponemos a Dios primero y entonces veremos la prueba desde otra perspectiva… desde la victoria.
Busca momentos para derramar tu corazón a Dios y decirle todo lo que amas de Él. Recordemos que, si Dios no calma la tormenta, Él suele mejorar al marinero. Así que, conforme nuestras tribulaciones serán nuestras fuerzas: “…Y como tus días serán tus fuerzas.” Deuteronomio 33:25b
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