“Estén alertas; sean fieles al Señor. Pórtense con valor y sean fuertes.” 1 Corintios 16:13 NBV
Cuando Dios nos da una promesa, como lo hizo con María acerca del nacimiento de Jesús, Él no nos da todos los detalles. Quizá aquello por lo que estás pasando es difícil y no tiene sentido, no le encuentras respuestas a las cosas, y todo sucede tan rápido que ni tiempo te da de reaccionar. Aquí es donde tu fe tiene que activarse.
Milton Hershey recorrió un largo camino hasta llegar a la cima de la industria del chocolate. Por diversos motivos tuvo que abandonar sus estudios y trabajar. Primero se empleó como aprendiz en una imprenta, luego, con un fabricante de dulces. Después de aprender sobre el negocio, Hershey fundó tres empresas de dulces en Filadelfia, Chicago y nueva York, pero ninguna tuvo éxito. Sin embargo, no se dio por vencido. Decidió regresar a su pueblo natal, donde inició Lancaster Caramel Company, y desarrolló una receta única y exitosa para el caramelo. Hershey siempre se enfocaba en el futuro y pensaba que los productos de chocolate tendrían un futuro grandioso, más que el caramelo, por lo que en 1900, decidió vender su empresa por un millón de dólares, lo que en nuestros días serían treinta millones de dólares. Con este capital, fundó Hershey Company que popularizó el chocolate con leche.
Este hombre visionario, se sobrepuso al fracaso y alcanzó sus metas. Hershey generó cientos de empleos, además de pensar siempre en los demás, porque compartió los ingresos de las empresas para construir hogares, iglesias y escuelas convirtiéndose en una leyenda para su Filadelfia natal.
¿ Te vas a rendir y convencerte a ti mismo de no continuar? ¿o harás como hizo Maria y dirás: “Dios no entiendo esto”? “No me dijiste que esta persona me iba a hacer mal o que estaría tratando con esta enfermedad. No me dijiste que en este negocio no me iba a ir bien. Pero Dios, yo se que tú sigues en control de todo. La enfermedad me derribó, pero me volví a levantar. Pase por una temporada floja en el trabajo, tuve algunos contratiempos, pero no me derrotaron. No voy a vivir desanimando, ni a renunciar a mis sueños, ni a dejar de creer. Dios nunca me ha fallado, y sé que nunca lo hará, confío en Él plenamente.
“¡Que Dios, que da aliento y perseverancia, les ayude a vivir juntos en armonía, tal como Cristo nos dio el ejemplo!” Romanos 15:5 NBV
Dios no sólo nos da aliento, también nos da perseverancia, nos ayuda a mantener la fe. Así que podemos resistir, fuerza, aguante. La victoria siempre llega al que permanece firme.
Leave A Reply