“No temas, pues yo estoy contigo, no te desanimes. Yo soy tu Dios, yo te fortaleceré, yo te ayudaré, yo te sostendré con mi triunfante mano diestra.” Isaías 41.20 NBV
Es fácil observar lo que sucede en el mundo hoy y tener la tentación a sentirse atemorizado o decaído. Las circustancias pueden parecer abrumadoras. Quizá tu trabajo está tambaleando, tal vez perdiste oportunidades, quizá estás luchado en una relación o preocupado por la economía. Durante tiempo como estos, es importante recordar que Dios ha prometido que Él nunca nos dejará ni nos abandonará. De hecho, no solamente está con nosotros, sino que Él ha prometido fortalecernos y hacernos resistentes a las dificultades. Eso quiere decir que cuando llegan los tiempos difíciles, sencillamente, te rebotarán. No permitas que las circustancias te roben la paz y la alegría que Dios ha puesto en ti.
Dios camina de nuestro lado, aunque no lo veamos claramente, Él nos está llevanod en brazos, disipará tu temor, te devolverá la confianza. Tómate fuerte de la mano de Dios.
No mires a tu alrededor lleno de temor ni te angusties. Cuando miras tus circustancias hasta el punto de dejar que te inunde el temor, cometes un error; y sin embargo, es lo que muchas personas hacen.
Cuando más enfoques tus ojos y tu boca en el problema, más te llenarás de temor. En cambio, debes enfocarte en Dios, quien es capaz de manejar cualquier cosa que te ocurra. Él prometió fortalecerte ante las dificultades. No importa lo grande e importante o pequeño e insignificante que sea tu temor, Dios te dice: “No temas, ¡te ayudaré!”
Dios nos ayuda, nos fortalece, nos sostiene y nos guarda en su mano, allí estamos seguros.
Leave A Reply