Nuestras actitudes son tan poderosas que son más importantes que nuestros estudios, nuestro trabajo o incluso el dinero. Tus actitudes te darán amigos o enemigos, victorias o derrotas, éxitos o fracasos. Es por eso por lo que, debemos enfrentar la vida con una actitud diferente a la del resto. Piensa por un momento en esto: Hay muchas cosas que no podemos cambiar en nuestra vida, no podemos cambiar nuestras circunstancias, no podemos cambiar los problemas, pero algo que siempre podremos cambiar son nuestras actitudes.
Algo que nada ni nadie te va poder quitar es el de escoger tus actitudes. Ellas son el timón de tu barco hacia donde las dirijas, ellas te llevarán… Tus actitudes te pueden llevar a buen puerto o te pueden llevar contra las rocas.
El primer paso para poder mejorar mis actitudes frente a la vida es entender que lo que Jesús nos advirtió en Juan 16, que mientras vivamos en el mundo habrá problemas, enfrentaremos crisis y no todo será color de rosa, Él dijo: “No teman, yo he vencido al mundo” Sin importar tu lucha hoy, Jesús ya la venció hace más de 2000 años en la cruz.
Nosotros estamos peleando contra un enemigo que ya ha sido vencido, nuestro enemigo ya fue derrotado y estamos luchando una pelea que ya sabemos que ha sido ganada. Debemos enfrentar la vida sabiendo que el presente, nuestro futuro y nuestro final es de victoria. Clic para tuitear Por eso, lo importante no es el estado presente de tu familia, ni de tus finanzas, lo que es vital en tu vida es tu actitud frente a tu familia, tu actitud frente a las finanzas, tu actitud frente a la situación del país, tu actitud frente a la vida.
La Biblia dice que nosotros debemos magnificar a Dios, pero la mayor parte del tiempo, estamos magnificando el problema y no a Dios. Debemos sacar los ojos del problema y clavar la mirada en Dios. Mientras más grande sea el Dios que tenemos, más pequeños serán los problemas que enfrentamos. Clic para tuitear
Tu problema es grande, pero te recuerdo, nuestro Dios es más grande. Tus adversidades son altas, nuestro Dios es más alto. Tu enemigo es poderoso, nuestro Dios es Todopoderoso. Muchas veces, cuando aparece un problema en nuestra vida, lo primero que pensamos es que no hay salida, no hay solución y nos deprimimos y nos desanimamos mucho, inclusive varios empiezan a lamentarse antes de haber peleado. Pero algo que me ayudó muchísimo a cambiar mis actitudes derrotistas es cuando entendí que mis peleas so las peleas de Dios, mis batallas son sus batallas y mis enemigos son sus enemigos y desde ese momento, estoy tranquila y confiada porque nuestro Jesús no pierde batallas.
Cada problema es una oportunidad para ver la mano de Dios obrando en tu vida y mientras más grande el problema, más grande la victoria y mientras más grande el gigante, más fuerte cae. Clic para tuitear- El tamaño de mi Dios determina el tamaño de mi actitud.
- El tamaño de mi Dios determina el tamaño de mis problemas.
- Debemos aprender a ser positivos en todo momento, de manera que nuestra felicidad no dependa de las circunstancias sino de Dios.
Desde ahora vas a poder ser feliz y vas a disfrutar la vida aun en medio de la dificultad, porque sabes que Dios tiene el control de tu vida y sabes que aun en el día más frio con la peor neblina, Dios siempre puede hacer brillar el sol en nuestro corazón.
En Números 14:24 “Pero mi siervo Caleb es diferente: me ha obedecido en todo. Lo haré entrar en la tierra donde ya ha estado, y sus descendientes poseerán una buena parte de ella”, podemos ver que muchos hombres en el pueblo de Israel murieron sin entrar en la Tierra Prometida, muchos se quedaron en la entrada, muchos incluso se quedaron en la puerta pero hombres como Caleb conquistarán la tierra y la disfrutarán: Su actitud. Pero no cualquier actitud sino una actitud diferente. Mientras todos tenían una actitud de temor, Caleb tuvo una actitud de fe, mientras todos tuvieron una actitud de conformismo, querían rebelarse, Caleb decidió ser fiel, y permanecer firme.
Esta clase de actitud le valió a Caleb la bendición de Dios: la de recibir como posesión suya la Tierra Prometida pero acá viene lo tremendo, la actitud de Caleb influyó es sus generaciones porque Dios le dijo: “… y tu descendencia heredará esta tierra”.
Tus actitudes no solo influyen tu vida sino influyen en tu familia, tus finanzas pero lo más increíble, tus actitudes determinan la herencia que le dejas a tu descendencia. Tus actitudes pueden provocar bendición para tus hijos y tus nietos. Es por eso que, no te puedes dar el lujo de tener cualquier clase de actitud en la vida.
Tenemos un llamado a renovarnos como dice Efesios 4:23-24 NBV “Renueven sus actitudes y pensamientos; sí, revístanse de la nueva naturaleza que Dios creó, para que sean como él, verdaderamente justos e íntegros.”
El resto del pueblo tuvo una actitud de derrota y fracaso y Caleb tuvo una actitud diferente porque Caleb había hecho de Dios su fortaleza y su esperanza. Es tiempo de sorprender a los demás con tu actitud, con una actitud diferente.
“La actitud de ustedes debe ser como la de Cristo Jesús” Filipenses 2:5 NBV
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