“Aunque el Señor esté ahora oculto, voy a esperar a que nos ayude. En él reposa mi única esperanza” Isaías 8:17 NBV
Es fácil caminar con Dios cuando las cosas marchan bien, cuando tenemos todo: familia, amigos, trabajo, salud, pero las circunstancias no siempre son tan agradables, hay momentos difíciles, cuando sentimos las piedras que nos tiran, cuando nos asusta la soledad y sentimos que Dios parece distante. ¿Qué hacer?
El gran profeta Isaías mencionó que Dios había escondido su rostro. Existen ocasiones cuando todo lo que nos sucede no tiene sentido, no se abren las puertas, nos cansamos de esperar y decimos: “¿Dónde está Dios en este momento?”. Oramos, pero nada sucede, no sentimos a Dios por más que le buscamos. Es como si las oraciones rebotarán en el techo o como si el cielo estuviera cerrado para nosotros. Cuando sientas así a Dios, no te desesperes, no renuncies, no reniegues, no discutas, simplemente espera en Dios y espera con esperanza.
“Pero en vano trato de hallarlo. Lo busco por aquí, lo busco por allá, y no puedo hallarlo. 9Lo busco en donde realiza sus obras en el norte, y no lo encuentro allí. Tampoco puedo hallarlo en el sur, donde también se esconde. 10Pero él conoce cada detalle de lo que a mí me ocurre; y cuando me haya examinado, me declarará completamente inocente: tan puro como oro macizo. 11En los senderos de Dios me he mantenido, siguiendo tras sus pasos. No me he apartado. 12No he rechazado sus mandamientos, sino que en ellos me he deleitado más que en mi alimento de cada día”. Job 23:8-12 NBV
Lo primero que debemos hacer es contarle a Dios exactamente cómo nos sentimos. Job fue después que lo había perdido todo y decidió abrirle su corazón a Dios. No está mal aprender a desahogarnos en Dios: Es ir y decirle al Señor nuestro dolor, nuestra amargura, nuestra frustración y es ahí cuando el mismo Dios empieza a restaurarnos. Cuando tu relación con Él crece, es ahí también donde tu dependencia de Él aumenta y es ahí cuando puedes ver la mano de Dios en tu vida.
Se esconde sólo por un tiempo para que nosotros lo busquemos con desespero.
“Yo sé que mi redentor vive, que al fin estará de pie sobre la tierra. ¡Y sé que después que este cuerpo se haya descompuesto, con este cuerpo veré a Dios! Entonces él estará de parte mía y lo veré, no como un extraño sino como un amigo. ¡Qué gloriosa esperanza!”. Job 19:25-27 NBV
Cuando sentimos a Dios lejano, nos olvidamos de quién es Él. Job fue un hombre que a pesar de todo lo que le toco vivir siempre recordó a Dios como su salvador. No importa cómo te sientas o cómo lo sientas a Él, la verdad es que te ama y se preocupa por ti. Él tiene el control y te ayudará en todos tus asuntos.
Job 13:15 NBV “Dios puede matarme por decirlo, y probablemente lo haga. No obstante, voy a defender mi caso con él”.
Job confiaba en Dios y en sus promesas por encima de todo pues sencillamente se había aferrado con todo su corazón a lo que en su momento. Dios le había prometido. Quizá lo único que tienes es una promesa de Dios, entonces ¡aférrate a ella! Job pudo pasar ese momento de dificultad gracias a que confiaba en la Palabra de Dios.
Muchas veces nos dejamos llevar por las circunstancias o por los sentimientos, pero déjame decirte lo sientas o no… Dios no esta distante de ti, Él esta de tu lado, Él no te ha dejado, Él dijo “no te abandonaré”. Así que, cuando la lucha es fuerte, nuestra cabeza esté en el suelo y nos estén contando los números para el Knock OUT, hay alguien que está peleando por nosotros para que no nos rindamos. Así que, pase lo que pase, cueste lo que cueste, sigue esperando en Dios. Vale la pena esperar en Dios
Leave A Reply