28 Noviembre – Enfrentando el temor

Cuando leemos el libro de Josué, nos damos cuenta de que, si bien Dios entregó a Israel la tierra prometida, hubo muchos obstáculos y enemigos que enfrentar. Si no tienes que enfrentar ningún obstáculo es porque seguramente tus sueños fueron muy pequeños, pero si soñaste en grande y le creíste a Dios, seguramente los obstáculos aparecerán.

Por más obstáculos que encuentres en el camino, supéralos… que nada ni nadie te detenga.

“Al saberlo los hombres de Gabaón enviaron un mensaje urgente a Josué que estaba en Guilgal: Ven y ayuda a tus siervos. Ven rápidamente y sálvanos. Todos los reyes que viven en las montañas están aquí con sus ejércitos” Josué 10: 6 NBV

Cuando el rey de Gabaón, que se había aliado con Josué le pidió ayuda, él no se la negó y lo ayudó. Cada día pídele a Dios Su ayuda para cada proyecto, para cada tarea, para tus reuniones… dile: ¡Ayúdame Dios, sin ti no puedo!

“No temas delante de ellos —le dijo el Señor a Josué—, porque ya están derrotados. Los he entregado en tus manos para que los destruyas. Ninguno de ellos podrá hacerte frente” Josué 10: 8 NBV

Cada que uno se lanza hacia la conquista suelen aparecer temores, el mismo Josué siendo el Gran General del pueblo de Israel tuvo temores. El temor desaparece cuando recibimos una promesa de Dios. Dios le dijo a Josué que no temiera porque ÉL YA LOS HABÍA ENTREGADO EN SU MANO. Recuerda, tú caminas con Dios. Su protección sobre ti está siempre, así que no temas.

Quienes están parados en la FE como nos dice  Romanos 8:28 NBV “Además, sabemos que si amamos a Dios, él hace que todo lo que nos suceda sea para nuestro bien. Él nos ha llamado de acuerdo con su propósito”.

Estudios realizados en los Estados Unidos se llegó a la conclusión que, lo que mueve a la mayor parte de la gente del mundo es el temor. Es lo que está detrás de cada acción, lo que la motiva. Por ello, este sentimiento de temor es muy usado en el marketing y en la publicidad. La industria farmacéutica hace fortunas con el temor a envejecer (tintes, maquillajes, cremas, vitaminas, viagra, etc.).

La ciencia médica igualmente explota nuestros temores y nos ofrecen la liposucción, el peeling, las vitaminas en cápsulas y todos los métodos de detección temprana de enfermedades, al punto que hay gente que tiene fotos de todos sus órganos desde todos los ángulos.  ¿Qué hay detrás de todo esto? Temor.  Igual las compañías de seguros se han vuelto millonarias con nuestros temores: temor a enfermar, temor a ser afectados por actos terroristas, temor a robos, asaltos, incendios, muertes, etc.  Inclusive mucha gente recurre a adivinos y líneas psíquicas porque necesitan que alguien les asegure su futuro, que alguien les diga que aquello que temen nunca les ocurrirá, que su esposo volverá, que sus hijos conseguirán trabajo, etc.

¿Qué hay detrás de la lectura del horóscopo, de los amuletos, de las supersticiones?   Pues nada menos que… temor. ¿Qué hay detrás de una persona que no diezma u ofrenda?  Incredulidad y temor.  ¿Qué hay detrás del cristiano que no quiere ser líder en su congregación? Incredulidad y temor al fracaso.   Hay quienes no dicen la verdad por temor a sus consecuencias.  Hay quienes abortan… por temor a los padres y a no poder afrontar la responsabilidad. Hay quienes matan, por temor a ser delatados.  Hay quienes roban, por temor a pasar necesidad.  Y es que el temor es el peor de los consejeros y además el temor nos pone lazo, nos aprisiona y esclaviza. Proverbios 29:25 NBV

 El temor es fe en lo malo, en lo que el diablo dice. Recordemos que como dice la Biblia en 1 Juan 4:18 NBV “…el temor lleva en sí castigo…”  Así que, no permitamos que entre en nuestra vida.

“El Señor hizo cundir el pánico entre ellos, y los israelitas hicieron una gran matanza en Gabaón y los persiguió hasta Bet Jorón, Azeca y Maquedá, dándoles muerte a lo largo del camino. Además, mientras el enemigo huía hacia Bet Jorón, el Señor les lanzó una lluvia de granizo que los siguió hasta Azeca. Murieron más hombres a causa del granizo que por las espadas de los israelitas. Mientras los hombres de Israel estaban persiguiendo y arrasando al enemigo, Josué ordenó: Sol, deténte sobre Gabaón y, luna, permanece quieta en el valle de Ayalón. Y el sol y la luna no se movieron hasta que los israelitas acabaron de destruir a sus enemigos. Esto está escrito con gran detalle en el libro de Jaser. El sol se detuvo en los cielos y permaneció quieto casi veinticuatro horas. Nunca había ocurrido antes ni jamás ha vuelto a ocurrir, que el Señor haya detenido el sol y la luna en respuesta a la voz de un hombre. El Señor estaba peleando por Israel. Después Josué y todos los israelitas regresaron a Guilgal”. Josué 10: 10-15 NBV 

Dios peleó por Israel hiriendo a sus enemigos con una lluvia de grandes piedras lanzadas desde el cielo. Esto no solo me impacta por el hecho que Dios matara al ejército enemigo sino también porque vemos la muy buena puntería que tiene Dios porque esas grandes piedras justo le daban solo a los del ejército enemigo. Cuando Josué vio que el pueblo de Israel estaba huyendo, le pidió al sol y a la luna que se detuvieran para tener tiempo de acabar con el ejército enemigo y obtener la victoria. Eso mismo hará Dios contigo hoy, mañana y siempre.