“Penina empeoraba la situación burlándose de Ana a causa de su esterilidad. Todos los años era igual: Penina se burlaba y se reía de ella cuando iban a Siló, y la hacía llorar tanto que Ana no podía comer” 1 Samuel 1:6-7 NBV
¿Cuántas veces has orado por algo que todavía no se cumple? ¿Cuántos años vienes soportando la burla de otros? No es que Dios no te está escuchando o que está siendo indiferente a tu necesidad. Las cosas en el reino de Dios no suceden porque sí, todo tiene un tiempo y un proceso, pero hoy puedes proponer que tu oración acelere el tiempo y traiga vida a esa tierra prometida. Estamos en época de conquista y es indispensable que logremos que nuestra oración cause un efecto: Que los cielos se puedan abrir.
¿Cómo abrir los cielos con nuestra oración y recibir la respuesta que queremos?
“Una tarde en Siló, después de la cena, Ana fue al santuario. Elí el sacerdote estaba sentado en el lugar acostumbrado junto a la entrada” 1 Samuel 1:9 NBV
Comienza a orar sin parar
Ana se levantó y se fue a orar. Tú te tienes que levantar y no mirar las circunstancias sino comenzar a ver a Dios en oración. Mañana, tarde, noche, cada vez que puedas, mientras haces cola en un lugar, mientras vas en un bus, sea cual sea el momento.
La oración antes de transformar tus circunstancias tiene que transformar tu vida Clic para tuitear Sea cual sea tu situación, ora porque aún sientas que no recibes respuesta, tú no serás la misma persona después que ores. Jesús mismo oraba… Así que no te frustres, ora con el corazón.
1 Samuel 1:10-11 NBV “Ella estaba profundamente angustiada y clamaba con amargura mientras oraba al Señor. E hizo este voto: «Oh Señor, Dios Todopoderoso, si miras mi dolor y respondes a mi oración dándome un hijo, yo te lo devolveré y será tuyo por toda su vida, y jamás será cortado su cabello”.
Haz un pacto con Dios
Ana sabía que necesitaba ofrecer algo a cambio a Dios. Ella entregó su respuesta a Dios antes de recibirla (dio a Samuel al servicio de Dios antes de siquiera tenerlo). Una oración con un pacto obtiene la respuesta más rápida que una oración sin pacto. Prométele algo a Dios.
Actúa como si ya hubieras recibido tu petición, sin afán.
Tienes que dejar la tristeza, la depresión, la angustia y el afán porque eso demuestra que no crees que Dios pueda cambiar tu situación. Ana comenzó a vivir como si ya estuviera embarazada. Llénate de una nueva vida y sal de ese círculo vicioso que no te está dejando avanzar. Dios va a responder porque Él no miente ni te abandona.
1 Samuel 1:19 NBV “El día siguiente toda la familia se levantó temprano y fueron al santuario a adorar al Señor una vez más. Entonces regresaron a su hogar en Ramá, y cuando Elcaná durmió con Ana, el Señor se acordó de su petición”.
Él se va a acordar de tu suplica. Él no va a dejar avergonzado Su nombre ni el tuyo.
1 Samuel 1:25-28 NBV “Después del sacrificio llevaron al niño ante la presencia de Elí. Señor, ¿te acuerdas de mí? —le preguntó Ana—. Yo soy la mujer que estuvo aquí hace algún tiempo orando al Señor. Le pedí a él que me diera un hijo, y él ha respondido a mi petición. Ahora lo traigo para entregarlo al Señor para toda la vida». Y adoraron allí al Señor”.
Así como Ana, indefectiblemente vas a recibir respuesta a tu anhelo, pero cuando suceda, no dejes de adorar y agradecer a Dios. Que las bendiciones nunca te alejen, sino que te acerquen a Él y que sirvan de memoria para nunca olvidar Su amor inagotable y Su fidelidad permanente. Tienes que tener la certeza que está llegando el tiempo de recibir tu respuesta.
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