En la vida constantemente vamos a tener que enfrentar adversidades, pero dejemos de mirarlas cómo obstáculos y comencemos a verlas como elecciones.
¿Cómo responderemos a cada una de ellas?
David tuvo un doctorado en la universidad de la adversidad.
1 Samuel 25:1 TLA “Cuando Samuel murió, todos los israelitas se reunieron para llorar su muerte y sepultarlo en Ramá, que era la ciudad donde había nacido. Después del entierro, David regresó al desierto de Parán.”
Samuel había sido no solo el líder, sino como un padre para David hasta que llegó el día de su muerte. Imagino que eso fue un golpe muy duro para David, pero la muerte no lo aplastó, sino que él se levantó.
Aun cuando no te puedas levantar por fuera, levántate por dentro.
Hay circunstancias y noticias en la vida que muchas veces nos tumban y nos obligan a estar sentados, pero recuerda que por dentro siempre podremos estar de pie.
Cuando te den un golpe tan fuerte que te sientas derrotado, cae de rodillas ante tu Dios y levántate por dentro.
La vida es demasiado corta para vivirla derrotado, no importa lo que haya venido en contra de ti… Es tiempo de que te levantes y sigas tu camino.
No llores más un matrimonio muerto, un bebé muerto, un ministerio muerto… ¡Levántate por dentro! Seca tus lágrimas y toma un nuevo impulso.
1 Samuel 30:6 TLA “Los hombres estuvieron a punto de apedrear a David, pues le echaban la culpa de que los amalecitas se hubieran llevado a sus mujeres y a sus hijos.
Sin embargo, David confiaba en que Dios podía ayudarlo, así que se animó”
Las adversidades son los peldaños del éxito, pero si nosotros no encontramos fuerzas en Dios fácilmente seremos presas del desánimo, la frustración y los temores.
Muchas personas cuando tienen una dificultad rápidamente se refugian en el alcohol, en las drogas, en una persona, pero si tú quieres enfrentar la adversidad, tu refugio tiene que estar en Dios. Todo lo demás es una anestesia para el dolor, mientras que Dios es la cura para todos nuestros males.
Encontrarás fuerzas en Dios cuando lo busques a diario. La oración es un músculo que se tiene que ejercitar #365conDios
Tu determinación debe ser más grande que tu adversidad.
David sabía que la batalla sería difícil, que había un gigante por vencer, pero su determinación era total. Cuando tu determinación es total, tu victoria es total.
Así como David, nosotros debemos demostrarle al enemigo que tenemos más determinación que él. Así el reto sea grande o la adversidad difícil, nuestra determinación tiene que ser mayor.
Dios le da batallas más duras a los soldados más fuertes.
Determínate a salir adelante, a triunfar en la vida y a seguir a Dios cueste lo que cueste.
El enemigo podrá golpear con todo, pero su todo nunca será suficiente, él puede hacerte caer, pero nunca podrá destruirte.
Mantente firme y sigue peleando pues la victoria la tenemos asegurada en Cristo Jesús.
Las adversidades y luchas de hoy son el precio que debemos pagar para los logros y las victorias de mañana.
1 Samuel 18:12-15 TLA “Saúl le tenía miedo a David, pues se daba cuenta de que Dios lo cuidaba y lo ayudaba a ganar las batallas, mientras que a él lo había abandonado. Entonces Saúl envió a David al campo de batalla y lo puso al frente de mil soldados. David ganó todas las batallas que sostuvo, porque Dios lo ayudaba.”
Tu confianza tiene que estar en Dios, porque Él está contigo. Cuando confiamos tenemos la seguridad de que, aunque la adversidad sea grande, nuestro Dios es más grande y podremos superarla.
David, a pesar de que era un gran rey y guerrero, su respuesta a los problemas fue poner su confianza en Dios.
Dios siempre le dio las estrategias para vencer a sus enemigos, David nunca lo hubiera podido hacer solo, él aprendió a confiar en Dios.
La respuesta de muchas personas ante la adversidad es tomar una reacción negativa, en vez de pensar que Dios puede hacer algo bueno con su situación.
Nuestra respuesta ante la adversidad siempre tiene que ser una respuesta de fe.
La fe es como un cepillo de dientes, debemos usarlo todos los días, pero no podemos usar el de otra persona.
Decimos que David fue un hombre de fe por que en toda circunstancia aprendió a depender en Dios y a confiar en Él.
Recuerda que la adversidad del hombre es la oportunidad de Dios para demostrar su grandeza.
Dios no habría permitido esa adversidad a menos que tuviera un propósito divino.
Sigue este consejo: “De noche entrégale todas tus preocupaciones y temores a Dios, de todos modos, Él va estar levantado toda la noche”.
1 Pedro 5: 7 TLA “Así que pongan sus preocupaciones en las manos de Dios, pues él tiene cuidado de ustedes.
Debemos aprender a confiar y a descansar en Dios porque Él es bueno y tiene cuidado de nosotros.
#365conDios
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