Ezequiel 12:28 TLA ” Por eso, ve y diles de mi parte que ya no tardan en cumplirse mis palabras. Lo que digo, lo cumplo. Yo soy el Dios de Israel, y no tardaré en cumplir mi palabra».
Las promesas de Dios no tardan en cumplirse. Ninguna de sus palabras regresa vacía o cae en tierra, todas darán fruto porque todas se cumplen. Dios te promete que todo lo que se había tardado en cumplir en tu vida, ¡Se cumplirá!
Tienes una Palabra de Dios para tu matrimonio.
Tienes una Palabra de Dios acerca de tu hijo.
Tienes una Palabra de Dios de “cero” deudas.
Tienes una Palabra de Dios acerca de la sanidad.
Tienes una Palabra de Dios acerca de las riquezas.
Porque en el reloj de Dios ha llegado el tiempo de la bendición.
Ten una palabra de Dios… Una promesa:
Hechos 13:34 TLA “Te haré las mismas promesas que hice a David; promesas especiales, ¡promesas que se cumplirán!”
Las promesas que Dios tiene para ti son especiales.
Las promesas de Dios nunca tienen tiempo de expiración.
Dios sigue siendo el Dios que hizo llover maná del cielo.
Dios sigue siendo el Dios que derrotó a todos sus enemigos.
Dios sigue siendo el Dios que mató al gigante Goliat.
Dios es el Dios que hizo que un hombre anciano como Abraham fuera Padre de multitudes.
Ese es tu Dios. Tu Dios salva, sana, defiende y te quiere dar una promesa especial para todos los días del año.
Cuando tienes una promesa, es tu herencia. Es decir, tu derecho y título legal que tienes como hijo sobre las propiedades de tu Padre.
Proverbios 16:3 TLA “Pon todo lo que hagas en manos del Señor, y tus planes tendrán éxito.”
Cuando toda tu vida está en las manos de Dios, milagros suceden.
Pon todo en las manos de Dios.
En nuestras manos, como el niño, podemos tener 5 panes y 2 peces, pero en las manos de Dios, alimentan multitudes y sobra. ¡Eso es ABUNDANCIA!
Pedro, el pescador, en sus manos tenía redes vacías, pero en las manos de Jesús las redes se llenaron tanto que se rompían y tuvieron que llamar a otros para poder sacar toda la pesca. Así también, tendrás tanta bendición que COMPARTIRÁS.
En nuestras manos, las cosas nos pueden salir bien, pero en las manos de Dios todo lo que hagamos, prospera.
No importa el tamaño de lo que tienes sino en las manos de quién lo pones.
Nuestra confianza en Dios debe estar por encima de nuestra confianza en nosotros mismos.
Confía en el Señor todos los días.
Jeremías 17:7-8 TLA “”¡Pero benditos sean aquellos que sólo confían en mí! 8 Son como árboles plantados a la orilla de un río: extienden sus raíces hacia la corriente, el calor no les causa ningún daño, sus hojas siempre están verdes y todo el año dan fruto.”
El depósito de tu confianza en Dios generará grandes intereses. Serás bendito en el campo, bendito en tu trabajo, bendito en tu familia. Cuando pones toda tu confianza en Dios, nunca dejarás de producir fruto.
Salmos 108:13 TLA “Dios nuestro, tú los vencerás; ¡con tu ayuda saldremos victoriosos!”
Dios te dice: “No más sueños frustrados sino cosas poderosas”.
No le temas a la oposición porque con la ayuda de Dios pisotearás a cualquier enemigo que se te aparezca en el camino.
Dios promete y su record es perfecto, no dudes. Lo que Dios le prometió a Abraham también es tuyo. Y a él le dijo: ” De cierto te bendeciré, te voy a favorecer donde vayas, te multiplicaré en gran manera”.
Dios se ha propuesto bendecirte, otros estaban primero que tú, pero es a ti a quien Dios quiere bendecir.
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