Éxodo 13:17-18 TLA “Cuando el rey de Egipto dejó que los israelitas se fueran de su país, Dios mismo les enseñó el camino que debían seguir. No los llevó por la región donde vivían los filisteos, aunque era el camino más corto. Y es que Dios pensó que si los filisteos atacaban a los israelitas, éstos podrían asustarse y regresar a Egipto. 18 Por eso Dios hizo que los israelitas rodearan el camino del desierto que lleva al Mar de los Juncos. Así salieron de Egipto”
Dios actúa totalmente diferente a como pensamos y sentimos. Lo más rápido, según el pensamiento del pueblo de Israel, era el camino principal, pero Dios los hizo tomar la ruta más larga por su propio bien, para que no regresen a Egipto… los guió por medio del desierto.
A veces nosotros queremos que Dios nos guíe por la ruta más rápida, la que nos lleve directo a lo que anhelamos y esperamos. Nos desesperamos para que todo sea ya, instantáneo, pero Dios toma rutas desérticas y solitarias, no sigue nuestras órdenes, sigue su propósito para con nosotros porque Él sabe lo que nos conviene y no actúa por lo que ven nuestros ojos sino por lo que Él ve.
Hay un dicho popular que dice que Dios escribe derecho sobre renglones torcidos. Él sabe guiarnos en medio del camino difícil en el desierto.
Éxodo 13:21-22 TLA “En ningún momento Dios los dejó solos. De día los guiaba mediante una nube en forma de columna, y de noche les alumbraba el camino con una columna de fuego.”
Así como el pueblo de Israel, este año has salido de viaje a tu tierra prometida pero no temas porque el Señor te guiará, Él estará contigo a dónde vayas.
De día su columna de nube que representa su protección, su provisión y su cuidado… te guardará y de noche su columna de fuego dará calor y descanso a tu cuerpo, alma y espíritu, quitándote el temor para enfrentar el siguiente día que te espera.
Tú tienes que tener la certeza en todo tu ser que el Señor JAMÁS va a quitar su lugar delante de ti, así camines por valles o desiertos, ahí va a estar contigo. No puedes permitir pensamientos que afirmen que estás solo porque no lo estás, si Dios está contigo lo tienes todo.
Hay dos formas de ver el desierto:
Éxodo 14:11-14 TLA “A Moisés le reclamaron: ¿Por qué nos sacaste de Egipto? ¿Por qué nos trajiste a morir en el desierto? ¿Acaso no había en Egipto lugar para enterrarnos? 12 ¿No te dijimos que no nos molestaras, y que nos dejaras trabajar para los egipcios? ¡Hubiera sido mejor seguir allá como esclavos, que venir a morir en el desierto! Moisés les respondió: ¡Tranquilos, no tengan miedo! Ustedes no se preocupen, que van a ver cómo nuestro Dios los va a salvar. A esos egipcios que hoy ven, no volverán a verlos nunca más, porque Dios peleará por ustedes.”
El pueblo de Israel miraba el desierto como esclavo, sin valentía ni coraje para enfrentar la adversidad, se sentían cómodos siendo presos. En cambio, Moisés miraba el desierto como un hijo de Dios, dispuesto a vencer los obstáculos que podían aparecer enfrente.
¡Hay cristianos que prefieren vivir siendo esclavos que morir en el intento de hacer las cosas diferentes!
Para ser guiado correctamente por Dios en medio del desierto:
- No puedes tener miedo
Tienes que comerte tus miedos y no que ellos te coman a ti.
El miedo te paraliza y así no puedes avanzar. No puedes conformarte a cómo estás viviendo tienes que seguir adelante.
- Aprender a desarrollar quietud
Quedarse quieto en una situación de desesperación o cuando ves que tus enemigos vienen a tu alcance como le pasó al pueblo de Israel puede ser muy complicado, pero no es imposible. El afán es el peor enemigo de nuestras promesas: Todas las promesas de Dios siempre se han hecho esperar, como ejemplo: Abraham y su hijo, David y su reinado, Ruth y su redención, etc. Si no aprendes a esperar, no podrás conquistar, solo con la ayuda del Espíritu Santo puedes desarrollar la quietud.
- Tener una visión de fe
Cuando Moisés le dice al pueblo “observen”, lo que les está diciendo es “miren a través de los ojos de Dios y ahí verán salvación”.
Mirar a través de sus ojos es tener una visión de fe. Solo teniendo esa visión, uno puede soportar los momentos más desérticos y difíciles.
Si superas tus miedos, esperas con quietud y miras el desierto o las dificultades con fe.
Éxodo 14:13-14 TLA “Moisés les respondió: ¡Tranquilos, no tengan miedo! Ustedes no se preocupen, que van a ver cómo nuestro Dios los va a salvar. A esos egipcios que hoy ven, no volverán a verlos nunca más, porque Dios peleará por ustedes.”
¡JAMÁS VOLVERÁS A VER A ESOS ENEMIGOS!
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