En el jardín de Dios, tú eres su flor más especial. Él te riega con agua viva, te cuida para que nadie te dañe. En su jardín puedes sentir que Dios te sustenta, pues, así como le da de comer a las aves del cielo y a los peces mar, con más razón a sus hijos a quienes tanto ama.
Cantares 4:16 TLA “¡Despierta, viento del norte! ¡Ven acá, viento del sur!
¡Soplen sobre mi jardín y esparzan su fragancia!
¡Ven a tu jardín, amado mío, y prueba sus deliciosos frutos!”
Despierta tu amor por Dios, si es que estaba dormido. Levántate y ven a su encuentro. Pídele que sople en ti para encender todo lo que se ha apagado.
Es en el jardín donde podemos decirle: “Amado mío, quiero oír tu voz diariamente”.
La fragancia del Espíritu Santo libera un dulce aroma. Es una fragancia celestial y cuando estamos en la presencia de Dios, su aroma nos envuelve, cambia toda la atmósfera en la que estamos. Es en el jardín suyo donde nos lleva a escuchar su voz.
Es en el jardín de Dios donde descubrimos lo que a Él le complace: Nuestra obediencia más que cualquier sacrificio.
Dios quiere de ti una adoración íntima, fruto de labios que confiesen su nombre, buscándolo a Él por encima de sus bendiciones, que todo lo que respire le adore. En Su jardín podemos rendirnos, descansar en Su presencia y desarrollar una intimidad con Él.
Cantares 8:13 TLA “Mi reina de los jardines, nuestros amigos están atentos para escuchar tu voz; ¡déjame escucharla!”
Dios que está en todo lugar podemos decirle : “Hazme oír tu voz, no quiero estar lejos de ti”.
Dios nos ha creado para tener amistad con nosotros. La amistad entre dos personas solo se logra si ambos se comunican y se escuchan: Dios es un Dios de comunicación.
Desde Génesis hasta Apocalipsis, podemos ver que Él siempre buscó tener comunicación con el hombre. Él conversaba con Adán al fresco del día y desea hacerlo también con nosotros.
El que creó la boca, ¿no hablará? Dios ha ofrecido respondernos.
Salmo 91:15 TLA “Cuando me llame, le responderé y estaré con él en su angustia; lo libraré y lo llenaré de honores”
Dios nos responde.
Su jardín es un lugar seguro para cuando pasamos por momentos de angustia, es un lugar seguro cuando queremos contarle a Dios también nuestras alegrías.
Isaías 5:7 TLA ” Mi viña, mi plantación más querida, son ustedes, pueblo de Israel; son ustedes, pueblo de Judá. Yo, el Dios todopoderoso”
Tú y yo somos suyos en Su viña y Su agradable huerto.
Cantares 2:14 TLA “… Muéstrame tu rostro, déjame oír tu voz. ¡Tu voz es dulce! ¡Tu rostro es bello!
Cuando Dios nos habla nos transforma. Imagínense cómo seríamos si todos los días Dios nos estuviera transformando.
Dedícale tiempo para hablarle con cariño, acarícialo con tus palabras. Es por eso que el Libro de Cantares están las palabras “novia”, “amada”, “esposa”, “enamoramiento”, “besos”…
Sosiégate interiormente para que puedas escucharlo con claridad.
Un minuto con Él puede ahorrarte años de preocupaciones.
Éxodo 25:8 TLA ” Además, quiero que me construyan un santuario para que yo viva entre ustedes.”
Santuario significa “lugar separado” o “lugar santo”. No para tomarse en sentido literal, sino encontrarnos en el jardín de Dios, que nuestro corazón sea el santuario. Que todos los días tengamos una cita divina con Él
Nuestro Dios no habita en templo hecho de manos de hombres, sino que quiere habitar en medio de ti, entrar a tu corazón y cenar contigo.
En ningún lugar me siento más plena que en la presencia de Dios.
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