2 Corintios 12:6-10 TLA “Claro que hablar bien de mí no sería una locura, porque estaría diciendo la verdad. Pero no lo voy a hacer, porque no quiero que, sólo por las cosas que hago o digo, o por las cosas maravillosas que Dios me ha mostrado, alguien piense que soy más importante de lo que en realidad soy. Por eso, para que no me llene de orgullo, padezco de algo muy grave. Es como si Satanás me clavara una espina en el cuerpo para hacerme sufrir. 8 Tres veces le he pedido a Dios que me quite este sufrimiento, 9 pero Dios me ha contestado: «Mi amor es todo lo que necesitas. Mi poder se muestra en la debilidad.» Por eso, prefiero sentirme orgulloso de mi debilidad, para que el poder de Cristo se muestre en mí. 10 Me alegro de ser débil, de ser insultado y perseguido, y de tener necesidades y dificultades por ser fiel a Cristo. Pues lo que me hace fuerte es reconocer que soy débil.”
Todos atravesamos por momentos de debilidad y existen situaciones en donde Dios decide pasar un scanner espiritual a nuestras vidas, nos muestra todos nuestros defectos y nos sentimos vulnerables y débiles. Esto es porque hay circunstancias que no podemos cambiar y nos sentimos frustrados.
Quizá tú dices: “Nadie sabe lo que estoy viviendo”. Déjame decirte que la presencia de Dios obrará a tu vida. Él te dice: “Mi gracia es todo lo que necesitas, mi poder actúa en tu debilidad”.
No escondas tu debilidad porque es la mejor condición para ser fuerte en Dios. Todos nosotros tenemos áreas en las cuales somos débiles, áreas que nos limitan, nos frenan y no nos dejan seguir avanzando.
Quizá son algunas áreas de nuestro carácter, algunas actitudes o motivaciones incorrectas que nos detienen para alcanzar nuestro máximo potencial.
Dios nos ha dado la capacidad de controlar nuestras debilidades y no que nuestras debilidades nos controlen a nosotros.
Muchas personas viven engañadas hoy en día porque viven negando sus problemas y viven escondiéndose de sus debilidades.
Hay personas que están en vicios y no les gusta reconocer que tienen un problema. Otras personas saben que su debilidad es la inmoralidad y prefieren esconder su pecado. Muchas personas tienen problemas con la ira y el enojo… y prefieren poner excusas y justificaciones para sus reacciones.
Si nosotros tratamos de negar o justificar nuestras debilidades nunca podremos ser libres de ellas.
Otro error que solemos cometer es que identificamos nuestras debilidades, pero para sentirnos condenados:
- Tenemos problemas de baja autoestima y lo único que hacemos es sentirnos mal al respecto.
- Tenemos problemas con nuestros pensamientos, pero lo único que hacemos es sentirnos derrotados.
- Tenemos tentaciones sexuales pero lo único que hacemos es sentir remordimiento.
Si nosotros queremos lo mejor de Dios para nuestras vidas debemos ser honestos con nosotros mismos, reconocer nuestros errores y responsabilidades, entonces es ahí cuando estamos dando el primer paso para permitir que Dios cambie nuestra debilidad en fortaleza.
Romanos 8:26 TLA “ Del mismo modo, y puesto que nuestra confianza en Dios es débil, el Espíritu Santo nos ayuda. Porque no sabemos cómo debemos orar a Dios, pero el Espíritu mismo ruega por nosotros, y lo hace de modo tan especial que no hay palabras para expresarlo.”
Dios te dice: “Aún cuando no tengas fuerzas, Yo estaré contigo”.
El Espíritu Santo está intercediendo por ti, mientras tú duermes tranquilo, Él sabe lo que te espera en el día y ora por ti. Cuando nos sentimos solos, Jesús nos tiene cargados y nos ayuda en medio de nuestra debilidad.
Mateo 26:41 TLA “ No se duerman; oren para que puedan resistir la prueba que se acerca. Ustedes están dispuestos a hacer lo bueno, pero no pueden hacerlo con sus propias fuerzas.”
Todos tenemos buenos deseos, casi todas las personas queremos ser libres de los vicios, casi todos queremos ser libres de la ira, casi todos queremos en el fondo vencer nuestras debilidades pero querer y tener buenos deseos no son suficientes.
Jesús nos enseñó que si queremos vencer nuestras tentaciones, debemos orar. Si tú quieres convertir tu debilidad en una fortaleza, debes orar cada mañana. Es decir, le debes pedir a Dios que te ayude y que te fortalezca para confrontar esa debilidad y vencerla en el Nombre de Jesús.
Ahora, lo que hace la oración es que va fortaleciéndote por dentro, de modo que cuando viene la tentación o la dificultad tú ya puedes estar preparado y mantenerte firme, quizá podrás tambalear pero no caer.
La oración fortalece nuestros músculos espirituales, nuestro hombre interior y nos prepara para resistir el día en que somos probados.
Jesús nos dio ejemplo de esto cuando antes de enfrentar la cruz oró y le pidió ayuda a su Padre y la Biblia dice que un ángel vino y lo fortaleció. Yo me pregunto… si el mismo Señor Jesús necesitó orar para enfrentar la prueba ¡Cuánto más nosotros!
1 Samuel 30:6 TLA “ Los hombres estuvieron a punto de apedrear a David, pues le echaban la culpa de que los amalecitas se hubieran llevado a sus mujeres y a sus hijos.
Sin embargo, David confiaba en que Dios podía ayudarlo, así que se animó”
¿Tú no sabes que hacer? Confía en Dios, búscalo cada día como Padre, como amigo, como consolador. No solo tú deseas fortalecerte en Dios, sino que Él mismo quiere fortalecerte.
Salmos 89:21 TLA “ Con mi brazo poderoso lo sostendré y le daré fuerzas”
Nuestros problemas no son más grandes que nuestro Dios.
No uses tus palabras para describir la situación, usa tus palabras para cambiar la situación, posicionándote en el enfoque que Dios tiene de las cosas.
Leave A Reply